Fuerteventura es una isla llena de sorpresas que siempre nos sorprende con lugares que rezuman historia. Uno de ellos es Betancuria, la localidad menos poblada de esta isla canaria. En el recuerdo de esta población, de apenas 800 habitantes, queda el momento de su fundación, por Jean Betencourt, en el siglo XV.

Su ubicación en el valle del Macizo de Betancuria es, en parte, responsable de su trayectoria y del éxito turístico cosechado. De hecho, está considerada la población más importante a nivel artístico de Fuerteventura. Pese a no tener grandes playas o monumentos característicos, atrae cada año a miles de turistas que caen rendidos a su encanto.

Qué ver en Betancuria

Ejemplo de ello es la céntrica iglesia de Santa María, que adquirió el título de catedral entre 1424 y 1431, o lo que os lo mismo, durante el tiempo que se mantuvo vigente el obispado de Betancuria, que fue el primero en crearse de todo el territorio insular. Actualmente ejerce de parroquia matriz, destacando en ella su elegante torre, encalada como el resto de la construcción, en la que solo distinguimos el color natural de la piedra en determinados elementos, como las portadas o las ventanas. Su interior, distribuido en tres naves, muestra una interesante mezcla de estilos, pues en él conviven de forma armónica motivos góticos, renacentistas, mudéjares y barrocos.

 

 

El otro gran edificio religioso de la localidad es el convento franciscano de San Buenaventura, que se encuentra a poco más de cinco minutos a pie. Pese a conservarse en ruinas —su techumbre se ha perdido completamente—, merece la pena adentrarse en su interior y disfrutar del encanto especial de estas edificaciones donde puede apreciarse la belleza desnuda del lenguaje arquitectónico exento de ornamentación escultórica o pictórica. Asimismo, frente al edificio conventual se halla la ermita de San Diego, levantada sobre la cueva donde, según la tradición, rezó el santo franciscano durante su estancia en Fuerteventura, entre 1441 y 1449.

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Betancuria. Fuerteventura.

Casco antiguo de Betancuria

Pero, aparte de sus principales monumentos históricos, lo que más llama la atención en Betancuria es su cuidado casco histórico, que preserva como pocos lugares en Fuerteventura y el resto del archipiélago la típica arquitectura canaria. Tanto es así, que las edificaciones de esta localidad fueron declaradas Conjunto Histórico-Artístico en el año 1979.

Un reconocimiento que puso en valor la singularidad de este espacio civil y religioso de claro estilo colonial, con sus construcciones levantadas con oscura piedra volcánica y con las fachadas encaladas para protegerse del intenso sol que castiga la isla durante buena parte del año.

En la visita al casco antiguo de Betancuria, aparte de la iglesia de Santa María y el convento de San Buenaventura, ya citados, no deberían faltar el Ayuntamiento, con sus bonitos balcones de madera de estilo canario y repletos de flores, ni el Museo Arqueológico y Etnográfico de Fuerteventura. En éste se puede descubrir y profundizar en la forma de vida y costumbres de los mahos, pobladores originarios de la isla.

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Betancuria. Fuerteventura.

Mirador de Guise y Ayose

Antes de abandonar el municipio, merece la pena contemplar el espectáculo natural brindado por el Parque Rural de Betancuria desde el mirador de Guise y Ayose. Éste es el más reciente punto panorámico construido junto a las carreteras que recorren el interior de Fuerteventura. Desde aquí se domina tanto el municipio de Betancuria como buena parte de la mitad norte de la isla, con las colinas que declinan hasta el océano.

El nombre de este mirador viene por el de los dos reyes guanches que dominaban la zona Norte y Sur de Fuerteventura en el momento de la llegada de los conquistadores normandos. En su memoria se ha instalado en este lugar un monumento con sus dos imponentes figuras de cuatro metros de altura y realizadas en bronce. Su autor es el lanzaroteño Emiliano Hernández.

También es impresionante la panorámica desde el de Morro Velosa, diseñado por el artista lanzaroteño César Manrique. Como lo son las piscinas naturales de Aguas Verdes, situadas en la costa oeste de Fuerteventura, que permiten darse un chapuzón junto al Atlántico, aunque disfrutando de aguas más tranquilas y cálidas que las del océano.

 

 

Qué ver cerca de Betancuria

Como núcleo originario de la conquista de Fuerteventura y del resto del archipiélago, Betancuria se extendió más allá del actual núcleo de población a través de construcciones que hoy forman parte del rico legado histórico de la zona. Además, hay aquí parajes naturales que bien merecen una excursión a pie.

Vega de Río Palmas

Bastan diez minutos en coche desde Betancuria para llegar a esta localidad, que alberga la atractiva ermita de Nuestra Señora de la Peña, célebre por custodiar la imagen de la patrona de Fuerteventura. Se trata de una escultura realizada en alabastro de apenas 23 centímetros, hallada, según la leyenda, por fray Juan de Santorcaz en el barranco de Malpaso.

Ermita Valle de Santa Inés

emplazada a 14 kilómetros de Betancuria, su fachada exterior resulta extremadamente austera. Sin embargo, el interior dispone de un interesante ciclo pictórico que recorre las paredes de su única nave –cubierta por un artesonado de madera– y de un pequeño retablo barroco.

Barranco de las Peñitas

En esta zona del municipio de Betancuria se encuentra una de las rutas de senderismo más bellas de Fuerteventura. Además, bastante desconocida por la mayoría de los turistas. A lo largo de ella se disfruta de entornos tan espectaculares como el Arco de las Peñitas, oquedad natural entre las extrañas rocas volcánicas que conforman este paisaje singular.

Dónde alojarse cerca de Betancuria

Entre las diversas opciones para alojarse cerca de Betancuria destacamos estos hoteles por sus servicios, instalaciones y prestaciones de gran nivel:

Barceló Fuerteventura Beach Resort: este nuevo complejo junto a la playa de Caleta de Fuste está compuesto por cuatro hoteles con conceptos diferenciados. Así, el Hotel Barceló Fuerteventura Mar, anteriormente llamado Barceló Fuerteventura Thalasso Spa, es un establecimiento ideal para unas vacaciones en familia, con 486 habitaciones completamente reformadas. A ellas se suman tres piscinas, cinco restaurantes de cocina nacional e internacional, seis bares y el teatro Green House, con espectáculos durante el día y la noche.

Quienes prefieran un punto extra de sofisticación y servicios diferenciales, pueden reservar sus habitaciones en el Hotel Barceló Fuerteventura Royal Level-Family Club y en el Hotel Barceló Fuerteventura Royal Level-Adults Only, que cuentan con accesos y servicios exclusivos respecto al resto de alojados en este resort.

El cuarto de los alojamientos que forman parte del complejo Barceló Fuerteventura Beach Resort es el Hotel Barceló Fuerteventura Castillo, anteriormente conocido como Barceló Castillo Beach Resort. Un hotel que ofrece 301 estudios y bungalós, completamente reformados en estilo canario y que resultan muy amplios y confortables.

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Convento de San Buenaventura. Fuerteventura.

Por su parte, en el municipio norteño de Corralejo hay dos alojamientos muy destacables. Por un lado está el Hotel Barceló Corralejo Bay Adults Only, con 241 habitaciones que ofrecen una gran tranquilidad y privacidad y un magnífico centro Wellness, con una amplia carta de tratamientos y zona de hidromasaje. Está junto a las magníficas dunas y el espacio natural de que presume este muncipio. No muy lejos se encuentra el Hotel Barceló Corralejo Sands, con 156 amplias habitaciones y suites, ideal tanto para viajes en familia como parejas o grupos de amigos. A las dos piscinas de este hotel se suma la posibilidad de realizar deportes náuticos como vela, buceo o windsurf, entre otros.