El termalismo y los balnearios constituyen una cultura en la República Checa. Las propiedades curativas de las aguas termales checas han situado a este país, ya desde siglos atrás, como una referencia mundial en el termalismo. Por ello, viajar a Praga e ir a un balneario es una opción muy a tener en cuenta, ya que estaremos experimentando una tradición checa.
Al igual que otros lugares referentes termales en el mundo, varias ciudades checas han crecido por y para sus fuentes de agua. El descubrimiento de las propiedades terapéuticas de las aguas y el crecimiento del turismo a finales del siglo XIX y principios del XX, fueron las dos semillas que impulsaron la aparición de este sector tan importante también en la República Checa.
Balnearios, fuentes, grandes hoteles… El auge del termalismo ennobleció la arquitectura y es cuando aparecieron estas infraestructuras de estilo palaciego con reminiscencias barrocas y de art nouveau. El confort, la salud y el descanso en un único lugar propio de la Belle Époque.
Si estás pensando viajar a Praga, en el siguiente artículo te ofreceremos algunas pistas que te animarán a reservar un día para disfrutar de esta maravillosa experiencia.
Karlovy Vary: la ciudad-balneario por antonomasia
Si hay un lugar con mayúsculas en el mundo del termalismo, ese es Karlovy Vary. Esta pequeña ciudad situada a 130 kilómetros al oeste de Praga es la capital termal de la República Checa. Por allí pasaron notables como Beethoven, Goethe o Pedro El Grande, con la única intención de tomar las aguas curativas de este lugar. Sin duda, es la mejor opción para ir a un balneario cerca de Praga.
Los balnearios de Karlovy Vary son una referencia desde hace siglos, cuando el emperador Carlos IV comprobó de primera mano el poder de las aguas.
Si hay algo que caracteriza a Karlovy Vary son las llamadas columnatas, que son los diferentes pabellones o kioskos donde se disponen las fuentes termales de la ciudad. Hay un total de 13 manantiales donde se puede coger y beber estas aguas, cada una de características diferentes entre sí.
Claro que Karlovy Vary tiene muchas más instalaciones termales, además de sus famosas columnatas. Balnearios, spas y hoteles completan la oferta del descanso en la ciudad-balneario checa.
Cómo llegar a Karlovy Vary
- En coche: 130 kilómetros desde Praga (una hora 40 minutos)
- En bus: dos horas y 15 minutos de viaje desde la estación de Florenc de Praga.
- En tren: más de tres horas de viaje dede la estación central de Praga.
OTROS BALNEARIOS CERCA DE PRAGA: MARIÁNSKE LÁZNE Y FRANTISKOVY LÁZNE
Mariánske Lázne
Otra gran referencia en la República Checa es el balneario de Mariánske Lázne, o Marienbad, situado al sur de Karlovy Vary. Esta villa es historia viva del mundo termal, una pequeña ciudad hecha para los balnearios. De nuevo, viajamos al período que engloba desde la segunda mitad del siglo XIX hasta el estallido de la Primera Guerra Mundial (1914), con los balnearios en pleno auge por toda Europa.
Se construyen balnearios, hoteles y columnatas de exquisita arquitectura y la ciudad se consolida en el nuevo mundo del termalismo. Hasta aquí acuden personalidades como Goethe, Chopin, Kafka, Freud o Nobel.
En Mariánske Lázne hay 40 manantiales y una columnata, la más grande de la República Checa, convertida en símbolo de la villa. También hay hoteles y balnearios que ofrecen interesantes programas de salud para diferentes dolencias.
Cómo llegar a Mariánske Lázne
- En coche: 170 kilómetros desde Praga (2 horas 10 minutos) y 55 kilómetros desde Karlovy Vary (40 minutos).
- En bus: no hay conexiones directas desde Praga.
- En tren: desde Praga, hay frecuencias cada dos horas y el viaje es de dos horas y 20 minutos. También hay trenes desde Karlovy Vary (una hora 40 minutos de trayecto).
Frantiskovy Lázne
No muy lejos de Mariánske Lázne se encuentra Frantiskovy Lázne, o Franzensbad en alemán, otra pequeña localidad dedicada a los balnearios.
Ambas, junto a Karlovy Vary, forman el llamado triángulo de balnearios de Bohemia, y las tres son del selecto club de Grandes Spas de Europa, creado para lograr la nominación como Patrimonio Mundial de la Unesco.
Cómo llegar a Frantiskovy Lázne
- En coche: 174 kilómetros desde Praga (2 horas 30 minutos) y 50 kilómetros desde Karlovy Vary (30 minutos).
- En bus: no hay conexiones directas desde Praga.
- En tren: desde Praga hay opciones tanto directas como en conexión con viajes entre las dos horas y 45 minutos y las tres horas.
¿Hay termas o spas en Praga?
Es evidente que el termalismo es de gran tradición en la República Checa, donde se encuentran algunas de las ciudades-balneario más famosas de Europa. Cada año, los balnearios checos reciben a alrededor de 700.000 visitantes, en su mayoría alemanes.
Sin embargo, Praga no se caracteriza por tener aguas termales y manantiales como sí tienen sus alrededores por lo que no tiene ningún balneario tradicional. Sí es posible encontrar spas urbanos como el Aquapalace Praha, que ofrecen una experiencia de agua y salud completa, con una completa lista de tratamientos y terapias.
Spa de cerveza
Pero Praga siempre esconde sorpresas y en temas de spas hay una alternativa: el spa de cerveza (Beer Spa). ¡Imposible no mencionarlos! Un baño de cerveza en una barrica de hidromasaje de roble en donde las aguas son extractos de lúpulo, levadura y malta. Todo ello regado con las cervezas que uno quiera.
¿Cuáles son los beneficios de un baño de cerveza? Curiosamente, la levadura de cerveza forma parte de la medicina popular checa desde hace siglos, por su aporte de vitaminas, oligoelementos y aminoácidos y sus efectos sobre la piel, el metabolismo y otras dolencias musculares y cardiovasculares.
El spa de cerveza contribuye al rejuvenecimiento de la piel, al tratamiento de la psoriasis y del acné, a la relajación de la tensión muscular, reducción de estrés, mejora de la circulación, desintoxicación, limpieza de poros o mejora del ritmo cardiaco.
Tras hablar de planes tan atractivos, ya solo te queda guardar un día de tu viaje a Praga, dedicarlo a vivir la experiencia en un auténtico balneario de época y darte así un pequeño homenaje checo.