Goza de menos fama que la necrópolis de Giza pero la ciudad de los muertos de Saqqara cuenta con los mismos alicientes (o casi) para visitarla. Una desventaja que ha jugado en su contra es que se encuentra más lejos de El Cairo que la primera. Aunque sólo esté a unos treinta kilómetros de la capital, regala en el camino de llegada un atractivo paisaje desértico, por un lado, y verde y salpicado de palmeras, por la ribera del río Nilo.
Muchas veces se programan visitas a Saqqara con la sola intención de observar la pirámide de Zoser, que a todo el mundo le suena por sus libros de Historia. Sin embargo, hay que ir un poco más allá y organizar una visita más ambiciosa. A ser posible, guiada. A pesar de que la distancia entre los distintos monumentos en Saqqara no es excesiva, puede ser interesante contratar una excursión donde te acerquen en coche a las distintas pirámides y mastabas. En el propio recinto hay un museo con cafetería, un lugar donde descansar del sol, si vas en verano. ¿Estás preparado para caminar por una necrópolis con más de tres mil años de historia?
Qué ver en Saqqara
La superficie que ocupa la necrópolis de Saqqara, unos 6 kilómetros de largo por 1,5 kilómetros de ancho, la convierten en una de las de mayor superficie desde la antigüedad. El espacio se suele dividir para su estudio y visitas, entre zona norte y zona sur. En el interior de este gran cementerio destaca por interés y por fama la pirámide de Zoser, de la que te hablaremos en el siguiente epígrafe, además de realizar un repaso por otras tumbas de interés.
Pirámide escalonada de Zoser
La Pirámide de Zoser, también conocida como Pirámide Escalonada, fue construida en el siglo XXVII a.C. por el arquitecto Imhotep a petición del rey Zoser. Los investigadores creen que esta fue la primera pirámide levantada en Egipto, además del monumento de mayor tamaño del Mundo Antiguo. Parece ser que el proyecto original no se corresponde con la pirámide de estructura piramidal con seis escalones que se observa ahora. Inicialmente se pretendía hacer una mastaba, de planta cuadrada, y con 63 metros por cada lado y 8 metros de altura. Sin embargo, se decidió añadir por los lados más capas de caliza de Tura. La pirámide actual tiene una base de 118 por 140 metros de base y una altura de 62 metros. A la misma se llega a través de un impactante pasillo con pilares. Se cree que los restos del faraón descansaban en el pozo de la Tumba sur.
Pirámide de Teti
La pirámide del faraón Teti, perteneciente a la Dinastía VI, es otra de las visitas obligadas en la necrópolis de Saqqara. Se encuentra semidestruida y desde fuera no parece más que una colina con una forma extraña, pero que no te desanime el exterior porque se puede pasar al interior a través de un pasadizo para visitar las cámaras. Algunas advertencias que hay que tener en cuenta es que la altura de los pasadizos es de sólo un metro y medio, aunque luego las cámaras alcanzan tres o cuatro metros y puedes ponerte erguido. En varias paredes de la cámara funeraria hay textos dibujados, en algunos incluso se mantiene la cuadrícula de la plantilla. Los egiptólogos creen que las prisas y que no se terminaran los grabados indican que Teti murió antes de tiempo, quizás asesinado, y no hubo tiempo de pulir el enterramiento.
Serapeum
En la necrópolis de Saqqara no sólo hay faraones sino que también hay tumbas con un “contenido” sorprendente. Eso es lo que ocurre en el Serapeum. Su interior no se descubrió hasta 1851, año en el que el arqueólogo francés Auguste Mariette rompió un muro de la cámara de Ramsés II y halló el enterramiento de los toros o bueyes sagrados de Apis. Estos animales consagrados al dios Ptah se sacrificaban uno cada catorce años. Antes de introducirlos en el Serapeum se embalsamaban como si fuesen momias y se colocaban en sarcófagos. Como imaginarás, son de gran tamaño, y llegaban a pesar más de 50 toneladas. Es una visita sorprendente, no te la pierdas.
Tumba de Akhethotep
Entre otras muchas pirámides y mastabas de la necrópolis de Saqqara, destaca la de Akhethotep (Akhethetep), que era un alto mandatario de Egipto de la Dinastía V y, probablemente, hijo de la afamada médica Peseshet. La tumba fue descubierta en 1903 por Georges Aaron Bénédite y otros dos arqueólogos. Tras adquirirla el gobierno francés, este profesional desmontó la capilla funeraria y la volvió a montar en el Museo del Louvre de París. Desde el pasado mes de julio de 2021 se expone totalmente restaurada en la capital francesa. En la tumba se pueden observar interesantes inscripciones y grabados, como uno que le muestra dirigiendo las obras de su propia tumba. A pesar del estudio, alrededor de esta figura hay cierto misterio.
Dónde comer en Saqqara
Si te has planteado esta visita como una excursión de un día desde El Cairo, te interesa comer cerca de la necrópolis de Saqqara para aprovechar al máximo el tiempo. Una opción recomendable es el restaurante Pharous, que sirve recetas tradicionales y suele tener música en directo. Se encuentra dentro de una jaima de gran tamaño y es un lugar muy agradable. Eso sí, no sirve alcohol así que tendrás que acompañar la comida de otra bebida, refrescos, té… También merece la pena probar la rica comida del restaurante Sakkara, con elaboraciones sencillas pero sabrosas y un personal muy amable.
Dónde dormir cerca de Saqqara
Entre los alojamientos más aconsejables para dormir en El Cairo, apenas a 30 kilómetros de Saqqara, está el hotel Barceló Cairo Pyramids. Este cuatro estrellas es el campamento base idóneo para recorrer El Cairo y alrededores porque cuenta con unos estándares europeos muy elevados. El establecimiento, situado en la avenida Sharia Al Haram, cuenta con 236 habitaciones de gran tamaño y divididas en distintas categorías desde superiores hasta junior suites o familiares. La gastronomía es otro de sus puntos fuertes, ya que cuenta con tres bares y tres restaurantes, uno de los cuales se sitúa en la planta 12 y ofrece preciosas panorámicas de las pirámides de Giza. Además, también cuenta con piscina, gimnasio y zona Wellness. Un hotel perfecto para disfrutar de El Cairo.
