Ibiza está tejido por pueblecitos que representan un microcosmos de la isla. Cada uno está inclinado a seguir sus propias tradiciones y tienen atractivos únicos que no te puedes perder. No solo los municipios cercanos al mar son recomendables, sino que en el interior también te aguarda más de un tesoro, como es el caso de Santa Gertrudis de Fruitera, justo en la región central.

Santa Gertrudis está considerado uno de los pueblos con más ambiente de Ibiza, además de resultar muy acogedor. Está plagado de bares y restaurantes, y recibe turismo durante todo el año. Tras una profunda remodelación, su plaza se cortó al tráfico y sus calles se hicieron peatonales, evidenciando al pasear a pie el contraste de los establecimientos de toda la vida con los más modernos.

 

  1. Bar Costa, el restaurante de los bocatas de Santa Gertrudis
  2. En Santa Gertrudis también puedes hacer shopping
  3. Una cena romántica en la Finca la Plaza
  4. Qué ver cerca de Santa Gertrudis
  5. Santa Gertrudis de Fruitera y sus fiestas

Qué ver en Santa Gertrudis 

La vida de este pueblecito de casas blancas se desarrolla en torno a la iglesia y a la plaza, un espacio que se ha transformado totalmente para el uso y disfrute de sus visitantes. La iglesia se terminó a finales del siglo XVIII y su campanario, que es un añadido posterior, es uno de los mayores de Ibiza. La fachada actual es de muros encalados, pero en el interior aún se conserva un retablo original.

 

 

El núcleo urbano se fue formando alrededor de la plaza, que hoy se encuentra repleta de bares y terrazas en las que disfrutar de la animada vida de Santa Gertrudis. La escultura en bronce, que preside la plaza, representa al primer obispo de Ibiza, y está firmada por el artista ibicenco Pedro Hormigo.

Santa Gertrudis
Iglesia de Santa Gertrudis.

Bar Costa, el restaurante de los bocatas de Santa Gertrudis 

Aunque parezca curioso, uno de los motivos por los que la gente visita Santa Gertrudis son los famosos bocadillos tostados que ofrecen muchos de sus establecimientos, y a muy buen precio.

En la plaza, el que se lleva todas las atenciones es el Bar Costa, que fue pionero a la hora de elaborar estos bocadillos de jamón con pan tostado y tomate. Su sencillez y su sabor auténtico se han convertido en todo un símbolo del pueblo, una tradición.

Se forman verdaderas colas para degustarlos en el Bar Costa, que es igualmente llamativo por su decoración. En sus salas hay colgados cuadros de lo más variopintos, de artistas hippies de la zona. Solo sirven bocadillos y, aunque tengas que esperar un poco, te aseguramos que vale la pena, ¡no te vayas sin probarlos! 

 

 

En Santa Gertrudis también puedes hacer shopping 

Otro de los atractivos de Santa Gertrudis son sus tiendas de artesanía, en las que encontrarás desde típica ropa ibicenca a complementos y todo tipo de accesorios. Si estás buscando un regalo especial o quieres darte un capricho, estás en el sitio indicado, pues las boutiques afloran por todas partes.

Igualmente destacadas son sus galería de arte, ya que en el pueblo viven muchos artistas de diferentes nacionalidades. Empápate de ese espíritu bohemio que le aporta la multiculturalidad a Santa Gertrudis.

Una cena romántica en la Finca la Plaza 

Si por algo es conocida Santa Gertrudis es por la presencia de numerosos restaurantes donde pasar una tranquila velada, alejada del ambiente más festivo que caracteriza a la isla.

¿Quieres un lugar romántico? Dirígete al restaurante Finca la Plaza, dejando a un lado la iglesia. Su precioso jardín te dará la bienvenida y creará ese espacio íntimo con el que estabas soñando. La carta es sencilla, con productos locales y platos mediterráneos llenos de sabor.

Suelen servir la comida en fuentes de madera para seguir en sintonía con el tono rústico. El rey de su cocina es el horno de carbón, el cual emplean en muchos platos para intensificar los sabores de sus materias primas. Además, cuenta con una estupenda bodega. ¿Puedes imaginar un sitio más idílico?

 

 

Qué ver cerca de Santa Gertrudis 

En los alrededores de Santa Gertrudis domina un paisaje agrícola que te permitirá descubrir cómo era la Ibiza rural de años atrás.

Anímate a recorrer los caminos sin asfaltar y a perderte entre la naturaleza, donde se encuentran algunas de las mayores empresas agroalimentarias de la isla, como la única granja de vacas lecheras.

Si estás paseando por los aledaños de Santa Gertrudis no te pierdas el restaurante Can Caus, donde todo lo que ofrecen es de elaboración propia. Es un lugar selecto, digno de un buen capricho. Dicho local también cuenta con una tienda donde comprar sus productos.

Santa Gertrudis de Fruitera y sus fiestas 

Si visitas Ibiza en noviembre, podrás asistir a las fiestas de esta localidad. Se celebran alrededor del día 16. Se monta una carpa en la plaza para acoger los conciertos, se hacen degustaciones y hay una pequeña feria para la diversión de los más pequeños. Es una ocasión perfecta para conocer Santa Gertrudis en su máximo apogeo.