Alrededores de Tanger
Toda ciudad que se precie cuenta con atractivos turísticos en sus cercanías. Y Tánger no iba a ser menos. La capital marroquí también tiene lugares singulares en sus alrededores que bien merecen una visita. La excursión más popular de los viajeros que llegan a Tánger es la que conduce hasta el Cabo Espartel y las Cuevas de Hércules, pero hay muchos otros lugares, situados a pocos kilómetros de la “ciudad blanca”, dignos de atención y a los que se accede en pocos minutos en coche.
Son, generalmente, destinos situados en escenarios de gran belleza, en medio de la naturaleza. También hay pequeñas ciudades cercanas que son dignas de visitar, como Chefchauen, Asilah, Alcazarseguer e incluso Tetuán, aunque está algo más alejada (63 kilómetros de Tánger). Cada una de ellas tiene su propia identidad y su peculiar encanto, así que, si hay tiempo, bien merecen una escapada turística.
Las joyas de la corona son, sin duda, el Cabo Espartel y las Cuevas de Hércules, que se suelen visitar en la misma escapada. Porque, si bien son atractivos distintos, se hallan prácticamente juntos. Están a sólo 14 kilómetros de Tánger, y es una de las salidas más populares para quienes desean llevarse consigo un paisaje inolvidable del estrecho de Gibraltar y del punto donde confluyen el Mediterráneo y el Atlántico. Las Cuevas de Hércules te alucinarán porque están plagadas de leyendas e intrigas, y existen indicios de que estuvieron ocupadas ya en el Neolítico. Además, según la mitología griega, aquí se refugió Hércules al menos por una noche.
A cinco minutos a pie del Cabo Espartel, existen una fantásticas ruinas en primera línea de playa que merece la pena visitar. Son las ruinas romanas de Cotta. Son del siglo II o III de nuestra era y al parecer forman parte de lo que fue una villa del imperio romano que tuvo un cometido principalmente industrial, pero con templos, baños romanos, almacenes de aceite, etc. Si te interesa la arqueología, puedes contratar un guía local para que no te pierdas ningún detalle.
Más al sur y a 30 kilómetros de Tánger, se encuentra la Laguna de Tahadart, enclavada en un humedal protegido donde desemboca el río de idéntico nombre. Es un auténtico paraíso para los amantes de la observación de aves, porque aquí abundan los aguiluchos laguneros, los charranes patinegros y las gaviotas cabecinegras, entre otras muchas aves.
Y desde aquí estamos a un paso de la hermosa ciudad de Asilah, exactamente a 13 kilómetros por la carretera N1. Merece la pena acercarse a esta encantadora población de casitas blancas y añil bañada por el Mediterráneo que cuenta con extensas playas de arena dorada y que organiza cada verano interesantes festivales culturales.
Hay muchos otros sitios en las cercanías de Tánger que merecen una visita. Y por citar sólo algunos nombraremos las increíbles playas del Bosque de los Diplomáticos y de Brief, la reserva natural de Jebel Musa o las pintorescas ciudades de Chefchahuen o Alcazarseguer.
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