Aunque Fuerteventura se asocia, sobre todo, a sus espectaculares playas, también hay paisajes de montaña de gran atractivo y que merece mucho la pena conocer. En el Parque Natural de Jandía, un territorio de más de 14.000 hectáreas, que cubre gran parte del sur de la isla, se encuentra Pico de la Zarza. Es el punto más elevado de la isla. Su situación privilegiada, a más de ochocientos metros de altitud sobre el nivel del mar, permite, en días despejados, contemplar unas vistas impresionantes. Las playas de Cofete y Barlovento emergen como un sueño ante los ojos del viajero. La península de Jandía impone desde arriba. Pero no es este el único premio que ofrece el ascenso.

La subida hasta el Pico de la Zarza hace posible disfrutar de un nuevo perfil de esta isla de carácter árido. El paisaje es rico en contrastes y cambia de texturas y colores. El mar va quedando atrás y a medida que se avanza hacia lo alto, sobre todo en el tramo final, el entorno se vuelve mucho más húmedo. La riqueza de este espacio es indudable, con especies vegetales y faunísticas autóctonas que hacen las delicias de los amantes de la naturaleza.

Pico de la Zarza, la montaña más alta de Fuerteventura

Como alternativa a la playa, Fuerteventura depara a los amantes de la escalada la sorpresa de la ruta hacia su montaña más alta, el Pico de la Zarza. Se encuentra en la península de Jandía, surgida de una de los tres importantes erupciones volcánicas que, hace veinte millones de años, conformaron la isla de Fuerteventura. Aquí el viajero se encuentra ante un paisaje de suaves laderas que contrasta con la majestuosa presencia del macizo de Jandía, coronado por el Pico de la Zarza, con sus 807 metros de altitud.

Quienes aspiran a conocer a fondo la isla de Fuerteventura no pueden dejar de visitar este territorio que aporta un sentimiento de trascendencia aún mayor a un paisaje marcado por la sobriedad y el aislamiento. No se puede tener una imagen completa de la isla sin conocer esta parte de su geografía. Acceder a las crestas rocosas, que se observan desde el litoral, es una experiencia inolvidable. Es como subir por una escalera natural, desde el mar a la cima de la montaña, escalón a escalón, percibiendo la grandeza de un territorio salvaje e imponente.

En ruta hacia el Pico de la Zarza

El camino de ascenso a Pico de la Zarza se inicia en la población turística de Morro Jable, en el municipio de Pájara. Se aconseja elegir un día despejado para subir al techo de Fuerteventura, pero cuando la montaña se cubre de brumas, algo muy frecuente, la visión resulta hermosa y contrasta con la sobriedad y los tonos amarillos del paisaje majorero. La ruta no es complicada, aunque tiene destacados desniveles y el viento suele ser constante. Transcurre por unos siete kilómetros y medio de subida permanente, con muy buena señalización, que ocupan aproximadamente tres horas. Durante el trayecto, el caminante va ascendiendo desde la costa hasta la zona más húmeda de la isla.

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Pico de la Zarza. Fuerteventura.

La rotonda de Morro Jable, donde una escultura simboliza un barco con las velas extendidas, es uno de los puntos de partida más habituales para iniciar la aventura. Subiendo por la calle Don Quijote se siguen las señalizaciones y se accede, a través de una pista de tierra, hasta un depósito de agua que marca la entrada al Parque Natural de Jandía. A partir de ahí, el senderista avanza por una cuesta de poco más de seis kilómetros hasta alcanzar el barranco de Vinamar. La ascensión regala panorámicas impresionantes, pero queda todavía un kilómetro y medio para llegar a la cima y disfrutar de las prometidas y espectaculares vistas finales.

La riqueza vegetal y faunística de Pico de la Zarza

El placer del camino y la contemplación del paisaje hacen que el ascenso a Pico de la Zarza resulte altamente enriquecedor. Pero aún hay más: los amantes de la naturaleza y el senderismo no pueden dejar de sorprenderse con la vegetación y la fauna de esta zona de alto valor tanto geológico como biológico. Los vientos alisios llegan hasta las crestas del Parque Natural de Jandía y crean un ecosistema húmedo, único en el territorio majorero.

En las zonas más bajas, por las que discurre el primer tramo del recorrido hacia Pico de la Zarza, abundan especies como el cardón de Jandía, símbolo de Fuerteventura, la tabaiba y el verode, capaces de soportar la falta de lluvias y la alta salinidad del ambiente. En el último trecho destacan especies autóctonas como los tajinastes y el anís de Jandía, y las magarzas de Winter.

Encuentro con aves y reptiles en el ascenso

En cuanto a la fauna, en la ruta de ascenso hasta la montaña más alta de Fuerteventura el senderista puede encontrarse hasta con 28 especies de aves. Las más características de la fauna local, capaces de adaptarse a la dureza del territorio majorero, son la hubara, el ibis, el halcón de Berbería y el guirre, también conocido como alimoche canario, el único buitre presente en el archipiélago canario. Esta ave, actualmente en vías de extinción, lleva una vida sedentaria, es la más grande de las islas y se refugia en riscos y acantilados. Compartiendo hábitat se encuentran los reptiles, que se convierten en compañeros de camino. Entre ellos destacan el lagarto atlántico, el perenquén y la lisa majorera.

Descenso y curiosidades en los alrededores de Pico de la Zarza

El descenso del Pico de la Zarza también tiene premio: darse un baño en la playa de Cofete. Lo que parecía un sueño desde la montaña más alta de Fuerteventura se hace realidad.  En el camino de regreso, siguiendo la misma ruta de la subida, se llega a esta playa, una de las más bellas y salvajes de la isla. Muy cerca se encuentra la misteriosa Villa Winter, una leyenda en Fuerteventura que atrae a los visitantes más curiosos.

 

 

Impresiona su localización en uno de los rincones más aislados de la isla y se accede a ella por un escarpado camino de piedra. Fue construida en los años cuarenta del siglo XX por Gustavo Winter, un adinerado ingeniero alemán. Hay muchas teorías y leyendas en torno a esta construcción. Se dice que fue una base de aprovisionamiento para la flota de submarinos nazis durante la Segunda Guerra Mundial. Se habla de túneles subterráneos desde los sótanos de la villa hasta el mar. Se ha llegado a decir incluso que sirvió de refugio a Hitler al finalizar la guerra. Una nota de intriga para poner fin a una jornada de intensa aventura.