La costa Mediterránea nos sorprende cada año con nuevos hoteles, bares de renombre, chiringuitos cool y, también, con lugares secretos que se ponen de moda. Uno de los que se ha popularizado en cuestión de meses es tan recóndito y tan especial que han sido muchos los viajeros que se han acercado para disfrutarlo al máximo. Hablamos de la cala Portitxol, un pequeño oasis que también es conocido por el nombre de cala Barraca.
- La cala Portitxol, la más deseada de Alicante
- ¿Cómo es esta cala? Natural y salvaje
- Alrededores y entorno de la cala Portitxol
- Qué hacer en la cala
- ¿Dónde comer o cenar cerca de la cala Portitxol?
- Dónde dormir cerca de la Cala Portitxol
La cala Portitxol, la más deseada de Alicante
La bonita cala Portitxol está situada entre el cabo Prim y el cabo Negre, en el litoral de la población de Xàbia / Jávea, una de las mecas del turismo español desde hace muchas décadas. Esta playa que había pasado desapercibida para la población foránea se ha convertido en una de las estrellas de Instagram y ese es un camino sin vuelta atrás. De la noche a la mañana atrae a miles de viajeros que con sus imágenes y stories copan esta red social sacando de su semianonimato esta preciosa ensenada. Pero ¿Qué tiene de especial para conquistar a tantas personas? Sobre todo, el aspecto natural y su forma de bahía son muy atractivos. A ello hay que sumar que está custodiada por acantilados que parecen aportarle privacidad y un bosque mediterráneo que llega hasta la arena. Por otro lado, sus aguas cristalinas y las casitas blancas de pescadores (barracas) recuerdan a Ibiza. No hace falta mucho más.
¿Cómo es esta cala? Natural y salvaje
Si pudieses ver la cala Portitxol a vista de pájaro (o de dron), la imagen no podría ser más encantadora. El color del agua que baña esta playa se despliega en decenas de tonalidades, azules, celestes, turquesas, aguamarinas… y se va aclarando según se acerca a la orilla formada por arena con piedrecitas, guijarros y gravillas de color claro. Dejando a un lado el romanticismo cromático, debes saber que esta cala tiene unos 600 metros de longitud y unos 6 metros de anchura, y que justo enfrente se sitúa el islote de Portitxol, que, aunque sólo tenga 300 metros de largo, guarda cierta riqueza botánica y arqueológica en su interior.
Para darte un baño es aconsejable llevar escarpines o cangrejeras para poder pisar las piedras sin molestias, e introducirte en el agua cómodamente. Los amantes del esnórquel y del buceo encontrarán aquí un pequeño paraíso de aguas transparentes y poco profundas donde es fácil ver el ecosistema marino sin alejarse mucho de la orilla.
En verano o en determinadas fechas festivas su nivel de ocupación es muy alto por lo que conviene llegar temprano o acudir entre semana. Por último, no te pierdas las vistas desde el mirador de la Cruz de Portitxol, llamado así porque lo preside una cruz de piedra. Desde ese punto se pueden hacer bonitas fotografías panorámicas con el islote de Portitxol de frente.
Alrededores y entorno de la cala Portitxol
Antes de llegar –o tras visitar la cala Portitxol– es muy recomendable recorrer este tramo de costa visitando sus miradores. Ya te hemos hablado del mirador de la Cruz, pero también puedes continuar conociendo otros miradores como los situados en los cabos que custodian la playa: mirador de Cap Negre y mirador de Cap Prim que ofrecen unas impresionantes vistas de la costa recortada contra el azul del Mediterráneo.
Si te gustan las playas, no dejes de darte un baño en otras ensenadas próximas a la cala Portitxol como la cala Granadella, un coqueto rincón de la costa alicantina cuyas aguas verdosas son como un imán para el turismo. Tiene sólo 160 metros así que en verano suele ser imposible disfrutar de soledad. Merece la pena ir temprano para practicar buceo porque sus aguas son increíblemente cristalinas.
Otra visita que también te puede interesar es el núcleo urbano de Xàbia, que conserva un bonito trazado medieval, un mercado histórico, la iglesia de San Bartolomé (siglo XVI) y el interesante Museo Arqueológico y Etnográfico Soler Blasco, situado en la Casa-Palacio de Antoni Banyuls. Por último, si no te importa alejarte un poco más (a 25 kilómetros), te recomendamos conocer la población de Calpe y el yacimiento romano de Baños de la Reina.
Qué hacer en la cala
Aparte de bañarte en sus limpias aguas con el buen tiempo y de tomar el sol sobre la grava, la cala Portitxol permite disfrutar de diversas actividades deportivas. Entre ellas, senderismo, algo muy recomendable por la belleza y los muchos valores naturales del entorno. Pero también estas otras opciones:
– Snorkel: al tratarse de una pequeña bahía protegida de las corrientes marinas y de los grandes oleajes y también por el tipo de suelo sobre el que se asienta (grandes planchas rocosas con numerosas grietas en la zona sumergida), la cala es ideal para la práctica del snorkel, incluso sin tubo. De hecho, simplemente con unas gafas de buceo es posible observar una rica vida submarina, cuyos principales protagonistas son erizos, cangrejos, peces pequeños y algunos pulpos.
– Submarinismo: precisamente por las características de los fondos de la cala, también es indicada para la práctica del submarinismo, con o sin botella de aire. Y su escasa profundidad encantará a los principiantes y amantes del buceo tranquilo. En las inmediaciones del islote de Portitxol es fácil ver especies marinas de mayor tamaño, así como rocas con grandes contrastes cromáticos.
– Kayak: por lo general, la ausencia de oleaje, hace de la cala Portitxol un lugar muy adecuado para practicar kayak. Además, el tamaño de esta pequeña bahía permite disfrutar del bonito paisaje circundante y del mar sin cansarse en exceso.
¿Dónde comer o cenar cerca de la cala Portitxol?
No es necesario ir muy lejos para comer bien, ya que en la cala Portitxol encontrarás dos espacios de restauración. El primero, el restaurante La Barraca, es un local de toda la vida que sirve una cocina tradicional donde se incluyen paellas, pescados, mariscos, etc. Se come bien, aunque en verano está abarrotado, y las vistas desde su terraza son bellísimas. Verás otro espacio en la cala, se llama Cala Clémence del Portitxol y es un lugar con encanto pero está especializado en eventos, celebraciones de bodas, etc.
Si buscas algo más sofisticado o para una cena especial puedes dirigirte al restaurante Volta i Volta, que se encuentra situado en Jávea, a solo 10 minutos en coche desde cala Portitxol. En su completa carta encontrarás recetas con cierta dosis de creatividad pero con una innegable base mediterránea. ¿Qué tal te suena un lomo de cordero a la brasa, mollejas, alcachofas confitada y nabos? ¿y una anguila con verduras de raíz y foie gras marinado en miso?
Dónde dormir cerca de la Cala Portitxol
Una buena opción de alojamiento en la provincia es el Hotel Occidental Alicante, a algo más de una hora por carretera de la cala Portitxol. Se trata de un hotel recientemente reformado, que ofrece 80 habitaciones con un ambiente y diseño muy actuales, ideales tanto para parejas como para familias y personas que prefieren viajar solas. Aparte de los restaurantes buffet y a la carta también cuenta con el servicio O!Market, que permite a los huéspedes disponer en todo momento de una amplia carta de bebidas, aperitivos y snacks.
El hotel está muy próximo al casco histórico de la ciudad, así como a lugares tan atractivos como la Explanada de España, el Castillo de Santa Bárbara y el puerto.