Si estás organizando un viaje con amigos, Fez es una ciudad llena de historias y rincones para disfrutarla en compañía. La ciudad vieja, las murallas, los zocos o sus famosas puertas es algo que no te puedes perder. Pero también es un plan increíble ir a un hammam en compañía o viajar a otras ciudades cercanas. Esta es una guía de lo que no te puedes perder con tus amigos.
Selección de planes
Visitar la Medina
Fes El Bali, con sus miles de calles y cientos de barrios, está considerada la medina más grande del mundo y un lugar único para perderse en buena compañía. Si no queremos dejar de ver ninguno de sus secretos lo mejor es contratar a un guía local, pero si preferimos la aventura, lo ideal es coger las dos grandes calles, Talaa Kebira y Talaa Sghira, e ir descubriendo rincones estrechos, plazuelas y zocos con tenderetes que van cambiando de gremio casi sin que nos demos cuenta.
Rainbow Street Art
Muy cerca Bab Bou Jeloud, siguiendo Talaa Sghira, hay uno de los rincones más coloridos de toda la medina, la llamada Rainbow Street Art. Todo empezó con la iniciativa del artista Omar Rahali, que comenzó a llenar su tienda de colores para acabar pintando toda la calle en un arco iris viviente.
Es un rincón mágico que ya se ha convertido en uno de los lugares más fotografiados de la medina y que no nos podemos perder en nuestra visita con amigos.
Comprar en los zocos
El regateo, la norma que rige las compras en Fez, es mucho más divertido si vamos en compañía, aunque puede ser una locura si todos hablamos a la vez. En Fez hay más de una decena de zocos que se dividen en gremios, según lo que venden. Está el de la Henna, con productos de belleza; el de Atterine, lleno de especias; el de Chemainne, de frutos secos y dulces; el de Nejjarine con objetos de madera o los tenderetes de la Plaza de Seffarine, llenos de productos de metal como teteras, cuscuseras o cajas de té.
También hay un zoco especializado en objetos de piel, el de Ain Allou, pero en las tiendas que rodean la curtiduría Chouwara se puede encontrar cualquier cosa que podamos imaginar de marroquinería: carteras, babuchas, bolsos, pufs…
Buscar la puerta más bonita
Las puertas del Palacio Real de Fez son, sin duda, las más fotografiadas. Siete entradas increíbles que simbolizan los siete estados de la monarquía. Pero la ciudad marroquí y su medina están llenas de puertas increíbles que dan acceso a la propia ciudad a través de la muralla (12 en total), pero también a madrasas, mezquitas, palacios o casas pudientes donde la increíble decoración de la entrada contrasta con la discreción del exterior.
Dorados, azules, verdes, marrones hechos en madera, metal o azulejos van marcando un recorrido de puertas que es amplísimo en Fez.
Curtiduría Chouwara
Es una de las imágenes más famosas de Fez: decenas de cubas blancas y marrones donde se prepara la piel de dromedario, cabra, oveja y vaca de manera tradicional, como se viene haciendo desde hace siglos. El espectáculo en la curtiduría más grande de Fez es único y la mejor manera de verlo es desde alguna de las terrazas de las tiendas que se levantan en los pisos que rodean la plaza de los curtidores.
Los vendedores te dejan pasar sin problema y te regalan incluso un ramillete de hierbabuena necesario para poder ver cómo trabajan los hombres dentro de las cubas y aguantar el hedor que desprende.
Al final de la visita, si no compras nada de las tiendas de artículos de piel hechos en la misma Chouwara, también puedes dejarles una propina.
Ir a un hammam
Disfrutar del famoso ritual marroquí en un hammam es una experiencia única con amigos. No sólo es una forma de conocer cómo se relacionan los vecinos de Fez entre sí, sino también un lugar donde relajarse y refrescarse del bullicio de la medina y de sus zocos.
Hay que tener en cuenta que los hammam públicos están separados por sexos y suelen ser mucho más baratos que los privados. Eso sí, hay que bañarse junto con el resto de público que acuda.
En este caso, los viernes suele ser el día más concurrido puesto que es el día sagrado para los musulmanes.
Si optamos por uno privado, mucho más caro, sí que es posible entrar todos juntos e incluso si sois un grupo grande a lo mejor estáis solos.
Viajar a Meknes
Se trata de una de las cuatro ciudades imperiales de Marruecos que está situada a sólo 65 kilómetros por lo que es una excursión que puede resultar muy divertida desde Fez y que se puede realizar en un día.
La llamada “ciudad de los 100 alminares” cuenta con la puerta más grande de Marruecos, Bab Mansour, y 40 kilómetros de muralla defensiva que han protegido a Meknes y a su rico legado cultural.
La explanada de Lalla Aouda, que se une a la famosa plaza de Hedim por la gran puerta, es el lugar perfecto donde testar la vitalidad de la ciudad. Para hacer compras, lo mejor es pasarse por el zoco en el barrio de Dar Kebira.
Clases de cocina
Muchos de los restaurantes de Fez con terraza y vistas a la ciudad han empezado a organizar clases de cocina marroquí para grupos que están muy de moda en la ciudad. Es una actividad que puede ser muy divertida si sois un grupo de amigos aficionados a la gastronomía.
Estas clases, que suelen durar unas cuatro horas y que luego se acompañan de una comida, son el lugar perfecto para conocer los secretos no ya de la cocina marroquí, que también, sino de la sociedad de Fez, donde hasta un simple té tiene que ser preparado con el ritual adecuado para que caiga bien al cuerpo y a la conversación.
Visitar el Museo de las Armas
Subir hasta la torre Borj Nord es una experiencia única no sólo por visitar el fuerte militar del siglo XVI que protegía la ciudad de los ataques por el norte, sino porque desde la terraza del Museo de Armas hay unas vistas increíbles de la ciudad.
Además, la exposición es una de las más importantes de todo el continente en su materia y pueden verse armas de Europa y de toda Asia, aunque, obviamente, la parte más importante son las de Marruecos.
Espadas, arcabuces, lanzas, puñales ricamente decorados, fusiles y estandartes son algunas de las armas que pueden verse junto con un cañón de cinco metros que, según se narra en el museo, fue usado en la Batalla de los Tres Reyes.
Tomar algo en la ciudad nueva
Es la parte más afrancesada de la ciudad y un lugar lleno de restaurantes, cafés y pastelerías donde tomar algo a cualquier hora del día. Dos grandes avenidas dividen su estructura, la de Hassan II y el boulevard de Mohamed V, y a partir de ahí los espacios se llenan de jardines, fuentes y lugares donde tomar un té.
No es fácil en esta zona, habitada más por extranjeros y habitantes de Fez con mayor poder adquisitivo, encontrar restaurantes marroquíes tradicionales. Lo habitual son locales internacionales y, sobre todo, de comida rápida. Pero puede ser un buen plan para ver cómo se divierten los jóvenes de Fez.
Dormir en Fez
Una de las mejores opciones para alojarte en Fez, por su ubicación y sus comodidades, es el hotel Barceló Fès Medina, ubicado muy cerca de la ciudad antigua.
Con sus 134 habitaciones, este moderno edificio decorado con muebles de diseño cuenta con todas las comodidades que podamos necesitar tanto en las habitaciones como en su oferta de servicios: piscina al aire libre, un spa, sauna y un hammam tradicional donde poder darse el gusto con alguno de sus tratamientos.
Además, el complejo está muy cerca del aeropuerto, a unos 20 minutos, y a cinco minutos de la estación de tren, lo que facilita la llegada y la salida.
En su interior también hay un restaurante internacional, que incluye en la carta algunos platos marroquíes típicos, y un un Jazz Bar donde se sirven cócteles y bebidas alcohólicas, un buen lugar donde acabar el día.