El Palau de la Música de Valencia sorprende a quienes pasean por el Jardín del Turia con un monumental vestíbulo acristalado, el cual recuerda en cierto modo a un gran invernadero, tanto por su lenguaje arquitectónico como por la evidente conexión entre el edificio y su entorno vegetal. Puede, incluso, que a los más versados en arquitectura, les venga a la mente —salvando lógicamente las distancias— el desaparecido Crystal Palace levantado por Joseph Paxton en Hyde Park coincidiendo con la celebración de la Gran Exposición Mundial de Londres en 1851. Sin embargo, más allá de su estética, lo que se esconde tras este vestíbulo transparente es un auditorio moderno del que músicos de la talla de Plácido Domingo aseguran que posee una excelente acústica. En este artículo te damos todas las claves para que conozcas uno de los espacios imprescindibles de la vida cultural valenciana.
La historia del Palau de la Música de Valencia
El edificio del Palau de la Música de Valencia fue inaugurado el 25 de abril de 1987, habiéndose encargado de su diseño José María García de Paredes, Premio Nacional de Arquitectura en 1956 y un profesional reconocido especialmente por sus proyectos de salas de conciertos a lo largo de la geografía española, entre ellos, el Auditorio Manuel de Falla (Granada), el Auditorio Nacional de Música (Madrid) y el Auditorio y Centro de Congresos Víctor Villegas (Murcia). Con semejante currículum por parte de su arquitecto, no es de extrañar que el gran tenor español Plácido Domingo afirmara, en referencia a la calidad de su acústica, que el Palau de la Música de Valencia “es un Stradivarius”.
Una de las características más interesantes del auditorio de García de Paredes es que mantiene un acertado diálogo con su entorno natural, el cual es fruto de la recuperación llevada a cabo por Ricardo Bofill de los tramos X y XI de los Jardines del Turia. Dichos jardines representan un verdadero pulmón verde para la población, ya que, a lo largo de sus siete kilómetros de longitud, la atraviesan desde la Ciudad de las Artes y las Ciencias hasta el Bioparc —el antiguo zoo de Valencia—. En realidad, este impresionante parque urbano se logró gracias a la presión ciudadana ante las autoridades, pues los valencianos lucharon decididamente por que los terrenos que quedaron libres tras la desviación del cauce del Turia —a consecuencia de la trágica riada de 1957— se emplearan para tal fin, y no para instalar un gran eje de comunicaciones como pretendían las administraciones locales y nacionales.
El vestíbulo del Palau es el mejor testimonio de ese diálogo entre arquitectura y naturaleza, porque, más allá de garantizar la conexión visual con la vegetación circundante, en el propio hall encontramos naranjos bañados por la potente luz que atraviesa la cubierta transparente y se posa en sus copas. De ahí que este espacio sea conocido como Hall Naranjos.
El amplio recibidor acristalado da paso a las principales salas del Palau de la Música de Valencia, entre las que destaca la José Iturbi, un espacio ideado para albergar conciertos sinfónicos y dotado de 1781 butacas. En ella, los espectadores rodean literalmente a los músicos, pues, además de la grada principal, dispone de palcos laterales y de filas de butacas situadas a espaldas de los integrantes de la orquesta. A excepción —claro está— de su director.
Por su parte, la sala Joaquín Rodrigo cuenta con 420 localidades y es utilizada fundamentalmente para conciertos de música de cámara y recitales líricos. Asimismo, el Palau acoge congresos, conferencias, lecturas poéticas y todo tipo de eventos, recurriendo para ello a algunas de sus salas secundarias, como la Lucrecia Bori, la Martín y Soler y la sala de Exposiciones.
Finalmente, y a raíz de la ampliación proyectada en 2002 por Eduardo de Miguel, el edificio también presenta un anexo subterráneo en el que se desarrollan cursos, ensayos y tareas administrativas, encontrándose también en este sector el archivo de la institución y un centro de documentación que custodia más de 7.000 partituras antiguas.
Los conciertos del Palau de la Música de Valencia
La programación del Palau está centrada fundamentalmente en música clásica y, en especial, en los conciertos de la Orquesta de València, algo que resulta lógico porque se trata de la principal formación musical de la ciudad y el Palau es su sede. De igual manera, los ciclos organizados por la Banda Municipal despiertan un gran interés entre el público local, destacando entre ellos los que tienen lugar en los jardines del Palau durante el mes de junio.
Ahora bien, la actividad del auditorio no se limita exclusivamente a lo clásico. De hecho, en su programa hallaréis propuestas de jazz, canción de autor o flamenco, además de actividades específicas para niños. Y es que desde la institución definen el Palau como un espacio para: “disfrutar, aprender, jugar, emocionarse, buscar, descubrir y mecerse al son de las músicas”.
El Palau de la Música de Valencia: comprar entradas
Si te apasiona la música y quieres aprovechar tu viaje a Valencia para acudir al Palau, solo tienes que consultar la programación y comprar las entradas online, a través de su servicio de venta telefónica o dirigiéndote directamente a sus taquillas. El horario de las mismas es: de martes a domingo, de 10:00 a 14:00 horas y de 17:00 a 21:30 horas.
Sean cuales sean tus preferencias musicales, seguro que vibrarás en sus butacas y disfrutarás de un auditorio célebre por su estupenda acústica. Al concluir la función, siempre podrás dirigirte hacia la playa o pasear y tomar una copa en alguno de los bares del centro, cerrando de esta forma una noche mágica en la capital valenciana.