En el Parque Natural de La Albufera, situado a tan sólo 10 kilómetros de la ciudad de Valencia, se encuentra el que es considerado mayor lago natural de España. Es también uno de los espacios protegidos que más riqueza ecológica alberga, gracias tanto a su hábitat marismeño plagado de arrozales, como a su situación como lugar de paso para multitud de especies aviares durante todo el año. Surgida hace 1,8 millones de años durante el Pleistoceno, en épocas más recientes los romanos bautizaron a esta enorme laguna costera con el nombre de Nacarum Stagnum (Lago de Nácar), según se intuye por los reflejos irisados que desprende al atardecer. Sin embargo, serán los árabes de Al-Ándalus, muy presentes en la zona de Levante durante la Baja Edad Media, los que se encargarán de darle su nombre definitivo: al-buhayra —o pequeño mar, en castellano—.

Cada año La Albufera de Valencia recibe la visita de más de 200.000 personas, atraídas por la belleza de sus paisajes de caña y barro, por la amplia oferta recreativa que ofrece y por la gastronomía basada en arroces que sus numerosos pueblos llevan siglos perfeccionando. Un remanso de paz, historia y naturaleza, a tan sólo un palmo de Valencia capital, que nos proponemos descubrirte si nos sigues. ¡Que comience el viaje!

Una lección rápida sobre el Parque Natural de La Albufera

Como decíamos, los territorios del actual Parque Natural de La Albufera se originaron hace miles de años, cuando un golfo marino que se extendía entre las desembocaduras de los ríos Turia y Júcar quedó separado del mar Mediterráneo gracias a la creación natural de una barrera arenosa. Posteriormente, La Albufera sería explotada primero a través de la caza, y después a través del cultivo del arroz, el cual hoy continúa siendo un pilar fundamental del paraje. Es así como, con la ayuda de la mano del hombre, se han ido definiendo los principales hábitats naturales de la zona, los cuales hoy son protagonistas en toda ruta que se precie.

  • La restinga es como se conoce a la franja arenosa que aisló la albufera del mar hace miles de años. A lo largo de la misma destaca la llamada Devesa del Saler, un llamativo entorno natural a pie de playa poblado mayoritariamente por pinos, que viene a representar uno de los pocos arenales costeros mediterráneos que se formaron durante el Pleistoceno y que aún hoy perviven.
  • La laguna de La Albufera, por su parte, representa el origen de todo lo demás, pues además de proveer de aguas a los arrozales circundantes, posee una biodiversidad y un valor paisajístico incalculables.
  • El marjal (o arrozal) es el resultado de un proceso de cultivo que se inicia en el siglo XVII en detrimento de la propia laguna. Hoy en día, este ocupa dos terceras partes del total del Parque.
  • El monte, aunque de manera subrepresentada, también existe en La Albufera, gracias a unos pequeños relieves esparcidos a lo largo y ancho de sus dominios, los cuales representan islotes de vegetación arbórea, visibles desde cualquier punto del Parque.
albufera de valencia
Albufera de Valencia

Qué hacer en La Albufera

Ahora que nos hacemos una idea somera de qué es La Albufera de Valencia, la siguiente cuestión es cómo visitarla. Lo cierto es que, a diferencia de lo que sucede con otras zonas de naturaleza salvaje, La Albufera se encuentra muy próxima a la ciudad, lo cual hace realmente sencillo su acceso. Una vez en ella, son muchas las opciones de conocer la singularidad de este espacio mediante todo tipo de actividades.

Lo ideal para informarse sobre todas ellas es acercarse al Centro de Visitantes Racó de L’Olla. Está situado en la zona de transición que va desde la Devesa hasta la laguna, y se puede encontrar fácilmente a un costado de la carretera secundaria CV-500, a medio camino entre los albuferencos pueblos de El Saler y El Palmar. A continuación incluimos algunas ideas de qué hacer en La Albufera.

Rutas en bici

La Albufera de Valencia cuenta con una amplia red de senderos, la mayor parte de ellos señalizados y accesibles tanto a pie como en bicicleta. De todos ellos, uno de los más recomendables es el que parte desde el Centro de Visitantes. Conocido como la ruta roja, se puede cubrir en bici y permite llegar, atravesando un significativo bosque mediterráneo, hasta la torre-mirador, con impresionantes vistas panorámicas sobre la laguna.

Por su parte, la ruta verde se adentra en los campos de arroz y entre las acequias que los riegan y permite conocer cómo es la vida tradicional de la zona. De hecho, hoy sería imposible entender La Albufera de Valencia sin este tipo de cultivos.

Por su parte, la ruta azul parte del pueblo de Catarroja e invita a conocer, pasando por su puerto, los procesos de construcción y reparación de las típicas embarcaciones que se usan en la laguna: albuferencs.

Paseos en barca

El Parque Natural de La Albufera acoge hasta seis embarcaderos municipales señalizados en diferentes pueblos de la zona. Los más populares son los de El Saler y El Palmar. En ellos se organizan diariamente excursiones en barca, guiados por patrones locales y que permiten acercarse a las orillas de la laguna y contemplar la rica avifauna que la habita o se alimenta en ella.

El precio es de unos 4-5 euros y el recorrido tiene una duración aproximada de 40 minutos. Estos paseos en barca son, sin duda, una oportunidad fantástica para dejarse mecer por el encanto de La Albufera. Lo mejor de todo es que no hace falta reserva previa.

Observación de aves

En la Albufera hay varios puntos especialmente indicados para el avistamiento de aves. Entre los mejores, destaca la torre-mirador de la laguna, a unos 400 metros del Portet de Sollana, y desde se puede observar la actividad de buena parte de las especies ornitológicas que viven o pasan por este humedal.

Es sólo uno de los numerosos lugares recomendados para avistar aves en el parque. A éste también se puede sumar el Tancat de la Ratlla, especialmente indicado para el avistamiento de aves limícolas, y el Mirador de Pujol, junto a uno de los tres canales que conectan La Albufera con el Mediterráneo y con una gran abundancia de avifauna entre octubre y marzo.

Lonja de pescado

La única lonja de pescado que ha sobrevivido en la zona de La Albufera de Valencia ha sido la de El Palmar. Nada que ver con aquellos tiempos en que en la laguna se pescaban unos 100.000 kilos de anguilas y lubinas al año. Hoy las capturas son mucho menores. Aún así, sigue siendo todo un espectáculo asistir a la compra/venta de los pescados en este pequeño espacio, que mantiene el sabor y el ambiente de otra época.

Aquí se pueden adquirir, aparte de las citadas lubinas y anguilas (sobre todo de acuicultura), otras especies como la llisa (o mújol) y la carpa. Entre los meses de octubre a abril también es posible adquirir anguilas maresas salvajes. El horario es de lunes a viernes, de 8 a 14:30 horas y los sábados, de 8 a 13 horas.

Playa de la Albufera

La playa de la Albufera de Valencia es la Devesa de El Saler, una franja de tierra y vegetación, prácticamente virgen, que actúa de barrera natural entre el Mar Mediterráneo y la laguna dulce y que es una parte más de este magnífico espacio protegido.

Sus casi 5 kilómetros de extensión están conformados por una arena fina y dorada, flanqueados por un cinturón de pinos, lentiscos, madreselvas, palmitos y coscojas. Plantas en las que habita una gran cantidad de aves. Así que, más allá del baño, la experiencia que supone visitar esta zona de la Albufera de Valencia resulta de lo más gratificante en cualquier época del año.

Pueblos de la Albufera

Buena parte de la superficie de la Albufera pertenece al municipio de Valencia, que lo comparte con otros 13, cada uno de ellos con sus propias pedanías (barrios o aldeas). Los hay de vocación agrícola y pesquera, como Sueca, El Palmar o Pinedo. Pero también hay pueblos que están más enfocados al turismo. Es el caso de El Saler, Cullera o El Perellonet.

Todos ellos, de una forma u otra, tienen su origen en la explotación de los recursos naturales y agrícolas generados por la propia Albufera y en todos ellos se puede admirar el elemento arquitectónico más característico de Valencia: las barracas. Es decir, las humildes casas con empinado tejado a dos aguas cubierto de cañas y carrizo y sustentado por paredes de adobe en las que aún habitan algunas familias de la zona.

albufera de valencia
Albufera de Valencia

Y es que, a propósito de embarcaciones, el Parque Natural de La Albufera acoge hasta seis embarcaderos municipales señalizados en diferentes pueblos de la zona —los de El Saler y El Palmar son los más populares—. En ellos se organizan diariamente recorridos en barca, cuya guía de la mano de patrones locales permite acercarse a las orillas de la laguna y contemplar su avifauna. Con un precio de entre 4 y 5 euros, y una duración aproximada de 40 minutos, estos paseos son una oportunidad fantástica para dejarse mecer por el encanto de La Albufera. Lo mejor de todo es que no hace falta reserva previa.

Dónde comer en La Albufera

En el entorno de La Albufera se puede disfrutar de una gastronomía única. En los inabarcables campos de arroz que rodean la laguna se esconde el secreto mejor guardado de la zona: el origen de la cocina típica valenciana y la célebre paella. Según los autóctonos de la zona, antiguamente los hombres se ponían de manera excepcional frente a los fogones mientras las mujeres se iban a rezar juntas, dando como resultado un arroz “pa´ ella”. Cierta o no esta explicación, lo que está claro es que no puedes irte de La Albufera sin probar una paella elaborada por alguno de los chefs albuferencos que pueblan la zona.

Un buen ejemplo es el restaurante Bon Aire, en El Palmar. Un local que ofrece diversos platos de arroz, aderezado con ingredientes procedentes directamente de la huerta. La paella valenciana de pollo y conejo, la de verduras y caracoles, la de pato, o el «arros negre” son sólo algunas de las modalidades disponibles dependiendo de la época del año. Y si nos queda hueco, el «allipebre» –anguila, patatas, ajo y pimienta– o las “clóchinas” –una especie de mejillones típicos de Valencia– también merecen una detallada degustación.

Otra buena opción es el restaurante El Pasqualet, también en El Palmar. El local, elegante y luminoso, es el marco perfecto para degustar una carta que se adentra en lo mejor, más gustoso, sabroso y atractivo de la gastronomía típica valenciana. 12 arroces diferentes, de la tradicional paella de pollo y conejo al arroz de carabineros y el de bogavante, que se pueden acompañar de platos como las clóchinas al vapor o las puntillas fritas o salteadas con setas y espárragos.

Lugares donde comer paella en la Albufera

En la Albufera de Valencia el lugar donde comer paella es, sí o sí, El Palmar. En esta pequeña población se concentran buena parte de los restaurantes “arroceros” de la zona. Aparte de los ya mencionados Bon Aire o El Pasqualet, una buena recomendación es la Arrocería Maribel, cuya terraza está junto al agua y que ofrece la versión más clásica de la paella, con pollo y conejo, además de la de verduras de temporada, ideal para veganos.

Otra buena recomendación para comer paella en la Albufera es el restaurante El Graner, en cuya carta hay 18 variedades de arroces, desde la tradicional paella valencia hasta la de calabaza y bacalao, pasando por el arroz negro o el de bogavante meloso.

Y, por último, está el restaurante Mornell, cuya terraza junto al embarcadero municipal tiene siempre una gran demanda. Se explica por lo agradable del entorno, pero también y sobre todo por la calidad de sus paellas y arroces, tanto secos como melosos. Entre las primeras está la paella Albufera, con pollo, conejo, verduras y caracoles. Y, cómo no, también está el arroz del senyoret.