República Dominicana

Al pensar en la República Dominicana, ese país que se sitúa junto al Mar Caribe, vienen a la mente playas de arena blanca y aguas turquesas. Los hoteles de la República Dominica ofrecen todo esto y mucho más. Quienes visiten este paraíso tropical descubrirán un lugar con entornos naturales envidiables. El país alberga 16 parques naturales y 67 áreas protegidas que muestran paisajes de altas montañas, una frondosa selva y costas repletas de vida marina. Para aquellos turistas cuyo plan de vacaciones consista exclusivamente en disfrutar de la playa, Punta Cana es el lugar adecuado. Los renovados hoteles de la República Dominicana se suceden a lo largo de Playa Bávaro, nombrada como la mejor de todo el Caribe. Amplias extensiones de arena suave y olas que discurren hasta la orilla ofrecen un ambiente idílico para relajarse y tomar el sol, más aún con una copa de ron local en la mano. Pero además de su abundante belleza natural, la República Dominicana también tiene ciudades fascinantes. Su capital, Santo Domingo, es un claro ejemplo de contraste entre modernos rascacielos y construcciones históricas que datan de la época de Cristóbal Colón.

Punta Cana, una enorme área de resort, situada en el extremo oriental de la isla, es el punto de encuentro para los visitantes que quieren pasar sus días divirtiéndose en la playa y en el agua. Para echar un vistazo bajo las olas, Seaquarium ofrece una experiencia única. Otro de los tours más asombrosos consiste en subir a un catamarán de suelo transparente y navegar hacia el Marinarium, donde los buceadores podrán acercarse a las rayas, los tiburones nodriza y a cientos de peces a lo largo del agua limpia y cristalina. Para más alternativas, un viaje en barco a la bahía de Samaná superará todas las expectativas. Samaná es una península que sobresale en el océano y está bañada por el Atlántico en su costa nororiental. Se trata de un terreno con baja densidad de población en el que los viajeros se asombrarán con una selva frondosa, altas montañas y una espectacular cascada. El mismo tour va hasta la isla Bacardi, donde se puede disfrutar de una vista panorámica de la costa virgen. Para experiencias en tierra firme, hay tirolina, quads y tours a caballo. Bávaro Adventure Park ofrece todas estas emociones en un mismo lugar. Los visitantes pueden crear su propio paquete de actividades como puenting, escalada en un barco pirata, simulación de vuelo y zorbing, es decir, descender una ladera dentro de una bola de plástico acolchado.  

Otro tipo de actividades más tranquilas son pasear por el jardín de mariposas y por su parque de 4.500 metros cuadrados. Cualquiera que no acabe rendido al final del día podrá disfrutar de una vibrante vida nocturna. Mangu Disco tiene música, pista de baile y una variedad de shows. Existe un club dentro de una cueva llamado Coco Bongo, que cuenta con trapecistas y gimnastas asombrosos, además de recreaciones de escenas de películas famosas.

La ciudad europea más antigua de América, Santo Domingo, es también el lugar donde se encuentra la Catedral Primada de América, la primera catedral del Nuevo Mundo y la Zona Colonia, Patrimonio Mundial de la UNESCO. Los hoteles de República Dominicana más modernos del distrito financiero, ofrecen a sus huéspedes, generalmente empresarios, servicios como Wi-Fi y salas de conferencias. Para relajarse los usuarios pueden desplazarse hasta los fascinantes iconos históricos de la ciudad. La Fortaleza Ozama, la primera estructura militar del Nuevo Mundo, se erige en la confluencia entre el Río Ozama y el Mar Caribe. Es un recuerdo de la historia de ocupación del país y de su batalla por la independencia. El Museo Alcázar de Colón, ahora restaurado, fue la casa del hijo de Cristobal Colón y alberga las pertenencias más fabulosas de la familia. A lo largo de la calle el Conde, los curiosos encontrarán ámbar, madera tallada, cerámicas y pinturas en los mercados tradicionales. Imposible perderse el Museo de las Casas Reales, con tesoros coloniales y artefactos del pueblo Taino, los habitantes originales de La Española.