Para la pareja que busque un plan romántico fuera de España, Varsovia es un destino ideal. Además de la posibilidad de encontrar un vuelo económico desde ciudades como Madrid, Barcelona o Málaga, el colorido casco histórico de la capital polaca, así como sus parques o el río Vístula, invitan a dar paseos disfrutando de una ciudad reconstruida tras la II Guerra Mundial que conserva un encanto único. 

Haga frío o calor, cualquier época del año es un buen momento para celebrar San Valentín o, simplemente, para pasar un fin de semana o varios días alejados de la rutina y disfrutando de una ciudad que también ofrece actividades culturales interesantes y una rica gastronomía. Por algo Varsovia fue elegida en 2023 como Mejor destino europeo, según la organización European Best Destinations. 

  1. Selección de planes
  2. Recomendaciones y consejos

Selección de planes

Pasear por los rincones más románticos de Varsovia

La que en su día fue conocida como “la París del Este” sufrió una devastadora destrucción durante la II Guerra Mundial (1939-1945) por parte del ejército alemán -sobre todo, tras el histórico Alzamiento de Varsovia en 1944-. Entre 1945 y 1953 se llevó a cabo una gran reconstrucción de la ciudad, un hito que hizo que la UNESCO reconociese a su casco histórico como Patrimonio Mundial de la Humanidad en 1980. 

Al ser un viaje sin prisas ni la necesidad de conocer la capital polaca al fondo, una idea puede ser pasear a la luz de la luna por algunos rincones con encanto. Por ejemplo, la Plaza del Mercado, situada en la Ciudad Vieja  (Rynek Stare Miasto), con la oscuridad de la noche y la luz de las farolas, es un lugar impregnado de romanticismo. En el centro de la plaza, el monumento iluminado de la sirenita, que es el símbolo de Varsovia. 

Plaza del Mercado del Casco Antiguo

Como está a pocos metros de distancia, luego podéis seguir vuestro paseo romántico nocturno hasta llegar a la Plaza de la Ciudad Nueva (Rynek Nowe Miasto). Posteriormente, merece la pena ver la plaza del Castillo Real para contemplar de noche e iluminada la que fue la residencia oficial de los reyes polacos hasta 1795 o la columna de Segismundo III, otro de los iconos de la capital polaca. Y si quedan fuerzas, yendo más hacia el sur, una última parada del paseo romántico nocturno podría ser el imponente Palacio de la Cultura y la Ciencia (Pałac Kultury i Nauki). Con sus 237 metros de altura lo convierten en el más alto de la capital polaca e, iluminado, se ve casi desde cualquier punto. 

A la mañana siguiente, por ejemplo, tras un buen desayuno, cruzar desde el casco histórico a la otra orilla del Vístula para pasear por una Varsovia diferente, más alternativa o postindustrial, es una opción. 

Al barrio de Praga se llega cruzando el puente Slasko-Dabrowski, que está en frente del casco viejo. Historia y modernidad se combinan en este distrito, al que acercarse para vivir una ciudad con ambiente más alternativo, tomarse unas cervezas o comer en espacios genuinos como Soho Factory, una antigua fábrica de motocicletas y ciclomotores en el que actualmente hay tiendas de diseño, un restaurante o talleres de artistas. 

Por la tarde, antes de la cena, en la playa del barrio de Praga hay una especie de “Café del Mar” a orillas del Vístula con tumbonas y vistas a la ciudad vieja donde tomar algo y relajarse. 

Parque Łazienki y las notas de Chopin

Aunque el Parque Łazienki bien merece formar parte de los rincones más románticos para pasear por Varsovia, por su extensión, belleza y por su relación con el compositor Fréderic Chopin, es un lugar en el que pasar un día o gran parte de una jornada. 

De entre casi el centenar de parques de Varsovia -una cuarta parte de la ciudad polaca está ocupada por zonas verdes-, el Parque de Lazienki, con 76 hectáreas de superficie, es el más popular.  Su origen data del siglo XVII, cuando un noble construyó unos baños -de ahí su nombre, Lazienki, que significa baños-. 

Pabellones, esculturas o cascadas son otros elementos que observar durante un paseo por este parque lleno de riqueza natural en forma de árboles centenarios o pavos reales y faisanes. Una de las típicas postales de Varsovia es la del Palacio de la Isla; postales o imágenes en las que suele salir una pareja de espaldas contemplando este bello edificio rodeado de agua que hoy alberga un museo de cuadros de colecciones reales. 

En el caso de que viajéis a Varsovia a partir del 14 de mayo o antes de finales de septiembre, cada domingo, a las 12.00 y a las 16.00, hay conciertos de Chopin al aire libre justo en los alrededores de la estatua en su honor. Virtuosos pianistas interpretan, durante 45 minutos, alguna de las piezas que compuso el compositor polaco, uno de los mejores ejemplos de la corriente romántica europea.

Cena romántica y copa

Y entre los planes románticos para hacer en Varsovia no puede faltar una cena a la luz de las velas o tomar un par de copas después de cenar en un sitio especial. 

Un lugar genuino es Elektrownia Powisle, la planta eléctrica que durante una centuria suministró de energía eléctrica a Varsovia y que hoy es un lugar reconvertido para disfrutar de la mejor gastronomía, hacer compras y otras actividades de ocio. Alberga una amplia variedad de restaurantes y bares -con una carta de platos internacionales- y clubes. 

Si queréis permitiros un lujo y cenar en un restaurante estrella Michelín para degustar la mejor cocina tradicional polaca pero con un toque de vanguardia, el Mokotowska 69 no os decepcionará. 

Si coincide que os hospedáis en el hotel Barceló Warsaw Powisle, que está al lado de la Elektrownia Powisle, el sky bar ubicado en el quinto piso del hotel, ofrece unas bellas vistas a la ciudad de Varsovia y una carta de vodkas polacos muy variada. 

Recomendaciones y consejos

A pesar de ser miembro de la Unión Europea, Polonia mantiene su moneda local, el zloty, y no el euro. Por tanto, si viajáis a Varsovia en pareja, conviene que tengáis en cuenta cómo está el cambio y dónde hacerlo. Si optáis por esperar a llegar a Varsovia, en el centro hay varias casas de cambio (kantor en polaco) y también es posible hacerlo en bancos, agencias de viajes y oficinas de correos, por ejemplo. De cualquier forma, hoy en día se puede pagar con tarjeta en muchos establecimientos. 

Moverse por Varsovia es sencillo puesto que, además de pie, se puede utilizar el autobús, el metro o el tranvía. Los taxis también son económicos llegado el caso. 

A la hora de comer en algún bar o restaurante, se suele dejar un 10% del total de la cuenta como propina. 

Por último, en lo referente al clima, hay que tener en cuenta que la temporada alta es de mayo a septiembre, siendo los meses de julio y agosto los más calurosos -aunque a veces llueve-. Abril y octubre son meses frescos, con días soleados, y los meses de invierno son fríos y suele nevar.