La comida típica de Murcia es una de las menos conocidas del país. Y eso que resulta especialmente suculenta para buscadores del buen producto. Sobre todo por la diversidad, pero también por la calidad de ingredientes que forman parte de ella. La mayoría procede de las huertas y campos de cultivo de esta región.

Junto a los productos de la tierra en la comida típica de Murcia también tienen mucha importancia los pescados, procedentes en su mayoría del Mediterráneo y de ese espacio natural tan singular y atractivo que es el Mar Menor.

Junto a ellos, la carne de cerdo y sus derivados forman parte de muchas preparaciones de la comida típica de Murcia. Y no hay que olvidar el capítulo de los postres y dulces, de los que esta región se puede vivir un auténtico festín.

A continuación tienes algunos de los platos más representativos de la comida típica de Murcia y cómo se elaboran y presentan en la mesa.

  1. Caldero del Mar Menor
  2. Zarangollo
  3. Las Marineras
  4. Pisto murciano
  5. Michirones
  6. Pastel de Carne
  7. Paella murciana
  8. Postres típicos de Murcia
  9. Paparajote
  10. Pan de Calatrava
  11. Tortas de Pascua
  12. Cordiales de almendra
  13. Pastelillos de cabello de ángel
  14. Tortas de Pascua
  15. Mona de Pascua
  16. Almojábanas
  17. Dónde alojarse en Murcia

Caldero del Mar Menor

En el recetario de comida típica de Murcia esta es su versión más popular de los arroces mediterráneos. Se trata de un arroz caldoso que, de forma tradicional, se elaboraba con los pescados de roca y morralla (aquellos que, por su pequeño tamaño y dificultad de consumo, se suelen usar solo para elaborar caldos). Hoy lo cierto es que tanto en casa como en restaurantes (vincular a URL correspondiente?) en el caldero del Mar menor se emplean también pescados más apetitosos y fáciles de comer.

Un dato importante de este plato es que en el sofrito juegan un papel muy importante las ñoras (pimientos rojos secos), que que le dan un característico color pero también mucho aroma.

Zarangollo

Más que un plato principal de la comida típica murciana, el zarangollo se podría considerar como una tapa o aperitivo. Y eso que se trata de una preparación bien sabrosa, realizada a partir de las más jugosas verduras de la huerta murciana: calabacín, cebolla, berenjenas, patatas, hierbas aromáticas…

Todas ellas se rehogan a la sartén con un buen aceite de oliva y luego se envuelven en huevo, hasta conseguir un revuelto francamente nutritivo.

Las Marineras

Como el anterior, también se puede considerar más una tapa que un plato “de mesa y mantel”. Se trata de un lazo alargado de pan, tipo colín, sobre el que se coloca una abundante cantidad de ensaladilla rusa.

Ésta se elabora con patatas cocidas, aceitunas, atún, vinagre y mahonesa. Sobre todo ello se coloca una anchoa. Una curiosidad: en muchos lugares de Murcia se sustituye la anchoa por un boquerón en vinagre y entonces la preparación se conoce con el nombre de bicicleta.

Pisto murciano

Como todos los pistos, los ingredientes de este plato de la comida típica de Murcia vienen directamente de las huertas regionales: tomate, pimientos verdes y rojos, cebollas y berenjenas son los actores principales, a los que se suma el aceite de oliva, los huevos, la sal y la paciencia.

Porque el pisto murciano requiere de un cierto tiempo de elaboración, al tener que trocear y pasar por la sartén de forma independiente cada uno de los ingredientes principales, para luego acabar salteándolos juntos durante unos 20 minutos.

Se puede servir tanto caliente como frío, de hecho es un plato muy popular en verano. Para acompañar es habitual un huevo duro cortado en trocitos.

Michirones

Por definición, el guiso de legumbres de la comida típica de Murcia son los michirones. Éstos no son otra cosa que habas de gran tamaño y, por lo general, de piel gruesa. En la olla cuecen con generosos trozos de chorizo, panceta, jamón y su hueso y tocino magro, todo ello de cerdo. El guiso se adereza con ajo, laurel, sal, pimienta y guindilla.

Como ocurre de forma habitual con los platos más populares hay varias versiones de los michirones, en función de la zona de la región de Murcia donde te encuentres. Por ejemplo, en el Campo de Cartagena suelen incluir patatas.

Pastel de carne

Este es uno de los ejemplos más claros de la herencia musulmana en la comida típica de Murcia. Y, de alguna forma, es también la versión regional de las empanadas, tan habituales en otras zonas del país.

En este caso, la masa es de hojaldre, lo que les da una falsa apariencia de liviandad. Porque la realidad es que están rellenos de una mezcla a base de carne picada de ternera, chorizo, jamón, panceta, pimientos y huevo duro. Todo ello aromatizado con diversas especias. En crudo y en moldes individuales se coloca sobre la masa, se cubre con ella y se hornea durante unos 20 minutos. El resultado es tan crujiente como apetitoso.

Paella murciana

Aunque la paella  sea el plato representativo de la vecina Comunidad Valenciana, lo cierto es que tiene en Murcia una de sus variantes más auténticas. Sobre todo porque aquí se sigue elaborando de una forma muy parecida a la originaria, con más hortalizas que proteínas de origen animal (pescados o carne).

Así, junto al arroz, en la paella murciana tiene cabida alcachofas, pimientos, espárragos, habas, tomates, ajo y perejil. Y, para potenciar el sabor de todos ellos, pero sin quitarles protagonismo, unos trozos de carne magra de cerdo. El color y el responsable del intenso aroma de este plato el abundante uso del azafrán.

Postres típicos de Murcia

La cocina típica murciana es heredera, en buena parte, de la tradición culinaria dejada por los musulmanes durante su presencia en la región. Y eso se traduce, amén de muchos de los platos que te hemos mostrado hasta ahora, en una rica y variada repostería, donde brillan por su peculiaridad los paparajotes.

Te contamos en qué consiste este postre de nombre tan llamativo, además del resto de postres típicos de Murcia.

Paparajote

Las protagonistas son las hoja de limón (que no se comen) bañadas con un delicioso rebozado a base de harina, huevo, leche y ralladura de piel de limón. Todo ello se fríe en aceite de oliva bien caliente y luego se espolvorea con azúcar y canela. El resultado es el dulce más representativo y delicado de la comida típica de Murcia.

Pan de Calatrava

Este dulce es un fiel exponente de la sabiduría inherente a la cocina de aprovechamiento. Para elaborarlo se toman restos de pan, bizcocho, magdalenas u otros dulces y se mezclan con leche, huevo y azúcar. Todo ello se cuece al baño María, al estilo de un pudding o un flan, y luego se deja enfriar.

Tortas de Pascua

Se trata de un dulce eminentemente navideño, aunque hoy en día se puede encontrar prácticamente en cualquier momento del año. Elaborado con una masa a base de harina, aceite de oliva, huevos, azúcar, almendras, miel y piñones, es imposible resistirse al aroma que le aportan tanto el anís como el zumo de naranja.

Cordiales de almendra

Son dulces típicos de convento que se elaboran a base de ese fruto seco, cabello de ángel y las típicas obleas de harina, es decir, la base sobre la que se coloca toda la preparación. Son muy populares en la zona de la Vega Baja de Murcia y suelen consumirse mucho en torno a la Navidad.

Pastelillos de cabello de ángel

Como en los cordiales, esa preparación a base de hebras de calabaza confitada (cabello de ángel) es la protagonista. A ella se suma harina, manteca de cerdo, huevo, ralladura de la piel del limón, azúcar y canela. Es un dulce típico tanto de la Navidad como de la Semana Santa, aunque la realidad es que ahora se consume en cualquier época del año.

Monas de Pascua

Típicas de todo el litoral mediterráneo español, las monas de Pascua presentan en Murcia algunas particularidades. En concreto la masa de harina, huevo, azúcar y levadura, se hornea con un huevo con su propia cáscara. También puede incluir crema pastelera y chocolate.

Almojábanas

Es otro de los dulces típicos de Murcia herederos de la presencia musulmana. En este caso se trata de unas rosquillas a base de harina, huevo, aceite, agua y sal, que se hornean y luego se bañan en almíbar de miel de abeja.