Los faros de Menorca despiertan una gran atracción en los recién llegados a la isla, en ocasiones incluso antes de haber aterrizado en la misma. Y es que quienes tienen la suerte de apreciar la geografía menorquina desde la ventanilla del avión —es decir, a vista de pájaro— difícilmente olvidan cómo las lenguas terrestres de la costa penetran en las aguas del Mediterráneo y cómo en sus puntas, donde el oleaje golpea con fuerza los acantilados, se alzan majestuosas estas construcciones encargadas de arrojar luz intermitente, de velar por la seguridad de los navegantes.
Su emplazamiento en puntos aislados de naturaleza agreste, la mezcla de azules marinos y turquesas de las aguas del Mediterráneo, el misterio y el romanticismo que siempre acompaña a este tipo de construcciones… Tomo suma para generar una atmósfera mágica en torno a los distintos faros de Menorca. Si quieres saber de qué estamos hablando, toma nota. En este artículo te contamos todo lo que necesitas saber para poner rumbo hacia los mejores faros de la preciosa isla balear.
El faro de Cavalleria
Iniciamos nuestro recorrido por los 7 faros de la isla con el más antiguo de ellos. Ubicado en la parte más septentrional de Menorca, en la punta del cabo de Cavalleria, este faro se encuentra a 94 metros sobre el nivel del mar, encima de un bello acantilado. De ahí que la altura total de la construcción —15 metros— sea una de las más reducidas del conjunto de faros menorquines, pues la propia orografía ya le brinda la condición de atalaya, imprescindible para que los barcos puedan identificarlo desde 22 millas náuticas. Así pues, el atractivo del faro de Cavalleria no reside tanto en la espectacularidad de la edificación, sino más bien en la belleza de su entorno, una península rocosa que se adentra en el mar y que resulta perfecta para contemplar atardeceres inolvidables.
Inaugurado en 1857, se levantó para poner fin a la larga lista de naufragios acontecidos en la zona norte de la isla, cifrados, según las crónicas locales, en más de 700 desde el siglo XVI. El faro de Cavalleria fue el último de la isla en dejar de funcionar con petróleo —este era el método tradicional—, pues no dispuso de alimentación eléctrica hasta la década de los 80 del siglo pasado.
Está situado a 14 kilómetros de Es Mercadal y Fornells, o lo que es lo mismo, a unos 30 minutos en vehículo propio. Ahora bien, si os animáis a visitarlo coincidiendo con la puesta de sol, conviene salir con suficiente antelación, ya que las carreteras locales no son precisamente autopistas y, además, en los meses estivales se suelen dar importantes aglomeraciones. En cualquier caso, os aseguramos que todas las incomodidades previas se os olvidarán cuando veáis al sol desapareciendo entre las aguas del Mediterráneo.
El faro de Favàritx y el faro de punta Nati
Lamentablemente, la construcción del faro de Cavalleria no acabó con los naufragios en la costa norte de Menorca. Por ello, las autoridades optaron por levantar dos más:
- El faro de Favàritx. Fue edificado entre 1917 y 1922, y es uno de los más visitados de la isla. A ello contribuyen la belleza de la construcción en sí misma, con su característica torre de 28 metros, pintada a franjas diagonales negras y blancas, pero también su entorno, pues se sitúa en la zona más húmeda de la isla, en pleno parque natural de S’Albufera des Grau, y a corta distancia de algunas de las calas más bonitas del norte de Menorca, como cala Tortuga o cala Presili. Además, dentro del edificio podréis encontrar una exposición sobre señales marinas.
- El faro de punta Nati. Si indicábamos que el faro de Favàritx está situado en la zona más húmeda de la isla, el de punta Nati se encuentra justamente en lo que se conoce como la Menorca seca. En su construcción influiría decisivamente la presión ejercida por el gobierno francés a raíz del naufragio del barco Général Chanzy en 1910. Así pues, tres años más tarde el faro se encontraba inaugurado. Destaca por presentar una estética muy diferente a los restantes, estructurándose en torno a dos edificios realizados con mampostería, entre los cuales se alza una torre pétrea de planta hexagonal. Se encuentra a tan solo seis kilómetros de Ciutadella, en un paraje casi desértico, desde el que puede apreciarse, al fondo, la costa mallorquina.
Otros faros de Menorca
Si bien los comentados hasta el momento son para muchos los más atractivos de la isla, Menorca aún dispone de otros cuatro faros más:
- El faro de Artrutx. Emplazado a 7 kilómetros de Ciutadella —en este caso hacia el sur—, el faro de Artrutx sí que se encuentra situado junto a un núcleo urbano, a diferencia de lo que ocurría con los mencionados previamente. Como nota de interés, cabe señalar que la que antiguamente era vivienda del farero alberga hoy día un restaurante. Por otro lado, está ubicado a corta distancia de algunas de las mejores calas del sur —como Turqueta y Macarella— y de los mejores spots para practicar surf —las calas d’en Bosch y Son Xoriguer—.
- El faro de isla del Aire. El más alto de todos los faros de Menorca se erige en un islote deshabitado que se encuentra en el extremo sureste de la isla. Por ello, lo más habitual es contemplarlo desde la playa de punta Prima; si bien, existe la posibilidad de llegar a dicho islote en barca, donde vive la lagartija negra, una de las especies endémicas de Menorca.
- El faro de Sant Carles o faro de Mahón. El antiguo faro del puerto de Mahón fue lamentablemente destruido para ampliar una zona de ejercicios militares. En su lugar, hoy encontramos una torre metálica desprovista de mayor interés.
- El faro de Sa Farola. Conocido también como faro de Ciutadella, podréis llegar hasta el mismo dando una agradable paseo por la bocana del puerto de la localidad. Además, ese agradable trayecto de unos 20 minutos coincide con una de las etapas del Camí de Cavalls, es decir, de un histórico sendero de 185 kilómetros que rodea por completo la isla.
Como ves, puedes encontrar un faro en cada uno de los extremos de Menorca. ¡No tienes excusa para abandonarla sin haber visitado al menos uno de ellos!