El 23 de abril se celebra en Barcelona el Día de Sant Jordi, patrón de Cataluña. Toda la ciudad, y especialmente las Ramblas se llenan con puestos de libros y rosas en un ambiente festivo y primaveral.

El Día de Sant Jordi coincide con la celebración del Día Mundial del Libro, declarado por la Unesco en 1995, y con la conmemoración de la muerte de Cervantes y Shakespeare. Casualidad o no, la realidad es que es un fecha dedicada a los libros que en Barcelona se celebra de forma especial.

Ya en el siglo XV hay constancia de que en la ciudad se organizaba una feria de rosas por Sant Jordi, donde solían ir los prometidos. Para la introducción del libro en la tradición de esta festividad hay que avanzar hasta los años veinte del siglo pasado cuando, con motivo de la Exposición Internacional de 1929, los libreros se organizaron para presentar sus novedades.

  1. Libros y rosas en las Ramblas
  2. San Jordi y el Dragón
  3. Actos del Día de Sant Jordi
  4. Pan de Sant Jordi

Desde entonces se puede ver a la gente paseando con libros y rosas por las calles de Barcelona en un ambiente festivo y alegre, a pesar de ser un día laborable. Tradicionalmente los hombres regalan rosas a su amada y las mujeres libros a los hombres. Pero con el tiempo esto ha evolucionado y cualquiera puede recibir libros o rosas.

Libros y rosas en las Ramblas

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Libro y Rosa. Típicos del día de Sant Jordi

Todas las novedades literarias de la temporada están en los puestos de las Ramblas y el paseo de Gràcia cada 23 de abril conmemorando el Día de Sant Jordi. Tendrás, de esta manera, una oportunidad para conseguir la dedicatoria de tu escritor favorito o incluso hablar con él sobre su obra, ya que suelen estar presentes.

La rosa roja es el símbolo del amor en el Día de Sant Jordi en Barcelona. Los puestos de floristas llenan las calles en una jornada en la que se venden el 40% de las rosas de todo el año. Generalmente estas se entregan envueltas con un lazo de la bandera catalana y acompañadas de una espiga, símbolo de la fertilidad.

San Jordi y el Dragón

Sant Jordi era un caballero bajo las ordenes del emperador Diocleciano que se negó a perseguir a los cristianos. Fue martirizado y decapitado. Desde 1456 es el patrón de Cataluña. Pero la historia que más conocemos es la que muestra a Sant Jordi como un héroe que salvó a una princesa de las garras de un dragón. La leyenda sitúa el relato en un pueblo de Tarragona llamado Montblanc. Un terrorífico dragón atemorizaba a los habitantes del pueblo, que sin saber cómo vencerle, y una vez que se habían quedado sin ganado, decidieron entregarle a una persona cada día para alimentarle. Se decidía por sorteo quien sería el siguiente, y un día le tocó a la hija del rey. Cuando la joven princesa se encaminaba hacia la cueva del dragón llegó Sant Jordi a su rescate. Atravesó al dragón con su espada y de la sangre del animal nació un rosal con rosas rojas. El joven Sant Jordi cogió una y se la regaló a su princesa. Esta leyenda no solo se cuenta en Cataluña, otros países como Inglaterra, Grecia o Portugal también adaptan esta historia.

Puedes observar distintos momentos de la leyenda representados en el propio paseo de Gràcia en la fachada de la Casa Batlló, que además se engalana especialmente el 23 de abril. El guiño más conocido está en su azotea, donde sobresale el lomo del dragón y la espada de cuatro brazos de Sant Jordi, pero si alzas la vista desde la calle verás en el último piso un pequeño balcón en forma de flor que llaman el balcón de la princesa. En el resto de la fachada, los balcones en forma de calaveras y las columnas con forma de huesos representan a las víctimas del monstruo y en el vestíbulo, la escalera tiene unos remates similares a unas vértebras representando la cola del dragón.

Actos del Día de Sant Jordi

Puedes aprovechar este día para visitar el interior del Ayuntamiento de Barcelona, pues Sant Jordi es uno de los tres en los que se abre al público. El acceso es gratuito y se puede visitar la Capilla del Buen Consejo, el Salón de Crónicas o la Galería Gótica donde se encuentra la capilla de San Jordi. Se trata de una visita teatralizada con la participación de personajes como el mismísimo Sant Jordi, la princesa o Ramón Muntaner, cronista del siglo XIV.

Tradicionalmente se celebra la misa de Sant Jordi en la capilla del Palau de la Generalitat y la bendición de las rosas en el patio, acompañados por los conciertos de carrillón, el órgano de campanas situado en el Palau.

Pan de Sant Jordi

La festividad de Sant Jordi tiene su propio dulce, como tantas otras. Desde hace 30 años, los pasteleros de Barcelona realizan el pan de Sant Jordi, creado por el panadero Eduardo Crespo. Con una base de harina, mantequilla y azúcar el pan tiene también como ingredientes queso elemental, sobrasada de Mallorca y nueces. Generalmente se decora con la bandera catalana en gelatina roja o la silueta de un caballero matando al dragón, pero simplemente su corte con las capas de sobrasada y queso se asemeja a la senyera.

Barcelona te permite disfrutar del Día del Libro en un ambiente festivo y romántico gracias a Sant Jordi.