A sólo catorce kilómetros de Tánger se encuentran las Cuevas de Hércules, una visita para todos los públicos que guarda interés tanto por su aspecto geológico como por su vinculación con la mitología. En una excursión de un día también se pueden añadir otras paradas a lugares cercanos de la Gruta de Hércules como el cabo Espartel, a cinco kilómetros de este lugar, o las playas que se sitúan alrededor.
El acceso a las Cuevas de Hércules es sencillo y no se necesita ir equipado de forma especial. Lo único que hay que tener en cuenta es que el interior está abierto al mar y el suelo podría estar húmedo. Además, a no ser que sea en verano también es recomendable usar alguna prenda de abrigo por la humedad del lugar. Si te gusta la fotografía, llévate la cámara. Te gustará tomar una fotografía al fondo de las cuevas ya que hay una grieta que se asemeja al mapa de África, y el contraste con el azul del mar asegura una imagen espectacular.
Aunque la visita a las Grutas de Hércules se puede realizar de forma independiente, lo más recomendable es hacerla guiada para conocer las historias y leyendas que oculta.
- Qué son las Cuevas de Hércules, una historia de leyenda
- Qué ver en las diferentes cuevas
- Info de interés (cómo llegar, precio, horarios…)
- Dónde alojarse para visitar las Cuevas de Hércules
Qué son las Cuevas de Hércules, una historia de leyenda
El trayecto en coche desde Tánger hasta las Cuevas de Hércules no lleva más de 25 minutos. Es interesante ir dejando atrás la ciudad más grande del norte de Marruecos para poco a poco ir viendo la naturaleza y el mar abierto. Si sólo vas a pasar un fin de semana en Tánger esta excursión es adecuada para ti porque sólo te llevará media jornada.
Lo primero que llama la atención de las Grutas de Hércules es su nombre que, inmediatamente, relacionas con el mito griego o romano. La leyenda cuenta que en esta cueva descansó el héroe tras separar la tierra que unía Europa y África. A cada lado habría situado una columna, en la península ibérica sería el Peñón de Gibraltar y en la parte africana hay varios candidatos, como el Monte Hacho y el Monte Musa. Tras dormir en la gruta siguió realizando una de las doce tareas que le habían asignado, la de obtener las manzanas doradas del Jardín de las Hespérides. Dicho jardín estaba custodiado por ninfas y por un dragón de cien cabezas.
Dejando a un lado las leyendas, estas grutas fueron usadas por la población local con distintas intenciones. De sus paredes se extrajo material para hacer piedras de molino con las que obtener prensas para elaborar aceite. Su interior también sirvió para acoger a aquellos vecinos que necesitaban refugio, e, incluso, las malas lenguas cuentan que fue usado como burdel a comienzos del siglo XX.
Qué ver en las diferentes cuevas
El recorrido por las Cuevas de Hércules se podría decir que consta de tres partes. En primer lugar te encontrarás una placita con modernos soportales con columnas, desde ahí tendrás que bajar una pequeña cuesta que te llevará a una pequeña gruta, a mano izquierda, donde te cobrarán la entrada. Ahí encontrarás recuerdos artesanos que, de gustarte alguno, podrás adquirir tranquilamente a la vuelta. En los tres niveles de esta gruta se puede ver desde una pequeña cascada muy espumosa (¿tendrá jabón?), una persona con loros que te ofrece hacerte una foto con ellos (previo pago, claro), una escultura de Hércules y decenas de recuerdos.
Una vez pasado este “peaje necesario”, llegas a un espacio amplio que es la antesala de la Gran Cueva de Hércules. Para ello tienes que pasar una puerta con una reja de hierro. Una vez traspasada se accede a una estancia amplia con paredes talladas (más por la acción del hombre que de los elementos) y la famosa grieta con forma de mapa de África que se abre hacia el azul del mar. La iluminación, producto de la última restauración, aporta bonitos juegos de luces y contrastes.
Información de interés (cómo llegar, precio, horarios…)
Llegar a las Cuevas o Grutas de Hércules desde Tánger es muy sencillo y la distancia (apenas 14 kilómetros) se cubre rápidamente, y no hay que pagar peajes en las carreteras. En tu navegador puedes poner que te diriges a Achakar, donde se sitúa la gruta, y éste te enviará como vía más rápida por la avenida Moulay Rachid y Rte des Grottes d’Hercule. El entorno es muy turístico, verás hoteles y condominios. Otras opciones son las excursiones guiadas o contratar el servicio de un taxi que te lleve y te recoja a la hora que decidas. Además de visitar la gruta, también puedes pasar el día en la zona, disfrutar de la playa y comer en algún restaurante cercano.
El horario habitual de apertura de las Cuevas de Hércules es de 10 de la mañana a 8 de la tarde. Si vas en coche tienes que contar con pagar el aparcamiento, en torno a un euro (10 dirhams) y la entrada a las grutas que te sale también por otros 10 dirhams, los niños no suelen pagar entrada.
Una vez que hayas terminado con la visita aprovecha para conocer toda la zona o incluso para acercarte al cabo Espartel con su magnífico faro y sus bellísimos atardeceres.
Dónde alojarse para visitar las Cuevas de Hércules
La mejor opción para alojarse en Tánger y realizar excursiones como las Cuevas de Hércules es el Barceló Tánger, ya que cuenta con los estándares españoles y no echarás nada en falta. Con vistas a la bahía y en una zona hotelera, este cuatro estrellas brinda 138 habitaciones con todas las comodidades que un viajero pueda requerir. Además de habitaciones confortables también dispone de restaurante con cocina internacional, una cafetería y un snack bar. Y si lo visitas en verano, uno de tus lugares favoritos será la gran piscina exterior, donde relajarte tras una intensa jornada turística.
El hotel está situado cerca de la playa, a dos minutos a pie, y en una zona turística próxima al centro histórico y a la estación del ferry.
