Distrito de Ronda
El distrito de Ronda, el más poblado de Granada con unos 50.000 habitantes, se desarrolló en el siglo XX como un intento fallido de poner límites a Granada para que la ciudad no invadiera toda la vega. Construido al oeste de la ciudad sobre una cañada real, sus vecinos de mayor edad aún recuerdan los tiempos en los que las casas convivían con antiguas ventas que desaparecieron en los años 50, cuando la zona comenzó a masificarse con grandes bloques de viviendas. O cuando era conocido como el “barrio de los charcos”, porque entonces la zona era una sucesión de descampados sin apenas luz y calles sin asfaltar que se encharcaban cada vez que llovía. El distrito, integrado por los barrios del Camino de Ronda, Fígares-Río Tenerías y Rosaleda, ha pasado de ser un humilde enclave obrero a un barrio residencial que prácticamente puede considerarse parte del centro de Granada. Acoge lugares de interés como el Parque de Federico García Lorca (donde se puede visitar la casa de veraneo del poeta), el Parque de las Ciencias y el lugar exacto donde Boabdil, el último rey nazarí, entregó las llaves de la ciudad a los Reyes Católicos.
El barrio Camino de Ronda, llamado así por la larguísima avenida del mismo nombre que lo atraviesa, acoge la calle Pedro Antonio de Alarcón, la zona de marcha universitaria de Granada por excelencia, y la Huerta de San Vicente, la casa de veraneo de la familia García Lorca donde el poeta de la Generación del 27 escribió muchas de sus obras. El barrio también es sede de numerosos locales de ambiente LGTBI.
El contiguo barrio de Fígares-Río Tenerías, atravesado por el río Genil, tiene una historia curiosa: la segunda parte de su nombre data de época nazarí, ya que entonces los árabes utilizaban esta zona para curtir y trabajar pieles. La primera se la debemos al arquitecto Matías Fernández-Fígares, quien en la década de 1930 diseñó, sobre lo que antes eran casas en un descampado, una “ciudad jardín” para la clase trabajadora. Apenas queda alguna de aquellas revolucionarias viviendas unifamiliares con jardín, ya que en los años 70 se derribaron para construir los bloques de pisos que hoy caracterizan al barrio.
Fígares ofrece al visitante puntos de interés que abarcan toda la historia de Granada. Si nos queremos remontar a la lejana época nazarí, en el Paseo del Violón, junto al río, sobreviven el Alcázar Genil, una antigua residencia de verano de los sultanes que data del siglo XIII, y la ermita de San Sebastián, un morabito almohade de 1218, hoy cristianizado, junto al que se produjo uno de los momentos “estelares” de la historia de la humanidad: la entrega de llaves de la ciudad a los Reyes Católicos por parte del derrotado Boabdil el 2 de enero de 1492. El barrio también es atravesado por la Acequia Gorda del Genil, que ha regado la vega granadina desde el siglo XI. Testigo de un pasado más cercano es el orgulloso edificio de la fábrica de harinas El Capitán, símbolo del auge y declive de la Granada industrial del siglo XIX, que desde 1991 es sede del Colegio Público Profesor Tierno Galván. Y por último, como símbolo del presente y del futuro, Fígares acoge también el moderno Parque de las Ciencias, uno de los museos de divulgación científica más prestigiosos de Europa.
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