Las noches de Madrid tienen algo de alegría salvaje, de libertad suprema, de bohemia, de chulería madrileña… “Aunque la noche delire como un pájaro en llamas”, cantó en su canción-declaración de amor a la capital Joaquín Sabina, toda una autoridad en la materia de la farra nocturna. En Madrid uno puede salir un lunes sin despeinarse. Y un martes. Y un miércoles. Riendo y charlando, bebiendo y bailando, va pasando el tiempo…Cada cual tiene su rincón favorito, pero en Madrid, La Nuit siempre acaba desembocando en las luces del alba. De Huertas a Malasaña, de Lavapiés a La Latina, de cocktails caros en el barrio de Salamanca a garitos infames en Sol; hay de todo, para todos, y a cualquier hora. Incluso los científicos lo avalan: un estudio determinó en 2017 que la capital de España es la mejor ciudad del mundo para salir de fiesta. Aquí un práctico recorrido por la fauna y la flora nocturna de los Madriles.
- Un brindis por Cervantes y Quevedo en la calle Huertas
- Malasaña, regreso a la ‘Movida’ madrileña de los 80
- Chueca, diversión y diversidad en el barrio LGTBI de Madrid
- De latineo en La Latina
- Lavapiés, la noche más bohemia y mestiza
- Noches canallas y elegantes en el barrio de Salamanca
- Garitos y discotecas en Madrid centro
Un brindis por Cervantes y Quevedo en la calle Huertas
En pleno Barrio de las Letras, donde vivieron y bebieron ilustres literatos del Siglo de Oro como Cervantes, Lope de Vega, Quevedo o Góngora, la calle Huertas ha heredado el espíritu alegre de las tascas y fondas de antaño. Tanto esta vía peatonal como las adyacentes y la Plaza de Santa Ana ofrecen una gran variedad de locales de muy distintos estilos, desde la música retro de Sunset 80s al flamenco del tablao Cardamomo y el jazz de Café Central o La Fídula. También abundan todo tipo de locales de copas con música más comercial, o latina, como Mi madre era una groupie, el TBC, el Xaloc o La Lupe. La zona es muy popular entre los estudiantes extranjeros. Después de tomar unas copas, acabar cantando clásicos españoles en el Cheers Karaoke puede ser una divertida forma de cerrar la noche.
Malasaña, regreso a la ‘Movida’ madrileña de los 80
La ‘Movida’ madrileña, el movimiento contracultural de la juventud española de los años 80, se forjó en las calles del barrio de Malasaña. En estos bares tocaron y se corrieron fiestas legendarias estrellas de la música surgidas en aquellos años como Antonio Vega, Enrique Urquijo o Alaska, por decir algunos. De aquella época todavía resisten bares rockeros como el Tupperware, La Vía Láctea y el Penta, famoso por aparecer en la letra de La chica de ayer, de Antonio Vega. Hoy, la zona sigue siendo el epicentro de lo moderno y lo trendy, ahora dominado por la estética hípster, y en ella conviven locales de música indie, pop, electrónica y rock. Cada fin de semana, la zona se llena de jóvenes que comienzan la noche tomando un gin tonic en alguno de sus muchos bares de copas o viendo un concierto en locales míticos como la Sala El Barco o el Café La Palma. También está de moda ir de cañas a tabernas de toda la vida donde podría haber ido tu abuelo a tomar el vermú como Bodegas La Ardosa o Casa Camacho (imprescindible pedir un “yayo”). Entre las mejores opciones para terminar bailando hasta la madrugada, recomendamos el Ocho y Medio Club, el Taboó y el Wurlitzer Ballroom.
Chueca, diversión y diversidad en el barrio LGTBI de Madrid
Internacionalmente conocido por las Fiestas del Orgullo LGTBI, que se celebran cada año a principios de julio, el barrio madrileño de Chueca es, en realidad, una fiesta durante todo el año. Desde hace varias décadas, cuando la comunidad LGTBI llenó de vida sus plazas y calles, Chueca es una de las zonas más animadas y divertidas para salir de marcha en un ambiente tolerante en el que no se juzga a nadie. Gays y heteros son bienvenidos a sus muchos bares, ya sean ‘de ambiente’ o no, entre los que destacan salas históricas como la Libertad 8 o el Black & White, una discoteca pionera para el movimiento LGTBI desde hace 30 años. La zona destaca por su variada oferta de bares para distintas orientaciones sexuales, con algunos frecuentados por lesbianas, como Truco o Fulanita de Tal, y otros especializados en la cultura bear, como Enfrente o Zarpa. Quienes quieran divertirse en un delirante show de drag queens pueden ir al LL Showbar. Por último, no podíamos dejar de mencionar un clásico, el Tony 2, un piano bar delirante donde terminar la noche cantando a voz en grito junto a completos desconocidos.
De latineo en La Latina
Latineo: dícese de la acción de ir a tomar cañas y tapas a La Latina. Esta palabra, tan coloquial y castiza, se ha tenido que inventar para definir lo que miles de madrileños hacen cada fin de semana, especialmente los domingos. Y es que en el barrio de La Latina, ya sea en la Cava Alta y Baja o en la Plaza de la Cebada, encontramos decenas de bares con terraza y suculentas tapas. Los huevos estrellados de Casa Lucio, la tortilla de Pez Tortilla-La Latina, los aguacates rellenos de Café Angélica… La lista es larga. Y este plan, que puede ser una gran forma de entroncar la tarde con la noche, no tiene por qué acabar aquí. Quienes deseen trasnochar pueden acercarse a ver un espectáculo al Berlín Cabaret, escuchar música en directo en Contraclub o El Rincón del Arte Nuevo, disfrutar del prestigioso flamenco de El Corral de la Morería o salir a bailar a Shoko Madrid o Marula.
Lavapiés, la noche más bohemia y mestiza
El barrio más castizo y multicultural de Madrid, donde vecinos de toda la vida conviven con personas de más de 80 nacionalidades diferentes, asegura una noche diferente y especial en la que probablemente acabarás de bar en bar y entablando conversación con amables desconocidos. Después de cenar en alguno de los exóticos restaurantes del barrio (opcional, pero muy recomendable), por qué no comenzar la noche en el flamenco Candela, cuyo pequeño escenario ha acogido a leyendas como Camarón o Paco de Lucía. Después, cambiando drásticamente el ambiente, puedes sumergirte en el ambiente popero de El Juglar, en el indie alternativo de La Huelga o en el rockabilly de Travelling Bar. Si prefieres algo más castizo y madrileño, Bodegas Máximo o el bar San Lorenzo te harán retroceder a otros tiempos. Al filo de las tres, te enfrentarás a un arduo dilema: irte a casa o esperar el amanecer en el Club 33, una popular discoteca en la que no sería raro que te encontraras con algún periodista famoso o actor de moda. Esto es solo una pequeña muestra de los bares de Lavapiés; y es que, recurriendo otra vez al maestro Sabina, «solo en Antón Martín hay más bares que en todo Noruega».
Noches canallas y elegantes en el barrio de Salamanca
Si eres de los que valoras la sofisticación y elegancia, y no te importa pagar más por una copa, la Milla de Oro de Madrid no solo alberga tiendas de lujo, sino también gastrobares, vinotecas, terrazas lounge y discotecas de postín. El centro de ocio gastronómico Platea, el más grande de Europa con 6.000 metros cuadrados de bares y restaurantes, es una buena forma de comenzar la noche. Otros restaurantes de la zona, como Amazónico, permiten alargar la cena con ritmos jazz, blues, soul y funk en su propia discoteca, The Jungle Club. Pero llegado el momento de bailar, una apuesta segura son discotecas como Gabana, La Posada de las Ánimas o Serrano 41, salas con mucha solera que suelen ser frecuentadas por la jet set y celebridades televisivas.
Garitos y discotecas en Madrid centro
En los alrededores de la Puerta del Sol se encuentran algunas de las discotecas más emblemáticas e internacionales de Madrid, aquellas a las que más habitualmente van los turistas extranjeros. Es el caso de la Joy Eslava, un antiguo teatro abierto hace 150 años que se reinventó para convertirse en uno de los referentes de la noche madrileña. Otro sitio mítico es la sala El Sol, famosa por sus conciertos de artistas nacionales e internacionales. En los alrededores también se encuentran divertidas salas como Moondance o Charada, y un poco más lejos, al lado de Atocha, está Kapital, probablemente la discoteca más famosa de Madrid, con siete plantas de diferentes ambientes.