Lepe, situada en la Costa Occidental de Huelva, es mucho más que el lugar de origen de los famosos chistes. La historia de esta localidad, bañada por el Atlántico y envuelta en fértiles campos de fresas y cítricos, se remonta a la época romana y habla de un enclave estratégico de gran importancia como centro agrícola -son especialmente reconocidas sus fresas-, comercial y de navegación -de aquí eran varios de los marineros que acompañaron a Colón en su primer viaje a América-. Desde encantadores rincones históricos como la Torre El Catalán y el puerto de El Terrón hasta sus playas de arena dorada, pasando por su exquisita gastronomía y su entorno natural, Lepe es una caja de sorpresas que merece la pena descubrir con calma, más allá de bromas y estereotipos. 

  1. Historia de la localidad: Lepe, enclave estratégico del sur de la Península desde tiempos romanos 
  2. Qué puedes ver si pasas por Lepe: un recorrido para dejarse de bromas
  3. Dónde comer en Lepe: sabores que capturan la esencia del Atlántico 
  4. Playas y lugares que visitar cercanos: el luminoso litoral de Lepe 

Historia de la localidad: Lepe, enclave estratégico del sur de la Península desde tiempos romanos

Lepe, situado en la provincia de Huelva, cuenta con una historia fascinante que se remonta a la época romana, quienes lo conocían como Laepa. Su ubicación cercana al río Piedras lo convirtió en un enclave estratégico para el comercio de salazones y productos del mar, esenciales para la economía romana. De este período, se han hallado restos arqueológicos como ánforas y estructuras que reflejan la importancia de la pesca y la producción de garum, una salsa de pescado muy apreciada en la antigüedad. Estos vestigios sugieren que Lepe fue un punto relevante en la red comercial del sur de la península ibérica.

Con la llegada de los musulmanes en el siglo VIII, Lepe se integró en el reino de Niebla, convirtiéndose en un punto estratégico en la red de comercio de Al-Andalus. Los musulmanes potenciaron la agricultura, introduciendo técnicas de regadío y cultivos que aún hoy en día se encuentran en la región. Durante este tiempo, la localidad prosperó no solo como centro agrícola, sino también como nodo comercial gracias a su ubicación costera.

Tras la Reconquista en el siglo XIII, Lepe pasó a formar parte de la Corona de Castilla, dentro del Condado de Niebla. Su cercanía a Palos de la Frontera hizo que muchos marineros de Lepe fueran reclutados para expediciones de la Era de los Descubrimientos. La localidad estuvo vinculada al histórico viaje de Cristóbal Colón en 1492, y es que los hermanos Pinzón, ilustres marinos que acompañaron a Colón, reclutaron a marineros de Lepe para participar en el primer viaje hacia América en 1492. Esta tradición marítima se mantuvo en siglos posteriores, consolidando a Lepe como un núcleo importante de navegación y comercio atlántico.

El siglo XIX trajo consigo un nuevo periodo de transformaciones. Con la Guerra de la Independencia y la posterior desamortización de Mendizábal, Lepe, como muchas otras localidades españolas, vivió cambios en la distribución de la tierra y el sistema de propiedad. La agricultura siguió siendo fundamental, pero el pueblo también se fue abriendo lentamente a nuevas formas de economía, incluyendo una incipiente industria conservera y la modernización de su actividad pesquera. Fue en esta época cuando la fresa comenzó a ganarse su reputación en la región, sentando las bases para lo que sería en el futuro uno de los productos más emblemáticos de la localidad.

En el siglo XX, con el auge del turismo de sol y playa, Lepe experimentó una profunda transformación. Las playas de La Antilla e Islantilla comenzaron a atraer turistas, dando un nuevo impulso económico al municipio y diversificando su economía. Hoy, Lepe combina su rica herencia histórica con un dinámico desarrollo turístico, ofreciendo a sus visitantes una mezcla de tradición, naturaleza y modernidad en la Costa de la Luz.

Qué puedes ver si pasas por Lepe: un recorrido para dejarse de bromas

Torre El Catalán, vistas increíbles desde el guardian de la costa de Lepe

Uno de los monumentos más representativos de Lepe es la Torre El Catalán, una torre almenara que data del siglo XVII. Situada en un punto estratégico cerca de la costa, a media distancia entre la playa de La Antilla y el puerto de El Terrón, esta torre es un vestigio del sistema de defensa costera que protegía la región de los ataques de piratas berberiscos y otros peligros marítimos. Con su forma cilíndrica y robusta, la torre ofrece una imagen pintoresca, rodeada por el paisaje costero típico de esta parte de Huelva a 37 metros sobre el nivel del mar.

Subir a la Torre El Catalán es una experiencia que transporta al visitante a tiempos pasados, permitiendo disfrutar de unas vistas panorámicas de los alrededores que abarcan el océano Atlántico, las marismas del río Piedras, la Flecha de Nueva Umbría, la playa de La Antilla y los campos de cultivo que caracterizan a Lepe. Es un lugar perfecto para entender la importancia estratégica de la región y captar en una sola imagen la simbiosis entre mar y tierra que define a esta localidad.

El Terrón, un histórico puerto de mar asentado sobre la desembocadura del río Piedras

El puerto de El Terrón, ubicado a 8 kilómetros de Lepe sobre la desembocadura del río Piedras, es otro de los puntos de interés que no puedes perderte al visitar Lepe. Aunque pequeño, este puerto es uno de los más encantadores de la Costa de Huelva y conserva ese aire tradicional de los puertos pesqueros andaluces. Entre los hechos históricos que sucedieron aquí, destaca la preparación de la expedición que llevaría a Juan Díaz de Solís al descubrimiento del río de la Plata, en 1515.

Pasear por sus muelles, donde las pequeñas embarcaciones se mecen suavemente con la brisa marina, permite al viajero conectar con la vida marinera de la zona. Además, desde El Terrón parten rutas en barco que permiten explorar la desembocadura del río Piedras y el paraje natural que lo rodea, una actividad que combina la tranquilidad de un paseo fluvial con la posibilidad de avistar aves y otras especies de fauna autóctona. Río arriba, por el paraje natural Marismas del Río Piedras y Flecha de Nueva Umbría, llegaremos a la Flecha, una zona protegida de fina arena blanca donde se practica el nudismo. 

Durante el verano, el puerto se anima con eventos y mercados artesanales que lo convierten en un lugar ideal para disfrutar de una tarde diferente en Lepe.

Parque de la Coronación, un refugio verde en el corazón de Lepe

El Parque de la Coronación es un pulmón verde en el centro de Lepe, un espacio perfecto para un descanso después de recorrer el casco urbano. Inaugurado en 1994 para conmemorar la coronación canónica de la autóctona Virgen de la Bella, en junio de 1992, cuenta con amplias zonas ajardinadas, estanques y senderos arbolados, es un lugar ideal para pasear en familia, hacer un picnic o simplemente disfrutar de un momento de tranquilidad rodeado de naturaleza. Además, el parque es frecuentemente escenario de eventos culturales y actividades al aire libre que enriquecen la vida social de la localidad, como un mercadillo que se realiza junto al parque todos los sábados por la mañana.

Entre los rincones más atractivos del Parque de la Coronación se encuentra el lago artificial, donde los más pequeños pueden disfrutar alimentando a los patos y observando a las tortugas. A su alrededor, varias esculturas y monumentos recuerdan la historia local y rinden homenaje a personajes ilustres de Lepe, como el dedicado a Álvaro Alonso Barba, autor de la obra ‘El arte de los Metales’.

Iglesia de Santo Domingo de Guzmán, el templo más interesante de Lepe

En la emblemática Plaza de España, junto al Ayuntamiento, se encuentra la iglesia de Santo Domingo de Guzmán, declarada monumento histórico-artístico en 1985. Fue fundada a principios del siglo XVI por doña Teresa de Guzmán, duquesa de Béjar, en concepto de penitencia que le había sido impuesta a la Casa de Zúñiga. Actualmente consagrada a Santo Domingo, fue iglesia conventual de los dominicos. De su estilo mudéjar original del siglo XIV apenas queda la torre campanario, por haber sufrido varias reparaciones, entre ellas tras ser dañada por el terremoto de Lisboa de 1755. Lo más significativo del interior es la capilla dedicada a la patrona de Lepe, la Virgen de la Bella, cuya talla de madera policromada se halla en un camarín de estilo rococó.

Otros lugares: un paseo por el mercado de abastos y el museo local

Tampoco puedes dejar de visitar el Mercado de Abastos, donde los colores y aromas de los productos frescos locales, especialmente las fresas y frutos rojos que son mundialmente conocidos, te harán sentir el verdadero pulso de la vida lepera.

Lepe también cuenta con varios museos y centros culturales que ofrecen una visión más profunda de su patrimonio. Un ejemplo es la Casa Museo Castillo de Lepe, impulsada por Manuel Santana Gómez, más conocido como “Manolo Castillo”, un lepero que quiso que Lepe tuviera un lugar donde su expusiera todo lo relacionado con la historia del pueblo, creando una exposición permanente de enseres y costumbres populares, así como archivo de documentos históricos. 

Dónde comer en Lepe: sabores que capturan la esencia del Atlántico

Lepe es también un destino para los amantes de la buena mesa. La gastronomía de la localidad combina los sabores del mar y de la huerta, ofreciendo al visitante una experiencia culinaria rica y variada. No puedes dejar de probar el pescado y el marisco fresco de la zona, como las coquinas, las gambas blancas o los chocos, que se sirven en los numerosos bares y restaurantes del municipio.

Uno de los lugares más populares es el restaurante El Albero, conocido por su cocina local y ambiente acogedor. También merece una mención el Restaurante Entreolas, que ofrece platos de pescado y marisco recién capturados a pie de playa y recetas tradicionales que han pasado de generación en generación. Para los amantes del dulce, una visita a una de las confiterías locales es imprescindible para probar los famosos piñonates o los pestiños, dulces típicos de la región.

Playas y lugares que visitar cercanos: el luminoso litoral de Lepe

A pocos kilómetros de Lepe se encuentran algunas de las playas más hermosas de la Costa de la Luz. La Playa de La Antilla es quizás la más conocida, con su extensa franja de arena dorada, aguas tranquilas y todos los servicios necesarios para disfrutar de un día de playa perfecto. Su ambiente familiar y sus chiringuitos la convierten en un destino ideal para relajarse bajo el sol andaluz.

Otra opción interesante es la Playa de Nueva Umbría, ubicada en el Paraje Natural de Marismas del Río Piedras y Flecha del Rompido. Este espacio protegido ofrece un entorno más salvaje y natural, perfecto para quienes buscan alejarse de las multitudes y disfrutar de la naturaleza en estado puro. Ambas playas están a corta distancia en coche desde Lepe, lo que las convierte en un complemento ideal para cualquier visita a la localidad.