Estepona es, frente a lo que ha ocurrido en otros lugares de la llamada Costa del Sol, una de las localidades que mejor han sabido mantener su esencia. Es verdad que se trata de una ciudad repleta de hoteles y apartamentos turísticos. También lo es el hecho de que sus playas suelen estar abarrotadas de turistas durante los meses de verano.

Pero no es menos cierto que el centro de Estepona mantiene su urbanismo de casas blancas decoradas con macetas de vivos colores. Y que el Mediterráneo que la baña sigue concentrando sus mejores riquezas en forma de frutos de mar: pescados y mariscos de un sabor inigualable que se degustan en sus muchos restaurantes y chiringuitos.

Así, Estepona sigue siendo un destino muy familiar e, incluso, muchos malagueños y andaluces tienen en este pueblo su segunda residencia. Además, está a dos pasos del Estrecho de Gibraltar y de la Sierra Bermeja, dos espacios naturales que regalan panorámicas realmente impactantes.

  1. Casa Ciriaco
  2. Sobrino de Botín
  3. Posada de la Villa
  4. Malacatín

Qué hacer en Estepona

Ante todo, Estepona merece un callejeo reposado por su casco histórico. Porque, pese a las urbanizaciones que lo rodean, el centro de la localidad conserva su ambiente andaluz y popular. Aquí se encuentra, cómo no, la iglesia parroquial (Nuestra Señora de los Remedios), construida en el siglo XVIII, que perteneció a un convento franciscano.

En el centro de Estepona también hay varias agradables plazas, como la de las Flores, donde está la Casa de la Cultura y que es un buen punto de encuentro, sobre todo por la tarde-noche. También, la Plaza del Reloj, presidida por la Torre del Reloj (siglo XVI), que fue el campanario de una desaparecida iglesia.

 

 

Además, en Estepona se pueden admirar los siguientes monumentos y puntos de interés:

  • Castillo de San Luis: mandado construir por los Reyes Católicos, a principios del siglo XVI, en sustitución de la antigua fortaleza musulmana. Lo que puede admirarse es parte de la muralla, oculta durante siglos por las casas que se adosaron a ella. También la Torre Romana de la calle Villa.
  • Paseo Marítimo de Estepona: es uno de los lugares más agradables de la localidad. En total, casi 3 kilómetros de recorrido, flanqueados por el Mediterráneo, bonitas zonas ajardinadas y terrazas.
  • Plaza de Toros: es la primera asimétrica construida en el mundo (1972), para asegurar el máximo de sombra a sus espectadores. Aparte de espectáculos de todo tipo, en sus instalaciones acoge varios museos municipales.
  • Faro de Punta Doncella: fundamental, junto con otro faro situado en Ceuta, para guiar a las embarcaciones que embocan el Estrecho de Gibraltar. Se construyó a principios del siglo XX y alcanza los 20 metros de altura (31 sobre el mar).

¡A la playa de Estepona!

El frontal marítimo de Estepona tiene 23 kilómetros, en los que hay hasta 15 playas de diversa extensión, casi todas con un mismo denominador: son de arena fina y con bastantes servicios. De hecho, dos de ellas tienen el distintivo de Bandera Azul (en 2019), con el que la Fundación Europea de Educación Ambiental reconoce a las mejores playas del continente.

Espetos en Estepona

Estas son algunas de las playas más destacadas de Estepona:

  • Del Cristo: es, probablemente, la más popular entre los vecinos de la localidad. Se caracteriza por sus arenas finas y por la claridad del agua. Está muy próxima al puerto.
  • La Galera: es ideal para la práctica del submarinismo, la pesca y el windsurf. Está junto a la torre que le da nombre, parte del antiguo sistema defensivo litoral.
  • De la Rada: unos tres kilómetros de playa urbana, flanqueada por el Paseo Marítimo de Estepona. Cuenta con todos los servicios esperables en una playa de estas características, chiringuitos y actividades deportivas incluidos.
  • Costa Natura: es la playa nudista de Estepona. Tiene 850 metros de extensión, arena gris y algunas piedras. Es una de las más bonitas de este litoral.
  • Del Saladillo: con sus 6 kilómetros es una de las más extensas de esta localidad. Por lo general, está muy bien cuidada y limpia, sobre todo en temporada alta.
  • La Chullera: también conocida como Punta de la Cala Sardina, pertenece al término municipal de Manilva. Aun así, por sus bellezas naturales merece la pena la excursión desde Estepona.

 

 

El Orquidario de Estepona

El Orquidario de Estepona se ha convertido en los últimos años en uno de los principales puntos de atracción de la localidad. Este jardín botánico, situado en pleno casco urbano, alberga unas 1.300 especies botánicas en un espacio interior de más de 1.000 metros cuadrados.

Desde el exterior llama la atención por sus cúpulas acristaladas, sobre todo la más grande, que alcanza los 30 metros de altura. Bajo ellas crecen orquídeas procedentes de los más variados rincones del planeta. Casi todas de una belleza realmente seductora. Todo en un entorno idílico en el que destaca un pequeño lago y una cascada de agua.

El Orquidario abre a diario, excepto lunes, entre las 10 y las 19 horas. El domingo, solo hasta las 14 horas. El precio de la entrada es de 3 euros para adultos y de 1 euro para los niños.

Dónde comer en Estepona

La oferta de restaurantes y chiringuitos de Estepona es enorme, con locales para todos los gustos y tipo de comensal. Estos son algunos de los más recomendables:

  • Las Dunas (Urbanización Boladilla Baja, Ctra. Marbella-Estepona, km 163,500): en el hotel Healthhouse Las Dunas, este restaurante sorprende por la apuesta por una cocina sana y equilibrada, sin renunciar a la delicadeza ni la calidad de los ingredientes.
  • La Alcaría de Ramos (Jazmín, s/n, Urbanización El Paraíso): un restaurante de segunda generación, en un bonito caserón con vistas y donde se elabora cocina tradicional, pero con ópticas (ingredientes y presentaciones) bastante actuales.
  • Robbies (Jubrique, 11): es el local ideal para mitómanos, pues de sus paredes cuelgan fotos y objetos relacionados con los clásicos del cine de Hollywood. Cocina andaluza elaborada y siempre alguna sorpresa en la carta.
  • Plan B (Luis Braille, s/n Edificio Paraíso): un lugar original donde lo mismo se va a tomar un café o una cerveza en cualquier momento del día, como al brunch, que celebran a diario.