El barrio del Arenal es uno de los más concurridos, bulliciosos y visitados por los turistas que llegan a Sevilla. Forma parte del distrito Casco Antiguo y está delimitado por el Paseo de Colón y las calles de Adriano y del Dos de Mayo. En su día, concretamente durante los siglos XVI y XVII, conectó España con las Indias y hasta aquí llegaban los barcos cargados hasta los topes con el oro y la plata procedentes de Potosí y de otros puntos de América. Hasta el punto de que el Arenal fue bautizado, por su cosmopolitismo, como “la Babilonia del mundo” durante el siglo XVI.

Hoy, con el peso de la Historia a sus espaldas, conserva todo el aroma de un pasado de poderío y esplendor. La afamada Torre del Oro, la plaza de toros de la Maestranza, el Postigo del Aceite o la Torre de la Plata son símbolos y estandartes de este barrio emblemático, situado en el corazón de Sevilla.

Torres y murallas

El Arenal se halla en lo que fue el recinto amurallado de Sevilla, que en su día estuvo jalonado por magníficas torres defensivas que iban desde el río Guadalquivir hasta el Alcázar. Hoy sólo sobreviven la Torre del Oro, la Torre de la Plata y la Torre Abd el Aziz. También se conserva una de las puertas de las antiguas murallas, el Postigo del Aceite, entre las calles Dos de Mayo y Almirantazgo. Dicen que se llama así porque por ella entraban el aceite y otras grasas a la ciudad.

Torre del Oro en el Arenal de Sevilla
La Torre del Oro

Con sólo 4.000 habitantes censados, El Arenal está ubicado exactamente en la margen izquierda del río Guadalquivir. Durante el día se llena de terrazas y paseantes que disfrutan del buen clima que reina prácticamente todo el año. Se encuentra justo entre lo que fue la antigua Puerta de Triana de la vieja muralla y la soberbia Torre del Oro del siglo XIII, haciendo límite con tres barrios históricos: Museo, Alfalfa y Santa Cruz.

Homenaje en El Arenal

Vamos a comenzar nuestro recorrido partiendo del frondoso y apacible Paseo de Colón, que corre paralelo al río Guadalquivir. En esta avenida, que rinde homenaje al descubridor de América, se encuentra la Plaza de Toros de la Maestranza, considerada la catedral del toreo, que tiene en sus inmediaciones las estatuas de Curro Romero, Pepe Luis Vázquez y Carmen la Cigarrera, protagonista de la mundialmente conocida ópera de Bizet.

Maestranza de Sevilla el Arenal
Plaza de toros de la Maestranza de Sevilla

Toros, ópera y devoción religiosa

En este paseo nos topamos con el Teatro de la ópera, también denominado de la Maestranza, construido con motivo de la Exposición Universal de 1992, y la imponente Torre del Oro, que hoy acoge el Museo Naval. Y es que, además de los toros y la ópera, la otra pasión del barrio es la devoción religiosa, expresada en las numerosas hermandades y cofradías que viven todo el año pensando en la Semana Santa.

El paseo de Colón limita con los Jardines del Marqués de Contadero, que brindan vistas magníficas sobre el vecino barrio de Triana y sus puentes. Un trocito de Sevilla, en suma, que invita a relajarse en sus zonas de paseo y veladores sombreados. Al hallarse junto al río, en esta avenida se encuentran las paradas de los barcos que navegan por el Guadalquivir y también las de los autobuses turísticos.

La calle Adriano: Bares y restaurantes

La vecina calle de Adriano marca el centro o corazón del barrio. Va desde el Paseo de Colón hasta la plaza de la Puerta del Arenal. Es una vía plagada de bares y restaurantes y bordea la plaza de toros por su parte posterior. Aquí encontramos la capilla de la Hermandad del Baratillo, que sale en procesión el Miércoles Santo. ¿Por qué se llama Baratillo? Al parecer, el nombre procede de un tiempo pasado en el que se practicaba la venta ambulante en el barrio.

El origen se halla, según los estudiosos, en el siglo XVI. Entonces se montó una feria pensada para que chamarileros, ladrones y descuideros vendieran los frutos de sus robos y engaños. Y para corroborar esta teoría, sacan a relucir al mismísimo Cervantes, que llevó hasta allí a Rinconete y Cortadillo para vender las camisas que habían birlado a un francés. Incluso el pícaro Guzmán de Alfarache decía, refiriéndose a este mercadillo, que “la ropa blanca tenía buena salida”.

Las viejas Atarazanas del Dos de Mayo

Todo esto era normal en la época en la que América estaba recién descubierta, teniendo en cuenta además que la zona acogía gran parte del trasiego de la actividad del puerto, con su ir y venir de mercaderes, cargadores, carretilleros, marineros y maestres de navíos, al encontrarse en sus inmediaciones el edificio medieval de las Atarazanas, donde se reparaban y construían los barcos que partían de Sevilla.

Pero sigamos con la caminata, ahora en dirección a la calle del Dos de Mayo, otra de las arterias principales de la vida del barrio del Arenal. Ésta transcurre desde el Paseo de Colón hasta la avenida de la Constitución y pasa por las antiguas Atarazanas hasta cruzar el Postigo del Aceite. Es el momento de contemplar los pocos restos que quedan de la vieja muralla de Sevilla y, si seguimos en dirección a la calle del Arte, podemos acercarnos hasta El Postigo, un mercadillo de artesanía muy concurrido.

Otros grandes tesoros del Arenal

El Arenal custodia también otros grandes tesoros, como la Maestranza de Artillería, la iglesia de San Jorge o el Hospital de la Caridad, joya del Barroco sevillano que conserva obras de Murillo y Zurbarán. O las Naves del Barranco, un edificio de hierro diseñado por Eiffel. También estuvo en este barrio la Casa de Contratación de Indias desde su construcción en 1503 hasta su posterior traslado al Alcázar y, curiosamente el lugar donde un día estuvo la antigua Aduana lo ocupa hoy un edificio de la Delegación de Hacienda.

Hospital de la Caridad Arenal de Sevilla
Hospital de la Caridad

Y como premio después de este deambular por este atractivo barrio sevillano, nos vamos a ir hasta el Mercado del Arenal, en la calle de Pastor y Landero, construido sobre la vieja cárcel del Pópulo. Está situado en un edificio multifuncional del arquitecto Juan Talavera, donde hay comercios especializados en tés, vinos, cafés, productos ecológicos y artículos de artesanía. Aquí se celebran periódicamente catas de vino y se pueden comprar alimentos veganos.

Así que, si vas a Sevilla, no lo olvides: es imprescindible visitar el barrio del Arenal para empaparte de la historia y la singularidad de una ciudad que ama el bullicio, la ópera, los toros y el arte.