Milán es uno de los destinos del norte de Italia por antonomasia. La capital de la región de Lombardía alberga monumentos icónicos como el Duomo, su catedral; obras de arte como La última cena, de Leonorda Da Vinci; y edificios culturales emblemáticos, como el teatro de La Scala. Vestigios de calado histórico que se combinan (y contrastan) con la modernidad de los rascacielos y con el lujo y la vanguardia que se respiran en las calles donde se ubican galerías de arte o tiendas de las principales marcas de moda a nivel mundial.
Una amplia oferta de vuelos low cost desde muchas ciudades europeas y la opción de llegar en tren desde diferentes puntos de Italia, hacen de Milán un destino ideal para escaparse unos días en cualquier época del año. Además, ofrece una amplia oferta gastronómica para los amantes de la cocina italiana.
¿Qué ver en Milán en un día o durante varias jornadas? En la siguiente lista, resumimos la información principal con 21 lugares que no puedes dejar de visitar:
- La catedral de Milán
- San Siro
- Santa María delle Grazie
- Castello Sforzesco
- Estación central de Milán
- Teatro alla Scala
- Bosco Verticale de Milán
- Galería Víctor Manuel II
- Pinacoteca de Brera
- Parque Sempione
- Cementerio Monumental de Milán
- Piazza del Duomo
- Piazza Gae Aulenti
- Pinacoteca Ambrosiana
- Corso Como
- Piazza Mercanti
- Arco della Pace
- La basílica de San Ambrosio
- Palacio Real de Milán
- Casa Galimberti
- Dónde comer en Milán
La catedral de Milán
Duomo es la traducción en italiano de catedral. Así es como todo el mundo conoce a la catedral de Milán, ubicada en la plaza que lleva su mismo nombre, la Piazza del Duomo, y que con el paso de los años se ha erigido como el centro de la vida milanesa.
Flanqueada por edificios históricos como la Galería Víctor Manuel II o el Palacio Real, el Duomo impacta por una impresionante fachada de estilo neogótico revestida de mármol blanco con toques rosados. Su construcción comenzó en el siglo XIV, pero no ha sido hasta 1965 cuando se puso fin a su obra. Es una de las catedrales más grandes de culto católico -puede albergar hasta 40.000 personas-.
San Siro
Los dos clubes de fútbol más importantes de la ciudad de la moda, el AC Milán y el Inter de Milán, comparten desde 1947 uno de los estadios más conocidos del mundo: San Siro o Giussepe Meaza (su nombre oficial, que corresponde a un histórico futbolista italiano). Con capacidad para 85.000 espectadores, destaca por su una singular apariencia exterior, sus torres cilíndricas -se asemejan al estadio Santiago Bernabéu- y por su techo.
El estadio lombardo se ubica en el barrio de San Siro -de ahí su otro nombre-, a unos siete kilómetros del centro de Milán. Se puede llegar en metro o en tranvía para acudir a un partido o realizar una visita guiada.
Santa María delle Grazie
Uno de los grandes genios de la historia, Leonardo Da Vinci, dejó en la ciudad de Milán algunas de sus obras artísticas y de ingeniería más relevantes. Il cenacolo vinciano (La última cena, en su traducción al castellano) es, junto a La Gioconda, su obra pictórica más aclamada y conocida a nivel mundial. En el refectorio contiguo a la basílica de Santa Maria delle Grazie, Da Vinci pintó este gran mural que lleva despertando misterio y admiración desde que el genio toscano la concluyó a finales del siglo XV.
Castello Sforzesco
Puede que cuando el viajero aterriza en Milán llega con dos referencias en la mente: por un lado, la visita al Duomo y, por el otro, a ver si consigue una entrada para ver de cerca La última cena de Leornardo Da Vinci. Pero, tal y como suele suceder en cualquier viaje, se descubren muchos rincones y monumentos de gran importancia y belleza.
Sucede con el Castello Sforzesco, una fortaleza de 600 años de historia que alberga un castillo de ladrillo rojo de grandes dimensiones con torres medievales de singular forma y belleza. Una plaza de armas y seis museos se ubican en su interior. Para llegar a esta bella e imponente fortaleza, no muy lejos de la Piazza del Duomo, se puede ir paseando desde las avenidas Orefici y Dante.
Estación central de Milán
Tal y como sucede con Nueva York, que tiene a la Grand Central Terminal como a uno de sus atractivos turísticos, Milán cuenta con la Stazione di Milano Centrale (la Estación Central de Milán en su traducción al castellano), una de las estaciones de ferrocarril más grandes y antiguas de Europa. Construida entre 1927 y 1931, combina elementos modernistas y Art Decó con una riqueza monumental en la que abundan las esculturas de la época del régimen fascista liderado por Benito Mussolini.
Por la Estación central de Milán transitan a diario más de 300.000 personas que llegan de diferentes ciudades italianas, pero también de metrópolis europeas como Berna, Ginebra, Barcelona y Múnich, entre otras.
Teatro alla Scala
Ubicado en la Via Manzoni, una de las calles más conocidas de Milán, nos encontramos con el Teatro alla Scala (conocido popularmente como La Scala). Es uno de los teatros líricos más importantes del mundo. Su fama se originó prácticamente desde que se inauguró en 1778, cuando empezaron a actuar los principales compositores italianos atraídos por su acústica.
La programación de ópera empieza cada año el 7 de diciembre, fecha en la que se celebra el santo patrón de Milán, San Ambrosio.
Bosco Verticale de Milán
En el área financiera de Milán, a poco más de 2 kilómetros a pié desde la Piazza del Duomo, nos encontramos con dos edificios contiguos de gran altura (110 y 76 metros) que están cubiertos de vegetación. Su nombre, Bosco Verticale, viene dado porque están cubiertos por más de 800 árboles como si fuese una especie de jardín vertical. Son ejemplo de una nueva generación de edificios de arquitectura sostenible para luchar contra el cambio climático.
Galería Víctor Manuel II
Justo a la derecha de las puertas principales de la Catedral de Milán, en la Piazza del Duomo, se sitúa uno de los dos majestuosos arcos por los que se puede acceder al interior de la galleria Vittorio Emanuele II (galería Víctor Manuel II, en su traducción al castellano). Construida entre los años 1865 y 1877 en honor al primer rey de Italia tras la unificación, es una de las galerías comerciales más antiguas del mundo. Si has estado en Nápoles, te sonará familiar puesto que en la ciudad del sur de Italia también hay una parecida, la Galería Humberto I.
Su interior impresiona, destacando una espectacular bóveda de bóveda de cristal y acero de casi 50 metros de altura. El viajero podrá tomar algo en el Café Biffi, que data de 1867 y es uno de los establecimientos más antiguos de la urbe, o admirar los escaparates de tiendas de lujo.
Pinacoteca de Brera
Al igual que ciudades como París, Londres o Madrid, Milán acoge uno de los museos más importantes de Europa: la Pinacoteca de Brera. El Palazzo Brera, de aspecto barroco y que toma su nombre del bohemio barrio de Brera, donde está situado, acoge este museo donde se exponen cientos de obras que van del Quattrocentro hasta las primeras vanguardias del siglo XX. Pintura italiana, francesa y centroeuropea que permiten un delicioso recorrido para comprobar de qué manera evoluciona el arte con el paso del tiempo.
Parque Sempione
Junto al Castello Sforzesco, Milán tiene al Parque Sempione como a su Central Park (Nueva York) o Hyde Park (Londres). Se construyó en 1890 con un diseño inspirado en los jardines ingleses del siglo XIV, famosos por recrear paisajes pastorales idílicos. Con un tamaño de 50 hectáreas, además de sucederse árboles, espacios ajardinados o un lago artificial, acoge edificios que por su belleza e importancia son interesantes de visitar: La Trienal de Milán, el Acquario Civico, la Arena Cívica, Arco della Pace o la Torre Branca.
Es un lugar ideal para pasear, hacer un pícnic y hasta para echarse una siesta al cobijo de la sombre de un árbol en días de calor.
Cementerio Monumental de Milán
Desde 1866, Milán cuenta con un «museo al aire libre» en el que yacen algunas de las personas más ilustres de la sociedad milanesa: el Cementerio Monumental de Milán. Por la belleza de sus mausoleos -cada uno ha de ser aprobado para su construcción- está considerado como uno de los cementerios más bonitos de Italia. Si el viajero se acerca a este sacrosanto lugar, podrá ver obeliscos, la tumba de personajes históricos como Alessandro Manzoni o El Famedio, una iglesia conocida como el ‘templo de la fama’ que es el último cobijo de los milaneses de mayor renombre.
Piazza del Duomo
La Piazza del Duomo es el corazón de la capital lombarda. Su nombre se debe al Duomo, la Catedral de Milán. Además de albergar al principal monumento de la ciudad, esta emblemática plaza de 17.000 metros cuadrados de superficie ofrece al visitante otros atractivos turísticos tales como la majestuosa galleria Vittorio Emanuele II (Galería Víctor Manuel II, en su traducción al castellano), el palazzo Reale (palacio Real o palacio del Arengario) o el Palacio Carminati. En el centro se erige el monumento al rey Víctor Manuel II, una estatua ecuestre realizada en bronce que representa al monarca en una batalla.
Piazza Gae Aulenti
Conectada a través de una pasarela peatonal con la ajetreada calle Corso Como, la Piazza Gae Aulenti saluda a los viandantes que se acercan a este rincón futurista del distrito de Porta Nova. Este punto supone el cruce entre el centro histórico y los distritos financieros de Milán.
La plaza, que fue inaugurada en 2012, está bordeada de grandes edificios de diseño moderno y, en el centro, conviven una serie de pequeños chorros de agua que emergen del suelo y salpican a los que por allí pasean y no consiguen sortearlos. Si echamos la vista hacia arriba, nos sorprenderemos de la altura que alcanzan edificios como el Unicredit Tower, que con 231 metros es el rascacielos más alto de Italia.
Pinacoteca Ambrosiana
A escasos cinco minutos a pie de la Piazza del Duomo nos topamos con la Pinacoteca Ambrosiana, en la Piazza Pio XI. Para muchos, es una de las galerías más interesantes de Milán con obras de artistas de la talla de Leonardo da Vinci, Tiziano, Caravaggio o Rafael.
En este conjunto de edificios también se encuentra la Biblioteca Ambrosiana, una de las más antiguas de Europa y con una colección que la hace merecedora de ser considerada como una de las más importantes del mundo. Salvaguarda más de un millón de volúmenes que incluyen incunables, manuscritos, dibujos, grabados y rarezas únicas.
Corso Como
El Corso Como es una de las calles más conocidas de Milán. Discurre por el corazón financiero de la capital de Lombardía y se caracteriza por una vibrante vida diurna y nocturna. Un lugar en el que comer, tomar un café, salir de compras o esperar a la noche para tomar una copa o salir a bailar. En esta calle se ubican algunas de las mejores tiendas de moda y de diseño a nivel internacional.
Piazza Mercanti
Todos los tesoros de Milán giran en torno o cerca de la Piazza del Duomo. Uno de ellos es la Piazza Mercanti, considerada como la muestra mejor conservada de la arquitectura medieval milanesa. Data de 1228 y cinco son sus principales edificios históricos: el palazzo de la Ragione, la logia degli Osii, el palazzo dei Giureconsulti, el palazzo delle Scuole Palatine y la casa Panagirola.
Arco della Pace
El Arco della Pace ocupa el centro de la Piazza Sempione, una amplísima explanada circular que conecta el corso Sempione con el parque homónimo. Con una altura de 25 metros, este arco triunfal fue ordenado construir por Napoleón Bonaparte durante su época de dominación política en Europa, pero que no se erigió hasta pasados unos años, concretamente en 1838.
La basílica de San Ambrosio
La basílica de San Ambrosio está considerada uno de los edificios del románico lombardo más representativos, con reminiscencias de la arquitectura bizantina. Este antiguo lugar de culto fue fundado en el siglo IV por orden de San Ambrosio, con el fin de acoger los restos de los primeros mártires del cristianismo, ejecutados en los últimos siglos del Imperio Romano.
San Ambrosio es el patrón de Milán. Su cuerpo, cubierto por lujosas telas, descansa en la capilla de los Santos. Junto con el Duomo, la basílica de San Ambrosio es la más importante de la ciudad y una de las más especiales y simbólicas para el cristianismo.
Palacio Real de Milán
El Palacio Real de Milán (Palazzo Reale, en italiano) es uno de los edificios más emblemáticos de la ciudad y, junto al Duomo y la Galería Víctor Manuel II, uno de los principales atractivos históricos situados en la Piazza del Duomo. Antiguo centro de poder de la región, este espacio ha tomado la forma de museo erigiéndose como el más importante de la capital lombarda: cuenta con más de 1.500 piezas que abarcan diferentes épocas y de artistas como Leonardo Da Vinci, Monet o Picasso.
Casa Galimberti
En la ciudad de Milán conviven monumentos y edificios de diferentes épocas y estilos. Uno de los más llamativos es La Casa Galimberti, ejemplo del Liberty italiano, es decir, la corriente Art Nouveau o modernista, pero a la italiana. Está en la calle Via Marcello Malpighi.
Fue diseñada por el arquitecto Giovanni Battista Bossi y edificada entre los años 1903 y 1905. Destaca por sus coloridos azulejos y mosaico murales.
Dónde comer en Milán
En la capital de Lombardía hay una amplia oferta gastronómica, así que quien busque algún buen lugar donde comer en Milán lo tiene bastante fácil. Hay restaurantes con dos estrelllas Michelín, como en el Enrico Bartolini al Mudec (Tortona, 56); puedes apostar por un lugar más económico y tradicional, como la Trattoria Madonnina (Gentilino, 6) o probar un aperitivo milanese en un lugar de moda como el Fonderie Milanesi (Giovenale, 7), una antigua fábrica reconvertida en uno de los locales más hipsters de Milán.