Hubo un tiempo en que la comunidad judía se asentó en uno de los barrios emblemáticos de Sevilla, el barrio de Santa Cruz. Aquí vivieron los judíos hasta que fueron expulsados por los Reyes Católicos en el siglo XV. Hoy, en su memoria, el Centro de Interpretación de la Judería de Sevilla rinde homenaje en el barrio a una comunidad que vivió épocas de esplendor en la capital andaluza. Se trata de un centro ubicado en el número 22 de la calle Ximenez de Enciso, en el que se exponen piezas y objetos que evocan cómo era la Judería de Sevilla, sus límites físicos, su historia, sus personajes más destacados, sus leyendas y las persecuciones que vivieron. En definitiva, un viaje al pasado que tiene como símbolo la pintura “La expulsión de los judíos de Sevilla”, de Joaquín Turina Areal, artista de la Escuela Sevilla del siglo XIX.

  1. Historia de la Judería de Sevilla
  2. Que ver en la Judería de Sevilla
  3. Donde comer en la Judería de Sevilla

La Judería de Sevilla ocupa unas 16 hectáreas del centro histórico de la ciudad, un enclave que se extiende más allá del Barrio de Santa Cruz, hasta el de San Bartolomé y el entorno de la iglesia de Santa María la Blanca, muy cerca ya del Real Alcázar y la muralla. En general, se trata de calles estrechas y laberínticas, algunas de ellas peatonales, que tienen mucho encanto y por las que merece la pena dar una caminata sin prisa. En este territorio, hay patios llenos de flores, aromas de azahar y cuatro templos que los judíos convirtieron en sinagogas y que, tras su expulsión, recuperaron su función cristiana. Son las iglesias de Santa María la Blanca, de Santa Cruz, de San Bartolomé y del Convento de Madre de Dios.

Historia de la Judería de Sevilla

La Judería de Sevilla es, probablemente, una de las más extensas y antiguas de toda España después de la de Toledo y estuvo ocupada por los judíos desde 1248 hasta 1492. Llegó a tener 4.000 habitantes y se convirtió en un gran centro de poder e influencia, con médicos, científicos, banqueros… Sus calles más célebres llevan el nombre de Judería, Agua y Vida, y están a un paso del Patio de Banderas, la plaza del Triunfo, el Real Alcázar o la Catedral.

La leyenda más famosa de la Judería de Sevilla tiene un nombre propio: el de Susona Ben Suzón, una  joven que se enamoró de un cristiano de gran linaje. Se veían a escondidas y al saber ella que su padre había organizado un complot contra su amado, delató a los judíos y éstos fueron encarcelados y ejecutados por los cristianos. Tras lo ocurrido, Susona fue repudiada por su gente y se convirtió al cristianismo, pero los cristianos y su amado también la abandonaron por delatar a su propia familia. En su testamento, dejó escrito que al morir se separara su cabeza del cuerpo y fuera expuesta en la puerta de su casa como escarmiento y aviso para los jóvenes enamorados. Hoy todavía se enseña el supuesto hueco donde Susona fue expuesta.

Qué ver en la Judería de Sevilla

La antigua Judería de Sevilla pervive hoy en símbolos, nombres de calles, leyendas, detalles arquitectónicos y en leyendas y tradiciones, además de en el Centro de Interpretación de la Judería de Sevilla, que reconstruye el pasado de esta comunidad. A continuación, enumeramos algunos enclaves que no te puedes perder en tu visita a la Judería.

Entrada de la Judería

Se conoce como Entrada a la Judería el acceso que se halla junto al Real Alcázar y la Catedral. Hay que recordar que la Judería formaba parte de la antigua muralla romana que defendió Sevilla, aunque no queda en la actualidad prácticamente ningún resto.

Iglesia de Santa María la Blanca

Asentada sobre una antigua sinagoga judía, esta iglesia barroca de portada mudéjar conserva en su interior las pinturas de la “Sagrada Cena” de Murillo y la “Piedad” de Luis de Vargas. Y es que Murillo fue el encargado de realizar parte de la decoración pictórica donde se cuenta el sueño del patriarca José, aunque muchos de sus cuadros fueron expoliados por los franceses y algunos de ellos acabaron en el Museo del Prado.

Calle Verde

El nombre de esta angosta calle, que en realidad es la calle de San Bartolomé, alude a la presencia de una pérgola de plantas naturales que se descuelga desde lo alto y por la cual se filtra la luz. En este callejón fueron asesinados, una noche de junio de 1391, hasta 4.000 judíos por orden de un clérigo que provocó la “masacre antisemita” como un ensayo de lo que iba a ser el movimiento antijudío posterior. A mitad de la calle se puede escuchar el sonido del agua que procede del jardín de la Casa de los Padilla, una vivienda que se remonta a los tiempos de la Reconquista y que hoy acoge las Casas de la Judería de Sevilla, un establecimiento gestionado para revitalizar el olvidado barrio de San Bartolomé.

Palacio de Mañara

Se trata de una casa palaciega de estilo renacentista en la que nació Miguel de Mañara, impulsor de la hermandad y hospital de la Caridad. Está en el corazón de la Judería, entre el Alcázar y la puerta de Carmona, y ha tenido numerosos usos: domésticos, militares, fabriles, religiosos y educativos. La portada del palacio data de 1540 y está flanqueada por dos columnas toscanas que contienen escudos de armas. En 1989 el palacio fue adquirido por la Junta de Andalucía y hoy acoge la Dirección General de Bienes Culturales.

Patio de Banderas

El Patio de Banderas o Patio Grande es una plaza pública de forma rectangular, situada entre la Plaza del Triunfo y el callejón de la Judería, que formó parte del Real Alcázar. Se trata de un recinto arbolado con una doble hilera de naranjos y una fuente en el centro diseñada por el escultor José Laffita Díaz.

Balcón de Rosina

Ubicado en un edificio de la plaza de Alfaro, en plena Judería, dicen que fue uno de los escenarios en los que Beaumarchais situó su célebre ópera “El barbero de Sevilla”. Lo más curioso es que la construcción del balcón es posterior a la creación de la obra. En cualquier caso, se halla en un lugar con mucho encanto.

Dónde comer en la Judería de Sevilla

Al ser un destino muy turístico y visitado, existe una gran variedad de restaurantes en la zona que en su día ocupó la Judería de Sevilla. Hay mucho donde elegir y para todos los bolsillos y paladares. Además, están situados en bonitos lugares cargados de historia y magia. Aunque las opciones son grandes, te recomendamos los siguientes: Bodega Santa Cruz, donde verás que la cuenta se sigue apuntando con tiza blanca en la barra; la taurina Taberna Belmonte, dedicada al torero que le da nombre; Casa Román, cuyo plato estrella son los huevos rotos con jamón; Bar Las Teresas, un clásico desde su apertura en 1870; Taberna La Fresquita, decorado con imágenes de la Semana Santa sevillana; Taberna Álvaro Peregil, cuya especialidad son las espinacas con garbanzos y su “montaíto de pringá”; o El Giraldillo, con una excelente relación calidad-precio.