De la Alpujarra almeriense al Parque Natural Cabo de Gata-Níjar, los sabores de Almería hay que conocerlos, degustarlos y asimilarlos. Con influencias de las provincias colindantes (Murcia, Málaga y Granada) y de toda el área mediterránea, su gastronomía se compone de recetas sencillas con especial apego a la tradición.
Al ser una región característicamente agrícola y con área costera, su cocina está estrechamente vinculada a la huerta y a los productos del mar y la tierra.
Gurullos, ajopollo, bullabesa, chérigan… Los platos típicos de Almería se heredan generación a generación, motivo por el cual su cultura culinaria se mantiene intacta desde hace siglos y nos permite seguir degustándola hoy. ¡Conozcamos Almería a través de su cocina!
- Patatas en ajopollo
- Potaje de vigilia
- Gurullos con conejo
- Chérigan
- Sopa bullabesa
- Migas de Almería
- Caldo quemao
- Ajo colorao
- Olla de trigo
- Papaviejos
- Sopa bullabesa de Almería
- Tabernero
- Patatas a lo pobre
Patatas en ajopollo
Recetas para pasar el invierno almeriense hay muchas. Este guiso tradicional, compuesto de ingredientes “reciclados”, es un sabroso canto a la comida humilde, es decir, aquella que se hace con ingredientes baratos y con lo que hay en la despensa: patatas, ajo, almendras y pan duro bastarán como ingredientes principales.
El truco es, en primer lugar, dorar el pan, las almendras y los ajos en una sartén con aceite y lograr que nada se queme. En segundo lugar, majarlo todo en un mortero hasta dar con una pasta espesa, que es lo que se conoce como ajopollo. Se cocina junto a las patatas y un poco de caldo a fuego lento en una olla durante 10-15 minutos y se acompaña –si así se desea– de huevo duro. Una receta tan sencilla de preparar como sabrosa.
Potaje de vigilia
Estrechamente ligado con la tradición y la religión, este plato se come en toda España en época de Cuaresma. Compuesto de garbanzos, habichuelas, espinacas y bacalao desalado, la receta sigue los mismos estándares en toda Andalucía, y casi en toda la Península. El truco, dicen los expertos, es añadir el bacalao en el momento preciso de cocción de la legumbre.
Gurullos con conejo
Si hay un plato típico de la gastronomía de Almería, es sin duda los gurullos. Se trata de un tipo de pasta de pan alargada, con forma de grano de arroz, elaborada con harina, agua y azafrán y muy característica de esta zona.
Pero no olvidemos que el verdadero protagonista de este plato es el conejo, una carne tierna con alto valor nutricional que encumbra esta sencilla receta como una de las más sabrosas y delicadas de la cocina almeriense.
Chérigan
El chérigan es, sin duda, el aperitivo más famoso de Almería. Está compuesto por una rebanada de pan untada generalmente con alioli, a la que se añaden múltiples ingredientes: atún o caballa, jamón serrano o cocido y otros productos típicos como quesos.
No hay un bar o taberna en la provincia que no lo sirva como tapa, pero lo más curioso es su origen. Dicen que se inventó, allá por los años 60, en el popular Café Colón de Almería. En un momento en el que la fiebre cinematográfica despuntaba en la región, el chef del Café era apodado “el Sheriff”, y su creación culinaria se quedó con esta derivación popular de su mote.
Sopa bullabesa
De la costa Mediterránea viene este maravilloso plato con reminiscencias francesas. La sopa de Almería, o bullabesa almeriense, es una receta de dificultad media que cocinaban las mujeres de los pescadores con diferentes mariscos del día, aquellos que no se habían podido vender.
Se prepara principalmente para entrar en calor durante el invierno y, aunque admite todo tipo de variantes, la base principal lleva rape, gambas y almejas. ¿El toque maestro de esta sopa? La mayonesa que se utiliza diluida en el caldo. Eso es, junto con el pescado, lo que le da suntuosidad y un sabor inconfundible a la receta.
Migas de Almería
De norte a sur, las migas son uno de los platos más presentes en nuestra gastronomía, un plato muy versátil que tradicionalmente se come en familia y se enriquece con los ingredientes de cada zona.
En Almería, como no podía ser menos, también tiene sus singularidades: en lugar de pan, se preparan directamente con harina de trigo, pimiento verde, ajo, aceite de oliva y agua. Y como acompañamiento las verás con boquerones o sardinas fritas, tomate, pepino o rabanitos crudos, morcilla o aceitunas negras partidas.
Caldo quemao
A pesar de lo poco apetecible de su nombre, lo cierto es que este plato es una delicia para los amantes de las sardinas, pues este pescado es su ingrediente principal.
Esta receta, compuesta por lo mejor del mar y de la tierra, acompañaba tradicionalmente a las gachas y a las migas almerienses. Pocos ingredientes, pero en perfecta armonía: patatas, pimiento, tomate, ajo, cebolla y sardinas bastan para preparar este sabroso guiso.
Ajo colorao
El nombre lo dice todo… este colorido plato típico de la zona sur (no solo de Almería, sino de Murcia, Córdoba, etc.) está compuesto de un puré con la consistencia de un salmorejo. Los ingredientes son: patata cocida con bacalao desalado, pimiento choricero, ajo, tomate y comino.
Un plato muy saludable que se puede comer solo, con huevo duro o sobre rebanadas de pan. En la región de Almería, concretamente, se acompaña de un tipo de pan elaborado con harina de maíz que se llama bollo de panizo.
Olla de trigo
Seguimos con los platos estrella de la gastronomía almeriense con este guiso que encontrarás también como tapa en muchos bares y restaurantes de la zona. La olla de trigo u ‘olla de San Antonio’, como se conoce también por la tradición de comerlo el 17 de enero, día de San Antonio Abad, es un plato sabroso y contundente.
Por su preparación e ingredientes podría considerarse un primo lejano del cocido madrileño: encontrarás entre ellos garbanzos y carnes varias de cerdo (costillas, espinazo, tocino, morcilla…), y otros que lo hacen único y genuino, como el trigo y el hinojo salvaje.
Papaviejos
Si visitas Almería en Semana Santa, probablemente en todos los bares, restaurantes, panaderías y pastelerías veas este postre tan típico, sobre todo en este periodo, que lleva entre sus ingredientes patata, leche, harina y azúcar.
Acompañado de leche o chocolate caliente, estos dulces esponjosos harán las delicias de los más pequeños. Son como pequeños buñuelos que se cubren de azúcar.
Sopa bullabesa de Almería
La sopa bullabesa, un plato con reminiscencias francesas, llega directamente de la costa de Almería. Algunos denominan sopa de Almería o bullabesa almeriense a una receta con raíces tradicionales que preparaban las esposas de los pescadores con el marisco o pescado que no se había vendido ese día. De este modo se aprovechaba el género en casa.
Es un plato que habitualmente se cocina en invierno para entrar en calor. No podríamos decir una receta exacta de la sopa bullabesa ya que admite todo tipo de variantes. Algunos ingredientes fijos son el rape, las gambas y las almejas. Como todos los platos almerienses, también tiene un toque especial. En este caso, el que le aporta la mayonesa que se diluye en el caldo. Imagina el resultado, un caldo cremoso con un pescado exquisito. Muy recomendable.
Tabernero
Este plato, parecido al pisto, es uno de los que habitualmente sirven en los bares almerienses como tapa. Su origen no está muy claro pero algunas voces apuntan a que fue creado en el bar El Disloque, y que este nombre recuerda el origen del dueño que era del pueblo de Tabernas.
La receta en cuestión lleva verdura cortada en tiras (cebolla, pimientos verdes, tomate, ajo y un toque picante de cayena). Se suele servir en una cazuela de barro o bien sobre una rebanada de pan. Es uno de esos platos que siempre te dejan ganas de más.
Patatas a lo pobre
Pocos platos tan sencillos y sabrosos como las “papas a lo pobre” de Almería. Se puede comer como plato principal con un huevo encima o servido en pequeñas raciones, como tapas, en los bares. También es habitual que las patatas a lo pobre acompañen a otros platos de carne o de pescado.
Para prepararlas solo se necesitan patatas, cebolla (o cebolleta), pimientos rojos y verdes, ajos, pimienta negra, aceite y sal. Las patatas y todo lo demás se fríe y luego se presenta con un huevo frito encima. Algunos incluso añaden unas lonchas de jamón. Los amantes del picante puede espolvorear un poco de cayena encima.