La playa del Bollullo es pura fantasía. Nos regala una imagen onírica formada por su silueta en forma de media luna, la tonalidad negra de la arena volcánica, la espuma blanca del océano y la vegetación salpicando el entorno. Por suerte, este rincón del litoral tinerfeño aún guarda un agradable aspecto íntimo, a pesar de su cercanía a núcleos tan importantes como Puerto de la Cruz o La Orotava.

Te damos todos los detalles para que organices una excursión para visitar este recodo costero.

 

  1. La Playa de Bollullo, una belleza aislada
  2. Cómo es la playa del Bollullo
  3. Qué servicios ofrece esta playa
  4. Qué ver en los alrededores

La Playa de Bollullo, una belleza aislada

La primera impresión al llegar a la playa del Bollullo es de sorpresa, te sientas un momento en la arena y miras el entorno, con una mirada de 180 grados lo abarcas casi todo. Se percibe el sonido de las olas golpeando las rocas volcánicas, que emergen desafiantes en el agua y en los extremos de la playa, mientras hundes los pies en una arena fina y oscura. A nuestra espalda, un acantilado parece velar por la tranquilidad de la ensenada.

Esta playa pertenece al municipio de La Orotava, pero si la quieres localizar en un mapa sólo tienes que buscar la ciudad de Puerto de la Cruz, y mirar a su derecha, a la zona de El Rincón. Desde esta ciudad se puede llegar a pie en unos 45 minutos, y también en autobús interurbano. Si vas en coche puedes optar por dejarlo cerca en el aparcamiento cerca de la playa y bajar por el sendero escalonado que lleva hasta la arena.

 

 

Cómo es la playa del Bollullo

Por su forma de bahía parece más pequeña de lo que es en realidad, la playa del Bollullo mide 200 metros de largo, y 40 de ancho. Se puede decir que está formada por dos playas, una principal de 160 metros, a la que le sigue una barrera de piedra, y otra a la derecha más pequeña. Ambas están comunicadas y cubiertas de arena volcánica de color negro intenso.

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Playa del Bollullo

Aunque la playa tenga un aspecto asalvajado por el entorno, por las rocas que se introducen en el Atlántico y las plataneras que jalonan el sendero antes de llegar, es popular. Su cercanía a un núcleo importante como Puerto de la Cruz la convierten en una excelente opción para la población local y para quienes estén alojados allí.

Nuestra recomendación es que intentes evitar las horas en las que está más concurrida o durante los fines de semana porque la verdadera experiencia es sentir su naturaleza más pura. Si viajas a Tenerife entre noviembre y abril no tendrás problema para encontrar momentos de soledad.

 

Y, por supuesto, aunque el mar parezca estar en calma siempre hay que guardar todas las precauciones, y fijarse en las banderas a la hora de bañarse en el Atlántico.

Qué servicios ofrece esta playa

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Playa del Bollullo

A pesar de que todo invita a olvidar que estás en un lugar civilizado, enseguida te das cuenta del mimo al visitante en esta playa de Tenerife. Aquí encontrarás servicios de alquiler hamacas y sombrillas, vigilancia, aseos, papeleras y una excelente limpieza.

Quienes disfruten degustando los sabores locales tendrán aquí la posibilidad de comer en el restaurante Bollullo Beach, que brinda increíbles vistas al mar. Sus arroces y el queso a la plancha siempre sorprenden gratamente a los comensales.

Qué ver en los alrededores

Los planes en torno a la playa del Bollullo se pueden dividir en naturales o urbanos. Tienes la opción de continuar conociendo el litoral y visitando las calas nudistas de los Patos y de Ancón, que están muy próximas, o bien recorrer las ciudades de Puerto de la Cruz y de La Orotava. Ambas conservan arquitectura popular canaria por lo que es un placer recorrer sus calles y conocer sus casonas y templos.

Aquellos que viajen en familia, disponen asimismo de varias opciones que serán del agrado de los niños: Loro Parque, uno de los mejores zoológicos de Europa, y Lago Martiánez, un complejo de piscinas donde intervino el famoso artista César Manrique, situados en Puerto de la Cruz.

Y a sólo 38 kilómetros se encuentra una visita obligada en Tenerife: el Parque Nacional del Teide, reconocido como Patrimonio de la Humanidad por la Unesco. En este espacio natural se sitúa el volcán del Teide, que con sus 3.718 metros es la cumbre más alta de España. Recorre las coladas del Teide y sorpréndete con su paisaje, que se asemeja a una crujiente tableta de chocolate. Si tu visita coincide con la primavera podrás ver la floración del tajinaste, una planta autóctona que llega a alcanzar 3 metros y que está cubierta de florecitas rojas o rosas. La subida al Teide en teleférico es también una experiencia que brinda emoción y unas magníficas vistas de todo el entorno.