Malta es un archipiélago lleno de rincones mágicos ya sea por su historia, muy unida a los caballeros de la Orden de San Juan, que ocuparon estas islas en el siglo XVI; o por su naturaleza, que ha formado grutas secretas, lagunas azules artificiales y unos acantilados increíbles en consonancia siempre con el Mar Mediterráneo.
- Las ciudades y pueblos de Malta
- Las otras islas
- Playas (cerca del mar) de Malta
- Dónde alojarse en Malta
Las ciudades y pueblos de Malta
La Valeta
La Valeta, capital del país, es Patrimonio de la Humanidad desde 1980 porque, entre otras cosas, reúne en su pequeño territorio hasta 320 monumentos. Esta ciudad amurallada está llena de calles empedradas y edificios de piedra con sus balcones pintados de rojo, verde, azul o blanco que crean una atmósfera única.
Hay que recorrer Republic Street, la calle más larga de toda la ciudad; o St. Lucia’s St Steps, con una de las escaleras más fotografiadas del país.
Además, entre los monumentos que no hay que dejar de ver está la Concatedral de San Juan, construida por los Caballeros de San Juan y donde están enterrados los Grandes Maestres de la Orden; el Auberge de Castille, donde vive el primer ministro del país; el Teatro Manoel, el más antiguo de Europa aún en funcionamiento; y el Auberge D’Italie, que fue construido por los caballeros en el siglo XVI.
Una cita ineludible son las salvas que se disparan desde los Barrakka Gardens a las 12 de la mañana y a las cuatro de la tarde cada día.
Mdina
Mdina es la antigua capital del país antes de que este honor pasara a La Valeta. Situada en el centro de la isla se trata de una de las ciudades históricas más importantes. Su muralla, monumentos de piedra y sus laberínticas calles llenas de artesanos cobran un sentido especial cuando cae la noche y se iluminan con faroles al estilo medieval. En parte es por esta esencia por la que se le conoce también como la Ciudad del Silencio.
Cuentan que el apóstol San Pablo vivió en esta ciudad cuando su barco naufragó en el Mediterráneo y que propagó el cristianismo por Malta. Hoy, una imponente iglesia se erige en su memoria.
También hay que visitar el Palacio de Falcon y de Vilhena, que muestra cómo era la vida de la aristocracia maltesa durante esos siglos, y el Convento de las Carmelitas.
Mdina fue el escenario de grabación de muchas de las escenas de la serie Juego de Tronos precisamente por ese alma medieval que aún conserva.
Rabat
Es la ciudad que se levanta al otro lado de la muralla de Mdina, con la que comparte estilo, leyendas y belleza. En este caso, sus monumentos principales están debajo del suelo que pisamos, en las catacumbas y cuevas que vienen siendo utilizadas por los habitantes de esta zona desde hace siglos también como enterramientos.
De hecho, la más famosa es la Gruta de San Pablo, unos cuatro kilómetros de túneles donde se supone que el apóstol rezó en su paso por la zona.
Rabat fue una importante villa romana y los restos que se han encontrado se pueden ver en el Museo de Antigüedades Romanas.
Marsaxlokk
Este pueblo de pescadores al sur de la isla es uno de los más pintorescos de Malta para aprender las tradiciones de un lugar al que llegaron fenicios, romanos, griegos y cartagineses.
Hoy en día, Marsaxlokk es uno de los puertos más importantes del país y el lugar donde comer el mejor lampuki, el pescado tradicional de Malta.
Una de las mayores atracciones turísticas de Marsaxlokk es su paseo marítimo con los coloridos luzzu, las barcas tradicionales maltesas que tienen pintados los ojos de Osiris en su proa. Se trata de un antiguo ritual de origen egipcio que llegó a Malta a través de los fenicios y que busca proteger a los marinos y ayudarlos a volver a tierra.
No podemos irnos sin visitar la Iglesia de Nuestra Señora de Pompeya.
The Cottonera
Se conoce como The Cottonera a los tres pueblos que hay frente a La Valeta y que fueron construidos a partir del siglo XVI. Se trata de Senglea, Cospicua y Vittoriosa, que se han convertido en el mejor mirador de la capital maltesa y sus murallas.
La forma de llegar es en un ferry desde La Valeta y recorrerlos a pie ya que están unidos por una calle que recorre esta parte de la costa.
En su interior guardan fortificaciones, basílicas, murallas y calles con mucho encanto llenos de balcones de colores siguiendo el estilo maltés.
St Julians y Sliema
Pegados a La Valeta, estos dos pueblos se han convertido en el lugar preferido de vacaciones de muchos turistas y malteses. A lo largo de su paseo marítimo se levantan los mejores hoteles nacionales e internacionales y bares y restaurantes que ofrecen todo tipo de cocina.
El barrio de Paceville en St Julians es conocido por ser el lugar con mejor ocio nocturno del país y muy cerca de él se ubica Portomaso Marina, el puerto donde atracan la mayoría de yates de lujo que llegan al país.
Pueblo de Ta’qali
Situado en el centro del país, cerca de Mdina y Rabat, este antiguo aeródromo se ha convertido en un pueblo artesano donde encontrar las mayores joyas en cerámica, filigrana o vidrio soplado.
Se trata de una especie de construcciones redondeadas en los antiguos hangares que se han reconvertido en talleres que se pueden visitar de forma gratuita. Los más llamativos son los de los sopladores de vidrio que han convertido esta zona en una de las más especializadas en este arte.
Popeye Village
Walt Disney eligió una zona del norte de Malta para construir el pueblo de Popeye con la misión de grabar la película que se estrenó en los años 80. Esos exteriores de película nunca se destruyeron y se han reconvertido en un parque de atracciones muy visitado por turistas y vecinos.
Además de ser un lugar de diversión, con atracciones y lugares de ocio, esta villa en Anchor Bay cuenta con unas vistas increíbles.
Las otras islas
Isla de Gozo
Es la isla verde del archipiélago y el lugar donde, según cuenta la leyenda, Ulises atracó en su vuelta a Ítaca, como ahora se puede ver en la cueva de Calipso. La capital es Victoria, en homenaje a la reina británica, y conserva una ciudadela antigua en alto con unas vistas increíbles. La Isla de Gozo también tiene su espectáculo natural, con La Ventana Azul, aunque hace unos años perdió uno de los arcos principales que unía la costa con el mar debido a la erosión. Sin embargo, aún merece mucho la pena visitar este lugar y cómo actúa la fuerza de la naturaleza en la roca maltesa y sus increíbles aguas azules.
Isla de Comino
Es una pequeña isla que se puede visitar en unas cuatro horas pero que guarda uno de los lugares más visitados por turistas y malteses: la Laguna Azul. Se trata de una piscina natural de aguas turquesas, transparentes y no muy frías, que es el lugar preferido de muchos visitantes que llegan en excursiones en barco o con el ferry.
Pese a su popularidad, sigue siendo todavía un enclave virgen y, de hecho, en toda la isla sólo hay un hotel y un restaurante, aunque en el verano se habilita un chiringuito y alquiler de sombrillas y hamacas en la zona de la Laguna Azul.
Playas (cerca del mar) de Malta
Blue Grotto
La Cueva Azul o Blue Grotto es una de las atracciones turísticas más importantes de la isla. Se trata de seis grutas excavadas por el mar en la roca que pueden visitarse en una excursión que ofrecen los pequeños barcos amarrados en el puerto próximo. Se tarda unos 20 minutos en llegar a las rocas y más de media hora en atravesarlas.
Lo mejor de esta gruta es el intenso azul que se proyecta sobre sus paredes por el reflejo de la luz del sol sobre el agua del mar, por eso la mejor hora para visitarlas es desde el amanecer hasta la una del mediodía.
Hay una zona de baño muy cerca donde también se puede hacer snorkel o buceo y que guarda la esencia natural de todo el espacio.
Acantilados de Dingli
Es uno de los mejores lugares para ver el atardecer en la isla de Malta y donde se ubica el pueblo más alto de toda la isla, a 270 metros.
Estos cortados con más de 220 metros de altura son un espectáculo de la naturaleza que poco tienen que envidiar a otros acantilados europeos. A lo largo de esta costa se construyeron muchas torres y bastiones defensivos de los que ahora quedan algunos restos.
De aquí parten varias rutas de senderismo muy populares por sus vistas, sobre todo la que lleva hasta la Cueva Azul, con una duración de unas cuatro horas.
St. Peters Pool
Esta piscina natural está situada a unos 7 kilómetros de Marsaxlokk y se caracteriza por la transparencia de sus aguas y el color turquesa intenso. Aunque lo que más llama la atención es, sin duda, el estado virgen en el que se conserva pese a ser un lugar muy conocido por turistas y vecinos.
Hasta ese punto de la costa maltesa se puede llegar andando desde el pueblo pesquero, en barca desde el puerto o en coche, pero siguiendo bien las indicaciones.
En verano suele estar muy concurrida, no hay ningún tipo de servicio por lo que se recomienda llevar todo lo que pudiéramos necesitar.
Hms Maori
Se trata de un punto de buceo famoso en Malta, situado frente a La Valeta, tras el naufragio de un barco en la II Guerra Mundial en la bahía de St. Elmo. El HMS Maori fue botado en 1937 y en 1942 recibió un ataque directo a su sala de máquinas que lo hundió definitivamente.
Está situado a unos 18 metros de profundidad y se le han retirado todas las armas que llevaba, pero queda el puente elevado que todavía es visible. Entre los restos, es posible ver muchas especies de peces.
Gadira bay
Esta playa arenosa situada al norte de Malta, junto a Mellieha, es una de las más grandes de la isla. De fácil acceso, la playa no suele estar muy llena ni siquiera en verano por lo que siempre es una buena opción para pasar un día tranquilo. Cuenta con todos los servicios, tumbonas, barcos y chiringuitos, lo que hace que Gadira bay sea el destino preferido por los turistas con niños.
Golden bay
Es una de las playas más famosas de Malta por su arena roja que contrasta con el agua transparente. Está situada junto a un acantilado y es uno de los mejores lugares para ver el atardecer en la isla.
Este enclave cuenta con la bandera azul que determina la calidad de sus aguas y se puede llegar a ella en autobús incluso. Cuenta con todos los servicios que podamos imaginar: tumbonas, restaurantes, duchas y servicio de socorrista. No suele estar llena ni siquiera en verano pese a que es una playa muy pintoresca que merece la pena visitar.
Xemxija bay
Esta zona de baño forma parte de la Bahía de San Pablo, al norte de La Valeta. Se trata de un lugar tranquilo cuyo nombre, Xemxija, significa soleado, es decir, uno de esos lugares de la isla donde el tiempo suele acompañar en las excursiones y días de mar.
Cuenta con un puerto muy bonito y cualquier servicio que podamos requerir para pasar el día allí puesto que está conectada a pie con el resto de la Bahía de San Pablo.