Este pueblo bereber es una de las grandes puertas de entrada al Atlas, pero también un lugar histórico donde se instalaron los primeros habitantes del norte de África. Sólo por eso merecería la pena llegar hasta esta roca, la traducción en bereber de Azrou, pero además sus alrededores guardan uno de los bosques de cedros más grandes del mundo, con unos simpáticos habitantes.
- Historia de la localidad
- Cómo llegar
- Qué podrás ver en tu visita
- El bosque de Cedros de Azrou
- Qué ver en los alrededores
Historia de la localidad
Azrou es una de las primeras regiones habitadas por el ser humano en todo Marruecos, ya que se han encontrado restos arqueológicos con más de 50.000 años de antigüedad. La mayoría de estos increíbles restos se encuentran en la cueva de Oubrid Ifri.
Pero esta zona, puerta de entrada al Medio Atlas, fue muy importante en las rutas comerciales de la zona en la época medieval. De hecho, Azrou se convirtió en un mercado importantísimo para la tribu bereber Banu Mguild Berber Sanhaja y se tienen registros de la aldea en una carta enviada por Fernão Taveira al rey Manuel I de Portugal.
Sus lugareños, que se consideran a sí mismos descendientes de los habitantes preárabes del Norte de África, desarrollaron un importante negocio lanar, con sus propios rebaños, y en sus casas se gestó un increíble arte de hacer alfombras que ha convertido a Azrou en una de las mejores ciudades para adquirir estos tapices.
Azrou siguió siendo un orgulloso pueblo bereber y en 1927 consiguió que las autoridades coloniales francesas abrieran la primera escuela secundaria donde se redactó un sistema jurídico diferente a la sharia marroquí, basado en sus propias costumbres.
Cómo llegar
Hay diferentes formas de llegar a Azrou según de dónde vengamos, si de Fez o de Meknes. Desde Fez hay una línea directa de autobuses que recorre los 80 kilómetros que separan ambas ciudades aunque también se puede optar por los numerosos taxis compartidos que suelen ir y volver al menos una vez al día hasta esta localidad.
Lo mismo ocurre desde otros puntos cercanos como Ifrane, un puerto de vacaciones invernales, o Meknes.
Si queremos recorrer bien el bosque de cedros y hacer alguna ruta por la zona, lo mejor es visitar Azrou en primavera y otoño, cuando las temperaturas son suaves y no suele llover mucho. En verano hace mucho calor y en invierno es posible que haya nieve.
Qué podrás ver en tu visita
La medina de Azrou fue, durante mucho tiempo, conocida por sus casitas con techos de tejas verdes, que creaban una imagen casi idílica del pueblo. Aunque ahora se han perdido muchas de estas techumbres aún hay cosas muy interesantes dentro de Azrou para visitar, al margen del bosque de cedros, en una medina que conserva la arquitectura tradicional de esta parte del Atlas.
La mejor forma de empezar es en la roca que se sitúa en el centro del pueblo y que le da nombre. Este monumento natural esconde unas vistas increíbles de Azrou y de la zona.
Lo más tradicional es, sin duda, el souk. En este mercado se pueden encontrar productos artesanales, como sus famosas alfombras, pero también otros elementos típicos de Marruecos como sus especias, tés o el arte de la orfebrería.
En contraposición a lo más tradicional está la nueva mezquita, con una arquitectura moderna, y una torre del reloj que se ha erigido como una imagen icónica de Azrou.
El bosque de Cedros de Azrou
La principal atracción para visitar Azrou es, sin duda, su increíble bosque de cedros, uno de los más grandes del mundo y con una increíble diversidad natural. Además, cuenta con un habitante muy divertido y rebelde, la colonia de monos de Berbería.
Esta especie de monos está ahora mismo en peligro de extinción en Marruecos y Argelia pero en el bosque de cedros viven completamente protegidos y se han adaptado perfectamente a la constante presencia de visitantes con los que establecen, en la mayoría de ocasiones, una relación muy divertida.
Los monos de Berbería son animales muy curiosos y muy sociables y no es extraño que se acerquen a los recién llegados en busca de aventuras, que no de comida porque está prohibido darles de comer y se recomienda mantener una distancia segura porque siguen siendo animales salvajes por muy simpáticos que nos parezcan.
Además, hay que tener cuidado con las mochilas, colgantes, teléfonos o cámaras cuando visitemos este bosque porque los monos pueden ser muy ágiles llevándose cosas que no son suyas.
Pero ver a estas increíbles criaturas en libertad no es el único atractivo del bosque ya que se pueden hacer largas caminatas o paseos en bicicleta para descubrir un espacio único. Hay rutas guiadas donde se explica la historia y los secretos de esta reserva natural y que antes te llevaban hasta el gran cedro milenario que era el más grande de la región pero que murió hace algunos años por enfermedad.
Qué ver en los alrededores
El espacio natural que rodea Azou, el Medio Atlas, es un lugar increíble para hacer muchas actividades al aire libre como senderismo, montañismo y hasta ciclismo de montaña para los aficionados a este deporte. Son varias las empresas que hay en el mismo Azrou para poder guiarte en algunas de estas excursiones.
Muy cerca también se encuentra Ifrane, una ciudad que construyeron los franceses en la época colonial para ir de vacaciones y que es conocida como la pequeña Suiza por su ambiente alpinista, sobre todo en el invierno, cuando se ha convertido en una de las principales estaciones de esquí del país.