El nombre de Urgull proviene del gascón y significa ‘orgullo’. Esto era lo que sentían los habitantes de San Sebastián por este entorno, orgullo de este promontorio que tantas veces les ha defendido y les ha dado cobijo.
Situado entre la Parte Vieja y el Paseo Nuevo, en uno de los extremos de la bahía de la Concha, la exuberante vegetación del monte Urgull es uno de los principales pulmones de la urbe. Además de tener vistas excepcionales desde cualquiera de sus miradores, este lugar lleno de historia vio nacer San Sebastián, sangrando y luchando por ella en múltiples ocasiones. Te contamos la mejor manera de conocerlo.
Urgull, el monte de San Sebastián que salía en las crónicas
Tanto por su enclave estratégico como por su orografía, desde el siglo XII este fue el sitio elegido para crear una fortaleza militar que defendiera la ciudad. De esta manera se levanta el castillo de la Mota, testigo irreductible de guerras y asedios a lo largo de los siglos. Las huellas de todos estos hechos bélicos te acompañarán en cualquiera de los senderos que decidas explorar por el Urgull. Además, las construcciones que irás encontrando suponen uno de los patrimonios más significativos de San Sebastián.
Cuando se inicia el siglo XX, el castillo de la Mota pasa a ser Monumento Histórico Artístico Nacional y se decide que el monte Urgull pase a ser un parque público. Se intenta también recuperar los vestigios del pasado e integrarlos en el paisaje para que el paseo por este entorno fuese más enriquecedor.
Las posibilidades en este monte de San Sebastián son muy numerosas, ya que hallarás interesantes sitios defensivos, museos, bellos miradores y diferentes excursiones. Vale la pena darse una vuelta y respirar en calma escuchando solo el sonido del mar.
Las paradas obligatorias del monte Urgull
Cualquiera de los senderos que se pueden recorrer por Urgull son aptos para todos los públicos y están perfectamente señalizados. Puede ser un plan especialmente atractivo para realizar con niños, a los que podrás ir narrándoles las diferentes historias de la ciudad y cómo el lugar que pisan servía de protección contra los invasores.
El atractivo se volverá mayor cuando surjan cañones, torres y restos de murallas que crearán el escenario perfecto. Al haber conservado muchos de los elementos de la fortaleza, el monte Urgull se ha convertido en un auténtico museo al aire libre. Existen cuatro puntos clave que no te puedes perder:
- Batería de las Damas. Son varias las construcciones de este tipo que hay en el Urgull, siendo esta una de las más sobresalientes. Su curioso nombre le fue dado porque cuando estaba activa, próxima a esta batería había una fuente, a la que solo se podía acceder pasando por este lugar. En aquella época eran las mujeres las que iban a recoger agua, por lo que los encuentros con los soldados eran frecuentes. Párate entre los cañones y contempla las maravillosas vistas. En la parte superior hoy en día hay una biblioteca, abierta en verano y Semana Santa. Si además tienes la suerte de que ese día las olas rujan, el espectáculo está servido.
- Batería del Gobernador. Un poco antes de acceder al castillo de la Mota, encontramos otra de las baterías mejor conservadas de todo el monte Urgull. En la actualidad, se organizan talleres infantiles varias veces al año. Es otra de las ventanas para admirar una nueva panorámica de San Sebastián.
- Castillo de la Mota. Corona la cima del monte y era la principal defensa de la ciudad desde el siglo XII. Hoy se ha convertido en un pequeño museo para explicar su fascinante historia de más de 800 años, donde puedes entrar de manera gratuita. Desde aquí podrás llegar hasta el monumento del Sagrado Corazón, el punto más alto desde donde obtendrás las mejores perspectivas de San Sebastián. Asegúrate de tener a mano la cámara.
- Cementerio de los Ingleses. En las faldas del monte Urgull se halla este cementerio lleno de misterios. Sus orígenes son bastante desconocidos, aunque la teoría más extendida es que están enterrados los soldados ingleses muertos en la Primera Guerra Carlista. También puede tratarse de una fosa común de soldados franceses; aunque no le faltan otras explicaciones románticas. Aun se pueden ver algunas lápidas y hay un mural que rinde homenaje a los caídos en combate.
Caminos para subir al monte Urgull y visitar el castillo de la Mota
Cualquiera de sus senderos es bastante accesible para realizar incluso con los más pequeños, pues el desnivel no es muy grande. Los itinerarios están perfectamente marcados y hay numerosos carteles explicativos de las diferentes zonas, además de que los caminos están asfaltados. En unas dos horas y después de cuatro kilómetros, podrás recorrer sus principales enclaves.
Hay cuatro rutas con cuatro accesos diferentes: desde el paseo Nuevo, desde la plaza Zuloaga, desde el paseo de los Curas y desde la parte trasera de la basílica de Santa María del Coro. Todas las excursiones están repletas de miradores y te irás enamorando de cada uno de ellos. Es imposible no ir parando a cada paso. Desde algunas zonas verás mejor el Casco Viejo, desde otras la bahía de la Concha con el monte Igueldo de fondo, o simplemente, observarás el baile que forman las olas del Cantábrico al chocar con los espigones.
Una de las mejores opciones es comenzar en la plaza Zuloaga, donde se encuentra el museo de San Telmo. Así pasarás por diferentes miradores hasta llegar al castillo de la Mota. Después, comenzarás el descenso pasando por la batería de las Damas y el cementerio de los Ingleses. Elige el camino que baja por el paseo Nuevo para bordear el monte Urgull, acercándote al mar.
Un poco más adelante te espera una de las joyas donostiarras firmada por Jorge Oteiza, Construcción Vacía, que se alza desafiando al mar y que será aun más emocionante si el oleaje acompaña. Seguro que después de esta jornada se te ha abierto el apetito, por lo que puedes reponer fuerzas en Bokado Mikel Santamaría, un moderno espacio con impresionantes vistas al mar donde degustar pintxos y una cocina de mercado. Será la guinda a un día redondo empapándote de la historia de San Sebastián.