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Pamplona es la capital de la Comunidad Foral de Navarra y además de ser conocida por su historia y gastronomía, sus fiestas de Santo Fermín son uno de los reclamos más populares durante el mes de julio a nivel mundial.
Pamplona, un destino memorable
Dentro del itinerario que uno tiene que seguir cuando llega a Pamplona se encuentra la visita a la céntrica plaza consistorial. Ahí podrás encontrar el Ayuntamiento de la ciudad, cuya fachada es de un llamativo estilo barroco, y junto a él verás la iglesia gótica de Santo Saturnino, construida en el siglo XIII.
En los alrededores hay otros puntos de gran interés como el Museo de Navarra, que expone una importante colección de piezas arqueológicas y obras de arte; la plaza del Castillo, rodeada de impresionantes edificios históricos como el Palacio de Navarra; y el barrio de Navarrería, donde se levanta la catedral de Santa María La Real.
De igual forma, resulta curioso visitar las casas hidalgas como la de Itúrbide, que hasta conserva el escudo de armas perteneciente a la familia. Y si lo que buscas son espacios verdes, no dejes de visitar los parques de la Ciudadela y de la Taconera, además de los jardines de la Media Luna.
Actividades imprescindibles
La gastronomía es una parte intrínseca de la cultura pamplonica. De ahí que no puedas volver a casa sin deleitarte con productos de la huerta navarra, como los espárragos o los pimientos de piquillo. Otros platos como el cordero, sea asado o en chilindrón, también resultan exquisitos. Y para maridar toda esta experiencia, apuesta por un vino con denominación de origen navarro y de postre tómate un pacharán.
Otro evento que tienes que tener en cuenta es la celebración de los mundialmente famosos Sanfermines, que tiene lugar entre el 6 y el 14 de julio. Declaradas de Interés Turístico Internacional, durante estas fiestas podrás disfrutar de los tradicionales encierros.