La ciudad de Marrakech es considerada por muchos la puerta de entrada a Marruecos. Destacada como una de las cuatro Ciudades imperiales, junto a Fez, Rabat y Meknés, sus monumentos Patrimonio de la Humanidad y su ritmo efervescente te conquistan al momento.

Se conoce como ‘la Ciudad de los Cuatro Colores’: el rojo de sus casas y su tierra, el verde de las tejas y las palmeras, el blanco de las nieves del Atlas y el azul del cielo. Entre sus mayores atractivos se encuentra el zoco, el mercado tradicional, que además es el más grande del país. No importa si tienes intención de comprar o no, debes sumergirte en este laberinto de sensaciones.

Historia y relevancia del zoco de Marrakech

El mercado principal se halla dentro de la Medina, en el corazón de Marrakech. Esta ciudad, que la fundaron los almorávides en torno al año 1070, llegó a convertirse en la capital de este grupo nómada. Aún hoy día se pueden ver algunos lienzos de murallas del siglo XII.

El epicentro de la Medina es la Plaza de Jemaa el Fna, una de las más bulliciosas de toda África. Entre las construcciones que la rodean domina el minarete de la Koutoubia. En esta plaza se dan cita todo tipo de personajes, encantadores de serpientes, acróbatas, músicos, faquires o bailarines. El mayor espectáculo se produce por la noche, cuando se convierte en un auténtico restaurante al aire libre con cientos de puestos de comida. Un frenético lugar lleno de vida.

 

 

Al sur de la plaza, donde hoy se halla el Palacio Real, han residido a lo largo de los siglos los gobernantes. En cambio, al norte se sitúa el intrincado laberinto que supone el zoco de Marrakech. La palabra “zoco”, del árabe suq, significa mercado, y además de girar en torno al mismo todo tipo de actividades de compraventa, es también un lugar donde se desarrolla la vida de la ciudad.

Calles del zoco de Marrakech
Un recorrido por el Zoco de Marrakech

Las tribus que viajaban por el desierto se encontraba en estos sitios, donde dejaban sus caravanas, comerciaban, bebían té y se relacionaban. Poco a poco, estos mercados improvisados fueron tomando forma en torno a una organización tanto social como geográfica.

El zoco de Marrakech, con más de ocho siglos de historia, siempre ha funcionado según los diferentes gremios. En primer lugar aparecieron los tejedores y los curtidores de cuero, en una zona diferenciada. Así, cada actividad se situó en un determinado lugar del zoco, con sus propias normas y jerarquías, diferenciando bien entre aprendices y maestros.

La parte central del zoco se reservaba a los artículos de lujo. Los productos que podían resultar molestos para los vecinos por su olor, como el cuero, se ubicaban en la parte más externa de la Medina. Esta misma distribución es la que podemos ver hoy. Las tradiciones milenarias y los oficios olvidados siguen presentes gracias a estos gremios.

El arte de regatear en el zoco de Marrakech

Para comprar algo en el zoco es obligatorio recurrir al regateo. Es una especie de baile entre el comprador y el vendedor. Tienes que dejarte llevar por esta convención social y gozar de la pequeña diversión que supone. Lo normal es que el comerciante reconozca tu procedencia y charle contigo en tu idioma, sin ningún problema. El buen humor y las bromas lo hacen todo más ameno. Es más que recomendable no mostrarse interesado en un artículo en concreto, sino ir dando vueltas por el puesto y comprobando directamente la calidad de los productos.

Aparentar conocer los precios o que sabes algo de materiales, te beneficiará. Deja que ellos digan el precio primero y divídelo entre dos o incluso tres, pues esa será la cantidad más idónea por la que negociar. Lo habitual es que se establezca un tira y afloja simpático, hasta conseguir un acuerdo entre ambos. Si finalmente no vas a comprar, no te dejes enredar ni hables demasiado, pues son unos verdaderos expertos en este arte.

Los diferentes zocos de Marrakech

Al entrar en el zoco distinguirás dos calles principales, la Rue Semarine y la Rue Mouassine. Hoy en día, se congregan más de 2.600 artesanos organizados en unas 40 corporaciones. Aunque está abierto durante todo el día, salvo los viernes, lo mejor es ir por la mañana  y dejarse llevar por los diferentes zocos, reunidos según los productos que se venden:

Puesto de especias en el zoco de Marrakech
Puesto de especias en el zoco de Marrakech
  • Zoco Laksour. Es uno de los más grandes y, además, esta cubierto, por lo que podrás resguardarte si hace calor. Entre los miles de objetos, llamarán tu atención la gran cantidad de lámparas que tienen.
  • Zoco Kchacha. Esta es una zona algo más tranquila, donde los protagonistas son los frutos secos y las frutas. Si se te abre el apetito, compra una bolsa para ir comiendo mientras paseas.
  • Zoco Smata. El característico olor a cuero ya nos da una idea de los productos que se venden aquí. Las coloridas babuchas destacan en los puestos, pero también los cinturones y las carteras.
  • Zoco Sebbaghine. El zoco de los tinteros es uno de los más fotografiados. Las telas recién teñidas cuelgan de los tendederos mientras se secan, formando una estampa muy peculiar.
  • Zoco Semmarine. Este es el principal zoco de cuero, que se mezcla con los puestos donde comprar un delicioso pastel.
  • Zoco Ableuh. La comida está siempre presente en este zoco. En esta zona, por ejemplo, sólo hay aceitunas.
  • Plaza de las Especias. Alrededor de ella encontrarás un buen número de tiendas donde venden alfombras y en el centro de la plaza se sitúan los puestos de especias.

Qué puedes comprar en el Zoco de Marrakech 

Marrakech es uno de los principales productores de cuero, por lo que siempre será buena idea llevarse algunos artículos de este material. Unas bonitas babuchas, talladas y cosidas a mano, o una cartera artesana, será un recuerdo perfecto al que sacarle partido.

Las alfombras bereberes y los kilims son otra de las especialidades en este zoco. Maravillosas piezas con multitud de motivos y tamaños. Si te supone un problema llevártelo tú mismo en el avión, puedes pedir que te lo envíen a casa, o decantarte por unas preciosas telas para cojines.

Alfombras Marrakech
Puesto de alfombras

El color azul cobalto, tan característico de la cerámica de Fez, lo hallarás también aquí en jarrones, azulejos y platos. Puede ser un detalle ideal para hacer un regalo a alguien especial.

En el terreno de la cosmética, el aceite de argán es el rey. Sus propiedades curativas e hidratantes le hacen ser la base de la estética marroquí. El famoso kohl será el aliado perfecto para los ojos. No olvides probar los pintalabios mágicos naturales ni la henna, para los tatuajes efímeros.

Jabones mercado Marrakech
Puesto de cosmética

Los alimentos típicos cierran la lista de imprescindibles. Aunque con los dulces tradicionales de almendra y miel se te hará la boca agua, no olvides comprar té verde, una de las bebidas más conocidas del país, dátiles y aceitunas, que tienen un sabor totalmente diferente al que estarás acostumbrado. Y, sobre todo, no te quedes sin comprar especias. Con el Ras el Hanout acertarás, ya que condimenta la mayoría de los platos.