Situado al norte del famoso Valle del Roncal, Belagua es un espectáculo natural que alterna el verde del valle, la fuerza de los dos ríos que lo atraviesan y las cumbres que lo rodean, entre ellas el techo de Navarra. Esta variación de paisajes es como un parque de atracciones para los amantes de la naturaleza.
- Contexto natural y geográfico
- Reserva natural en el Valle
- Rutas senderistas
- Cómo llegar y consejos para la visita
Contexto natural y geográfico
Este valle, también llamado de Belagoa, está situado en los Pirineos navarros, justo en la frontera con Huesca y Francia. Aunque está surcado por dos ríos, el Belagua es el más importante y el que le da nombre a toda la zona.
Ubicado al norte del Valle del Roncal, el valle está rodeado de montañas que van desde los 1.100 metros del Rincón de Belagua a los 2.428 metros de la Mesa de los Tres Reyes, que es el techo de Navarra, es decir, el pico más alto de la región.
Aunque uno de sus principales tesoros es la Reserva Natural de Larra, uno de los conjuntos morfológicos kársticos más importantes de Europa, recorrer el Valle de Belagua es además cruzar simas, montañas, barrancos, bosques, cascadas y hasta pistas de esquí con una flora y una fauna únicas que incluye la presencia del oso entre sus habitantes con más arraigo.
Reserva natural en el Valle
Este impresionante valle incluye entre sus riquezas la Reserva Natural de Larra, uno de los conjuntos kársticos más importantes de Europa que se han creado por la presencia de piedra caliza. De hecho, esta zona está protegida por su alto valor ecológico y por las peculiaridades únicas que la caracterizan.
Además del conjunto de cuevas y simas, destacan los pinares de pino negro que rodean estas inmensas rocas calizas y que acogen a muchas grandes aves que habitan esta zona, como las águilas reales o quebrantahuesos. Y es que la Reserva Natural de Larra también cuenta con un alto nivel de protección natural precisamente por estas hermosas especies voladoras.
Sin embargo, en la parte sur de la reserva, son los pastos los que conquistan la mayor parte del territorio y en sus praderas se pueden ver rebaños de vacas, ovejas y caballos pastando tranquilamente en una zona que ha vivido del pastoreo desde tiempos ancestrales, como demuestran algunos vestigios arqueológicos que hablan ya de hombres con zurrones en tiempos casi prehistóricos.
Sin embargo, lo más espectacular de esta reserva está en el interior de la roca donde el agua se ha ido filtrando gota a gota por la piedra caliza creando un universo de más de 3.000 simas catalogadas.
Entre esas cuevas, lapiaces y dolinas, destaca la Piedra de San Martín, que cuenta con una profundidad de 1.400 metros, y su sala de Verna, a la que hay que acceder por la parte francesa del valle.
Entre los restos prehistóricos más destacables del Valle de Belagua está el dolmen de Arrako y no hay que perderse tampoco varias bordas tradicionales que se conservan en su estado original.
Rutas senderistas
Una de las rutas más populares del Valle de Belagua es el sendero de Zemeto que permite no sólo recorrer parte de la llanura, sino también apreciar los tesoros de Larra en una camino bastante accesible ya que se trata de un paseo circular de algo más de cuatro kilómetros.
Parte del antiguo refugio de Belagua y cruza una zona de prados hasta el estrecho paso de Zemeto entre dos rocas que desemboca en un mirador sobre el valle y parte de la zona kárstica. A la vuelta se cruza una impresionante zona de hayedos perfecta para hacer fotos.
Un poco más complicada es la ascensión al Pico Arlas desde el collado de la Piedra de San Martín. Se trata de un camino de unos cuatro kilómetros en una montaña de 2.044 metros. Tenemos que cruzar un pequeño valle donde los prados te guían hasta los pies del Arla en el que se toma un sendero que asciende hasta la cima donde las vistas de la Reserva Natural de Larra son increíbles, junto con otras cumbres de alrededor. En verano es fácil encontrar rebaños de ovejas pastando libremente durante el camino.
Otra opción para recorrer Belagua es tomar algunos de los caminos que salen de Isaba, como el que atraviesa los puentes románicos y la cascada de Belabarze, para disfrutar de la variedad de paisajes.
En este caso es un camino de casi nueve kilómetros que permite emular una de las rutas de los contrabandistas que han cruzado los Pirineos, de un lado a otro de la frontera, libremente durante siglos. Las historias de estos hombres y mujeres, como las famosas golondrinas, aún resuenan en los rincones de este valle entre hayas, ríos y montañas sobre todo para los senderistas que se animan a seguir sus pasos.
Cómo llegar y consejos para la visita
La mejor forma de llegar al Valle de Belagua es por carretera, desde cualquier punto de Navarra, y entrando por la puerta de acceso al valle que es Isaba. Hay una carretera precisamente que conduce hasta la Piedra de San Martín, una cumbre de 1.750 metros, que muestra las espectaculares imágenes de la llanura.
Hay que tener en cuenta que, como dicen los oriundos, en el Valle de Belagua puede nevar hasta en el mes de junio, por lo que hay que ir siempre preparado con ropa de abrigo para cualquier cambio de tiempo.
También se recomienda utilizar ropa cómoda y calzado adecuado sobre todo si nos decidimos a hacer alguna ruta senderista. Y si optamos por visitar Belagua en invierno, no podemos olvidarnos de los esquíes, de las raquetas y de la ropa de nieve porque la experiencia es única por estas pistas.