El cuidado de la piel es fundamental, y en vacaciones es posible que no le prestemos la suficiente atención. Si, además, te encuentras en un lugar de playa, el cuerpo está aún más expuesto al sol. Si tienes la suerte de estar en Ibiza, habrá muchas playas y calas que no querrás perderte. El primer consejo que te damos es protegerte con las cremas apropiadas, y el segundo, que aproveches un recurso natural que está en plena naturaleza y que es gratuito: el barro.
Los recursos de algunas calas ibicencas incluyen el barro, una sustancia con la que los bañistas cubren su cuerpo por completo. Con esta práctica aseguran que les queda la piel más tersa e hidratada. El barro es posible usarlo tanto en jóvenes como en mayores, pues elimina las impurezas e incluso puede ayudar a las articulaciones por sus propiedades antiinflamatorias. El poder de absorción del barro y el efecto estimulante de los minerales que contiene será un auténtico regalo para la piel. Tampoco podemos obviar que existe una corriente de escepticismo sobre estas propiedades, por lo que es mejor probarlo antes de opinar.
- Baño de barro en la playa de Aigües Blanques
- La cala de Es Bol Nou y su barro rojizo
- Los barros de Cala Xarraca
Descubre los lugares más famosos para conseguir un tratamiento completo.
Baño de barro en la playa de Aigües Blanques
Esta famosa playa se encuentra en Santa Eulalia del Río, en la parte oriental de Ibiza. La arena dorada que se presenta ante tus ojos, una vez que bajas por la rampa entre los acantilados, hace que sea un entorno ideal para acudir en pareja. Está aislada, es tranquila y muy recomendable para todos aquellos interesados en practicar nudismo.
Aigües Blanques recibe también muchos visitantes ansiosos por darse un baño de barro. En los acantilados que rodean la playa las paredes están compuestas de un mineral de color gris. Acércate con una botella de agua en la mano, moja la roca y forma el barro con el cubrirás tu piel, el cual dicen que tiene efectos regeneradores.
Es muy habitual ver a los bañistas en la orilla esperando a que el barro se seque al sol, para después zambullirse en el mar y limpiarse. Es una playa perfecta para un día íntimo y romántico, sobre todo en las primeras horas cuando está mas solitaria.
Lo mejor para llegar es ir en coche desde San Carlos, siguiendo las indicaciones de una carretera algo estrecha. El parking más cercano es de pago, mientras que hay otro gratuito un poco más lejos. El acceso a la playa solo se hace a pie, pero el paseo merecerá la pena.
La cala de Es Bol Nou y su barro rojizo
A esta pequeña cala también se la conoce como El Rincón del Marino y se localiza en la parte sur de la isla. Es una de las más conocidas entre los ibicencos. Tiene un acceso fácil y está justo bajo un acantilado, sobresaliendo por sus aguas claras que están entre las favoritas de los aficionados al esnórquel o al buceo.
A poca distancia hay un excelente restaurante, Sa Caleta, especializado en arroces y pescados preparados siguiendo las recetas locales. Otro punto atractivo de Es Bol Nou es el asentamiento fenicio de Sa Caleta, uno de los primeros que fue permanente en Ibiza.
A todo ello se añade el gran protagonista de esta playa, un barro de un característico color rojizo que se consigue mojando las paredes de los acantilados. Embadúrnate y pasea hasta el yacimiento fenicio de Sa Caleta mientras se seca y la piel absorbe sus propiedades. Después, solo tendrás que darte un chapuzón para quitarte el barro y sentirte renovado. No te vayas de la cala sin contemplar una peculiar excavación en la roca, entre los acantilados, usada a modo de mirador para sacar una foto única de la costa.
Para llegar a Es Bol Nou tendrás que conducir en dirección al aeropuerto y tomar el desvío hacia Can Tomás, siguiendo las indicaciones de Cala Jondal y Sa Caleta. Hay un aparcamiento bastante amplio en el que no suele haber problema.
Los barros de Cala Xarraca
Esta es una de las playas del norte de Ibiza más populares entre los amantes del buceo, debido a sus aguas cristalinas. Se halla dividida en dos: una parte más extensa protegida por un acantilado, frente al restaurante Cala Xarraca que te servirá deliciosos platos típicos ibicencos; otra a la que se llega por un camino en el lado izquierdo, un rincón más secreto donde se suele practicar nudismo.
Justo en esta zona más escondida es donde podrás obtener el famoso barro, vertiendo un poco de agua sobre las rocas de los acantilados. Al ser zona de nudismo puedes aprovechar para cubrir tu cuerpo entero sin complejos y ponerte al sol mientras el barro actúa sobre la piel.
Frente a la cala hay un pequeño islote al que se puede llegar nadando. Aprovecha para hacer un poco de esnórquel y maravillarte con la riqueza de la fauna marina en estas aguas. Los curiosos varaderos, casas típicas de pescadores con plataformas de hormigón, también se presentan en esta playa, donde los más osados saltan desde tres metros de altura al mar.
Para llegar a Cala Xarraca tienes que seguir la carretera hacia Portinatx y coger el desvío en el kilometro 17, que está indicado. No suele haber problema de aparcamiento y el acceso a la playa es sencillo.
Cuidado con la publicidad sobre el islote de Espalmador
Hasta hace poco, eran muchos los que se acercaban hasta la pequeña isla de Espalmador, situada al norte de Formentera, a apenas media hora en barco desde Ibiza, para bañarse en una pequeña laguna fangosa y cubrirse de lodo. Esta práctica se popularizó debido a una conocida escena que aparecía en la película Lucía y el sexo.
Espalmador forma parte del Parque Natural de Ses Salinas y en la actualidad estos baños están totalmente prohibidos y sancionados. En primer lugar, es insalubre ya que estas aguas están estancadas y pueden ser peligrosas para nuestro cuerpo. Y en segundo lugar, pero no menos importante, se puede alterar gravemente la biodiversidad del paraje.
Cualquier publicidad o información que anime a los baños en este lugar es totalmente engañosa, aunque sí es recomendable visitar la isla y contemplar su increíble entorno natural.
Disfruta de los beneficios del barro solo en las playas permitidas y respetando en todo momento estos espectaculares espacios. No abandones Ibiza sin obsequiar a tu piel con este pequeño regalo.
