Querétaro

Querétaro, uno de los 32 estados mexicanos, se caracteriza por su gran actividad comercial y por los importantes tesoros coloniales que alberga su centro histórico. Situada a 200 km al norte de la capital mexicana, Santiago de Querétaro se ubica en el cruce de dos autopistas principales, al alcance de los principales puertos de ambas costas. Como consecuencia de ello, la región ha atraído a numerosos negocios internacionales y es la sede de la creciente industria aeroespacial de México. Los mejores hoteles en Querétaro son para no fumadores, y se caracterizan por combinar modernidad y elementos tradicionales, un rasgo que los hace muy especiales. Situados estratégicamente cerca del centro de convenciones, los hoteles de Querétaro facilitan los viajes de negocios y dan acceso al centro histórico, muy apreciado por los turistas debido a sus calles acogedoras y a su preciosa arquitectura colonial española. Nombrado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO, Querétaro es conocido como la perla del corazón de México. Es más tranquila que la bulliciosa capital del sur, y ofrece recursos culturales igualmente importantes.

El viaje por la historia de Querétaro comienza siguiendo los pasos de sus residentes coloniales más interesantes: los conspiradores que planearon derrocar al gobierno español en 1810. Fingiendo ser un club social, los revolucionarios se reunieron en la casa de Josefa Ortiz de Domínguez, conocida como La Corregidora. Ahora, su imponente estatua mira con severidad la calle que lleva su nombre. Aunque fue descubierta y aplastada por los gobernantes españoles, la conspiración de Querétaro reagrupó a la población para la causa de la independencia. Muy cerca, el Museo Regional de Querétaro es un antiguo convento franciscano. Sus exposiciones muestran la historia de la región en diferentes salas. Destaca especialmente la exposición actualizada de la vida precolombina. Un paseo hasta el Templo de la Santa Cruz ofrece amplias vistas de las torres de la iglesia y sus alrededores. Este lugar permite vislumbrar la vida cotidiana de un monasterio del siglo XVII. Muy cerca, el protagonista absoluto es el árbol de la cruz, cuyas espinas crecen en forma de cruz. Un poco más arriba hay un mirador con vistas al acueducto de Querétaro, conocido popularmente como Los Arcos. Tiempo atrás, esta altísima estructura era la que suministraba agua a toda la ciudad.

Pasear por Querétaro es un deleite para los sentidos. Las catedrales abovedadas, las torres altas de la iglesia y sus preciosas fuentes dan la bienvenida a los viajeros que llegan a la ciudad. Las calles peatonales vertebran el centro histórico, y los vendedores instalan sus carros de colores a lo largo de ellas, vendiendo cerámica, ropa y joyas. Una de las industrias más importantes de Querétaro es la minería de ópalos. Los visitantes todavía pueden encontrar impresionantes ópalos de fuego en las joyerías o en los carros de los vendedores callejeros. Los cafés al aire libre y los restaurantes abundan en las numerosas plazas y jardines, atrayendo tanto a los turistas como a la población local. Las calles se mantienen meticulosamente limpias y bien cuidadas, lo cual es una marca de orgullo cívico.