Breve historia del Bazar de las Especias
El origen del Bazar de las Especias de Estambul hay que buscarlo a mediados del siglo XVII. Y la explicación se encuentra en la construcción de la Nueva Mezquita (Yeni Camii) de Eminönü. Así, lo que se buscaba era financiación tanto para las obras como para el mantenimiento posterior de ésta.
Todo ello bajo el aliento y patrocinio de Hatice Turhan, madre del sultán Mehmet IV. La idea original era vender en este mercado todo tipo de especias, hierbas y compuestos medicinales que llegaban hasta el puerto del Cuerno de Oro.
Como la mayoría de los barcos que transportaban esas mercancías procedían de Egipto, pronto se empezó a conocer este mercado también con el nombre de Bazar Egipcio.
Hoy, tras sus seis puertas y distribuidos en los dos pasillos principales, se pueden visitar en torno a 100 comercios de las más diversas mercancías.
Pese al paso de los siglos, el Bazar de las Especias de Estambul sigue manteniendo su singularidad. Mayoritariamente se venden los mismos artículos que en su origen, aunque muchos de ellos bastante más evolucionados. Sobre todo en los que respecta a los compuestos medicinales.
Qué comprar en el Bazar de las Especias
Así pues, la mayor parte de los puestos de este mercado están dedicados a productos gastronómicos y, en especial, a las especias, entre ellas las más habituales en la comida típica turca. También azafrán iraní de primera calidad.
Junto a ellas, tienen una gran importancia las hierbas, tanto aromáticas como medicinales, que encuentran su hueco entre los dulces típicos (de paladar gomoso y muy, muy, muy dulces) y la llamada viagra turca, que poco tiene que ver con ese producto farmacéutico…
También es posible comprar en el Bazar de las Especias de Estambul productos gourmet, como el caviar, además de todo tipo de frutos secos y salsas con que aderezar las preparaciones más populares de la cocina turca.
De forma adicional, aquí se venden los mejores tés y cafés de la ciudad. Por ejemplo, los de Kurukahveci Mehmet Efendi, que elabora su café desde 1871 y es uno de los más valorados del país.
Finalmente, en los últimos años algunos de los comerciantes del Bazar de las Especias han sucumbido a las mieles del turismo y han transformado sus negocios en tiendas de recuerdos. Por lo general, los artículos que se venden en esas tiendas tienen una calidad media-baja, pero siempre hay excepciones.
Por ejemplo, algún que otro negocio de pashminas, confeccionadas con seda natural auténtica, y con bonitos diseños y combinaciones de colores. También alguna tienda de manteles y ropa de hogar decorados con ricos bordados, además de todo tipo de artesanías decorativas.
Consejos y trucos para moverse por el Bazar de las Especias
El mejor consejo para moverse por el Bazar de las Especias de Estambul, como en el resto de los mercados de la ciudad, es hacerlo con naturalidad, sin miedos ni precauciones adicionales. Los bazares de Estambul son lugares bastante seguros en los que los comerciantes son los primeros interesados en que sus potenciales clientes se sientan a gusto. Así que suelen estar bastante vigilantes ante visitas “indeseadas”.
Eso sí, los vendedores a veces resultan demasiado expeditivos y tienen una habilidad increíble para abordar a quienes pasean por los pasillos del Bazar de las Especias en el propio idioma de cada uno.
Una vez se ha “caído en sus redes”, no queda otra que relajarse y disfrutar de la negociación, si es que realmente interesa comprar alguno de los productos que ofrecen estos comerciantes. Para ello, suele funcionar lo de la “cara de póquer”. Es decir, mostrar una cierta indiferencia.
Hay que entender que para los musulmanes el comercio es una de las principales formas de relación social. Por tanto, conviene agradecer los gestos de hospitalidad (por ejemplo el té de bienvenida) y, si ofrecen probar algún producto, disfrutarlo como lo que es: un regalo.
Respecto a las compras, la realidad es que los precios de partida suelen ser bastante ventajosos. Así que enfrascarse en largos regateos, muchas veces no tiene sentido.
Además, muchos de los comercios tienen marcados sus precios en los propios productos, por lo que la negociación no es posible, a no ser que se pretenda comprar grandes cantidades de algún artículo.
Lo ideal es no dejarse llevar por la emoción a las primeras de cambio. Es decir, no comprar el producto que interese en los puestos más cercanos a la puerta por la que se entre, sino dar una vuelta por todo el Bazar de las Especias de Estambul. Después de la misma, ya se puede optar por la mejor oferta o los productos que tengan una mayor calidad.
Otros mercados cercanos al Bazar de las Especias
El Bazar de las Especias de Estambul está inmerso en el corazón comercial de la ciudad, que se extiende por un laberinto de callejuelas y plazas desde el propio Cuerno de Oro hasta el Gran Bazar. Pero no muy lejos de esta zona hay otros mercados que bien merecen una visita:
- Puestos callejeros junto al Puente de Gálata: la versión turca del street food son estos puestos donde se puede comer, en bocadillo o sin pan, los pescados capturados en el Bósforo, el Mar de Mármara y el Mar Negro. Casi siempre, cocinados sobre brasas de carbón.
- Mercado de Pescado de Karakoy: con un concepto muy similar a los puestos anteriores, pero situados en una estructura fija y al otro lado del Puente de Gálata. De hecho, en su origen fue la lonja de pescado de este lado de la ciudad.
- Findizkade: cada viernes las calles de este barrio se llenan con los cientos de puestos de un mercadillo en el que es posible comprar absolutamente de todo. Desde ropa hasta antigüedades. Y desde productos de alimentación hasta objetos de segunda mano y electrónica.
- Mercado de Pescado de Besiktas: algo más alejado que los anteriores, junto al Bósforo, es uno de los más espectaculares de Estambul. Sobre todo por el propio diseño del mercado (una marquesina abierta que ofrece una gran amplitud debajo) y por la calidad de los pescados que se venden aquí.
Otros mercados en Estambul
Aunque el único motivo para visitar Estambul no sea ir a los mercados –es una ciudad con un enorme atractivo monumental– sí que es una actividad a la que merece la pena dedicarle tiempo. En estos bazares turcos no sólo se puede apreciar una buena muestra de sabores y de aromas, sino también del estilo de vida turco y de su forma de relacionarse con los demás.
Hasta el momento, te hemos recomendamos el Mercado de las Especias, una gran experiencia para los sentidos, y otros tres donde el pescado es el protagonista. Ahora seguimos la ruta por Estambul para conocer bazares y mercadillos donde la compra alcanza otros niveles. Toma nota de los siguientes mercados.
Gran Bazar
No podíamos comenzar este listado con otro mercado que no fuese el Gran Bazar (o Kapalıçarşı, en turco), ya que es el de mayor tamaño de Estambul, y uno de los más grandes del mundo. Se encuentra situado en la ciudad vieja, se extiende por más de 58 calles y tiene unas 4.000 tiendas. A este bazar suelen acudir cada día miles y miles de personas.
Allí se puede encontrar casi de todo, de hecho dicen que puede vender hasta 12.700 artículos distintos. Como el mercado está dividido por gremios, no te resultará difícil encontrar aquello que desees (joyas, piel, espejos, tejidos, etc.). Eso sí, ojo por donde entras si quieres salir por el mismo lugar porque el Gran Bazar, con sus 45.000 m2, ¡tiene 22 puertas!
Mercado de Kadiköy
Este mercado abierto, cuyo nombre en turco es Sali Pazari, se sitúa en el lado asiático de Estambul. Representa una excusa estupenda para visitar el barrio residencial de Kadiköy, siempre lleno de vida, cafés, restaurantes y tentadoras tiendas, pero primero hay que visitar el mercado… En él encontrarás mucho producto fresco, verduras, frutas, pescado, etc. y, como en los demás, buenas especias, frutos secos, tés y ricos pasteles. Como se encuentra abierto todo el día puedes organizar tu jornada turística sin problema al visitar este interesante distrito.
Mercado de Libros Antiguos
El mercado de los Libros Antiguos (Sahaflar Çarsisi) es uno de los lugares imprescindibles para los amantes de la lectura. Se localiza entre el Gran Bazar y la mezquita Beyazid. Su ubicación no es fruto del azar sino que aquí se encontraba mucho antes otro mercado de papel y libros en tiempos bizantinos. Tómate tu tiempo para curiosear porque además de ediciones nuevas, hay muchos libros de segunda mano. Las ediciones ilustradas en miniatura son una maravilla. Abre todos los días, a excepción de los domingos y festivos.
Mercado de Findikzade
El mercado llega al barrio de Findikzade todos los viernes. Ese día, las calles se llenan de cientos de puestos donde es posible comprar absolutamente de todo, desde ropa hasta antigüedades, y desde productos de alimentación hasta objetos de segunda mano y electrónica.
Si te gusta su ambiente, puedes repetir casi cada día de la semana en otros mercadillos los barrios de Fatih y Yesilkoy, los miércoles; en Akatlar, los jueves; y en Bakirkoy, los sábados.
Eskidji Bazaar, decoración y hogar
Si te interesa la decoración, en este moderno centro comercial encontrarás todo lo que puedas imaginar relacionado con el hogar. Muebles, alfombras, lámparas, electrodomésticos, etc. Puedes llegar en metro en la línea 1, estación Yenibosna. Abre a las 10 y suele cerrar a las 18 horas, así que no te despistes con el horario.
Mercado de pulgas Bit Pazari
Por último, no podemos dejar de recomendaros este mercado de antigüedades de los domingos, es un tipo rastro o mercadillo callejero. Allí se pueden encontrar objetos antiguos, monedas, viejas joyas, artículos y juguetes de décadas pasadas, etc. Si ya en otros mercados es habitual el regateo, aquí lo es aún más, ya que los espacios se alquilan y allí se colocan muchos particulares. Está sólo por las mañanas. Por la tarde, tienes opción de ir al barrio de Ortaköy, donde también se coloca un mercado de artesanía tradicional turca.