La Real Colegiata de San Isidoro es uno de los principales monumentos históricos de León, con más de 1000 años a sus espaldas. Este gran templo cristiano es uno de las principales obras románicas de España y en su interior esconde además el Panteón Real del Reino de León y un importante museo.

Si paseas por el centro de León descubrirás joyas imprescindibles del patrimonio histórico español. Una de ellas es, sin duda, San Isidoro. En las siguientes líneas conocerás un poco más acerca de su historia, su valor patrimonial, su museo y la información básica para visitarla.

  1. Historia de la Colegiata de San Isidoro
  2. Museo de la Colegiata de San Isidoro
  3. Información de interés para la visita

Historia de la Colegiata de San Isidoro

La historia de la Colegiata de San Isidro nos lleva al año 956, año del que existen referencias de un templo en honor a Pelayo, el niño cristiano martirizado en la Córdoba musulmana y canonizado después por la iglesia católica. La entonces muralla romana estaba anexa al templo. El paso de Almanzor por León en 998 arrasaría la ciudad y el templo tendría que ser reconstruido durante el reinado de Alfonso V (999-1028), la llamada iglesia antigua que se dedicaría a San Juan Bautista.

Sería ya con Fernando I cuando comienza la construcción de una iglesia románica de mejores calidades que serviría de panteón para el monarca y su esposa Sancha, quien ya vivía en el antiguo monasterio de San Pelayo. La nueva iglesia sería consagrada en 1063, año en el que se trasladaron hasta allí los restos de San Isidoro.

Sin embargo, seguía siendo un templo pequeño. La infanta doña Urraca de Zamora, hija de los reyes, ordenaría ampliar la iglesia y decorar el Panteón, trabajos que no terminarían hasta el año 1149, bajo el reinado de Alfonso VII. Gracias a esa decoración mural, el Panteón tiene el apelativo de Capilla Sixtina del Románico.

El templo sufrió nuevas reformas y ampliaciones en los siglos XV y XVI, pero sería en el XIX cuando viviría sus peores años con la ocupación francesa (1808-1812), que la emplearían como cuartel y establo para las tropas napoleónicas, incendiándola después con su retirada. La posterior desamortización de Mendizábal (1835) traería nuevos expolios y no sería hasta 1851, con la vuelta de una comunidad monacal, y 1894, con las obras de restauración, cuando la basílica recuperaría la vida.

En la actualidad, la Colegiata de San Isidoro está plenamente restaurada y rehabilitada, siendo uno de los principales monumentos de León. La basílica presenta planta de cruz latina de tres naves, en la que destacan el altar mayor, con los restos de San Isidoro, los arcos polilobulados del crucero, de influencia islámica, o las portadas del Cordero y del Perdón.

Museo de la Colegiata de San Isidoro

Además de la basílica, en San Isidoro de León podemos visitar el claustro, el museo y el Panteón Real. En este claustro se celebraron las Cortes de Leon de 1188, que según la Unesco han sido reconocidas como “el testimonio documental más antiguo del sistema parlamentario europeo”, lo que otorga a León el sello de “Memoria de la Humanidad” como cuna del parlamentarismo, mucho antes que, por ejemplo, el Reino de Inglaterra, que lo hizo en 1215.

Una de las grandes salas de la colegiata es el Panteón del Reino de León, un estado que duraría entre los años 910 y 1230, hasta su unión con Castilla. En el Panteón nos encontramos con 11 reyes, 12 reinas, 10 infantes, 9 condes y diferentes nobles de aquel período. Así, podemos ver las tumbas de Alfonso V, Fernando I El Grande y Sancha (quienes promovieron la construcción del Panteón) o doña Urraca.

Esta “Capilla Sixtina del Románico” sorprende por las pinturas murales que llegan a nuestros días en un excelente estado de conservación, con escenas como la Santa Cena, la Crucifixión o el Apocalipsis de San Juan.

En el museo se pueden admirar tesoros como el cáliz de doña Urraca, una auténtica joya del año 1100, una pieza única construida con las joyas personales donadas por la infanta, con oro, ónice, zafiros o esmeraldas, de la que llegó a pensarse que podría tratarse del Santo Grial. En la colección museística también encontramos el arca de los marfiles, construida en 1059 para guardar los restos de San Juan Bautista y de San Pelayo, la arqueta de San Isidoro o el Pendón de Baeza, considerado reliquia nacional.

Información de interés para la visita

Es posible visitar la Real Colegiata de San Isidoro y su museo. La Basílica es de acceso libre y gratuito, y abre todos los días de 10 a 21 horas.

El museo y el Panteón Real están abiertos al público con el pago de una entrada y también es posible hacerlo mediante una visita guiada. Los horarios del museo y el panteón son de 10 a 14 y de 16 a 19 horas los martes y sábados, mientras que domingos y festivos lo hace de 10 a 14 horas. Los lunes está cerrado.