Forma parte de la red de los pueblos más bonitos de España. Y con razón. Morella es un atractivo municipio del interior de Castellón que llama la atención por su trazado medieval y su imponente castillo que parece abrazar las casas solariegas de la villa y sus casi dos kilómetros de muralla con siete puertas y 10 torres. Una silueta muy singular y sinuosa la de este pueblo que ha sido reconocido como Conjunto Histórico-Artístico y ofrece al visitante naturaleza, arte, patrimonio, tradiciones, fiestas y gastronomía. Te contamos la historia de la villa y todo lo que tienes que visitar en Morella (Castellón).
Historia de Morella, una localidad amurallada
La historia del pueblo de Morella es tan antigua, o más, que su recinto amurallado, ya que ha sido testigo del paso de los íberos, los romanos, los árabes y los cristianos. Todos sacaron partido a esta villa que hoy luce una estampa impresionante y es toda una joya de la historia y el arte. No en vano se halla en un punto geográfico estratégico, al enlazar Cataluña, Aragón y Valencia. Se cree que Rodrigo Díaz de Vivar, el Cid Campeador, libró en sus inmediaciones dos importantes batallas en el siglo XI.
Una fecha decisiva en la historia de Morella es la de 1270, año en el que pasó a pertenecer al Reino de Valencia. De hecho, en las Corts Valencianes Morella es la primera Villa del Reino, sólo por detrás de Valencia y Xátiva. Y también se decidió en Morella, en 1414, desobedecer al Papa Luna, que desde entonces se quedó aislado en Peñíscola hasta su muerte.
Qué puedes ver en Morella
Morella, situada a 172 kilómetros de Valencia, tiene muchos atractivos para el visitante, como su imponente castillo, el Palacio del Gobernador, el Convento de San Francisco, la Basílica o las Torres de San Miguel. A continuación, te recordamos las paradas imprescindibles que tienes que hacer en Morella.
Centro histórico
Con unos 2.000 habitantes, Morella invita a callejear por su casco histórico y pasear por sus atractivas y estrechas calles. Hay pórticos, palacetes señoriales, comercios tradicionales, casas solariegas…. La Historia te saldrá al camino caminando por esta villa singular que tiene en la Blasco de Alagón su calle más emblemática. También debes dirigir tus pasos hasta la encantadora plaza de Colón y la plaza del Pla dels Estudis.
Castillo de Morella
Es una de las fortalezas más imponentes de todo el Mediterráneo. Por él anduvieron celebridades que fueron forjando episodios importantes de la historia de Morella: Abderramán III, el Cid, Jaume I, el rey Fernando de Antequera, el Papa Luna, San Vicente Ferrer, el Príncipe de Viana y el general Cabrera. En su interior descubrirás el Palacio del Gobernador. Desde el castillo hay una vista panorámica espectacular de las casas morellanas y de sus rojizos tejados.
Convento de San Francisco
Se trata de un convento gótico que se está rehabilitando para convertirse en el Parador Nacional de Morella. La iglesia del convento, del siglo XIV, es un bello ejemplo del gótico, lo mismo que los restos del claustro. En la Sala Capitular se puede contemplar “la Danza de la Muerte”, unas increíbles pinturas al fresco del siglo XV que aluden, lógicamente, a la muerte.
Basílica de Santa María la Mayor
Es uno de los templos más bonitos de la comarca, una joya del gótico religioso que muestra en su fachada dos puertas monumentales: la de los Apóstoles y la de las Vírgenes. En su interior, sobresalen la escalera del coro, enroscada a una de las columnas del templo; una escena del Juicio Final y la propia bóveda del coro. El altar mayor es de estilo churrigueresco y cuenta con un órgano histórico de 1719 que periódicamente hace sonar sus más de 3.000 tubos, sobre todo durante el Festival Internacional de Música de Órgano que se celebra cada mes de agosto. Dentro de la basílica, se encuentra el Museo Arciprestal.
Torres de Morella
También conocidas como Puerta de San Miguel, son el acceso principal a la ciudad de Morella. Tienen base octogonal, son gemelas, fueron construidas en el siglo XIV y forman parte de las murallas que rodean la ciudad. En su interior, hay una exposición de juegos tradicionales para que mayores y pequeños puedan disfrutar en este espacio medieval. Ambas torres están enlazadas, en la parte alta, por un puente de piedra.
Dónde comer en Morella
No puedes salir de Morella sin disfrutar de su sencilla pero deliciosa gastronomía. Aquí podrás saborear carnes de calidad, guisos tradicionales, croquetas que te sorprenderán, la trufa negra y dulces típicos, como los flaons, que están rellenos de requesón y miel. Hay numerosos restaurantes repartidos por Morella. Los hay con una propuesta gastronómica creativa y sofisticada, como el Vinatea (Blasco de Alagón, 17), Casa Roque (Costa de Sant Joan, 1) o Daluan (Costa de la Presó), y otros más tradicionales, como La Fonda (Carreró de García, 21), Mesón del Pastor (Costa de Jovaní, 5) o Blanca Morella (Marquesa Fuente Sol, 9). En todos se come bien y se pueden degustar las ricas recetas de la zona.
Qué ver en los alrededores de Morella
Merece la pena, y mucho, dedicar algo de tiempo a descubrir los alrededores de Morella. A unos seis kilómetros del pueblo, se encuentran las pinturas rupestres de Morella la Vella, que fueron declaradas por la Unesco Patrimonio de la Humanidad y que se cree tienen entre 5.000 y 7.000 años de antigüedad. Muy cerca, se halla el parque de multiaventura Saltapins, donde las familias se lo pasan en grande saltando de pino en pino a través de puentes tibetanos, tirolinas, lianas y lo que haga falta. Morella puede ser también el punto de partida para conocer el Maestrazgo castellonense y turolense, con pueblos tan bonitos como Forcall, Todolella, Ares del Maestre, San Mateu, La Iglesuela del Cid, Cantavieja o Mirambel, un diminuto pueblo de apenas tres calles pero con un encanto especial. Y si os gusta Luis Buñuel, tenéis a un paso la tierra natal del cineasta aragonés, Calanda, célebre por su fiesta de tambores.