Isla Tirán es de esos pequeños territorios que tienen una historia riquísima simplemente por dónde se encuentran. En su caso, entre dos de los grandes países de la región, Arabia Saudí y Egipto, y en mitad de un estrecho del Mar Rojo rodeada de corales y peces de colores. Por eso, no es de extrañar que la visita a este islote desértico sea casi obligada para los aficionados al buceo, pero también para quienes buscan tierras inexploradas.
Historia y contexto de la isla
Isla Tirán es ahora un trozo de desierto en mitad de un estrecho del mismo nombre rodeado de corales que la han convertido en un paraíso para buceadores. Sin embargo, su situación estratégica, entre dos países como Egipto y Arabia Saudí, hizo que fuera un lugar conocido entre los marineros de la Antigüedad que buscaban en este desierto en mitad del mar Rojo un refugio o un lugar de paso en sus aventuras comerciales.
Aunque no hay muchos datos sobre cómo eran sus habitantes o estos asentamientos, sí aparecen referencias concretas a esta isla en algunos textos griegos y bizantinos.
Sin embargo, no fue hasta el siglo XX cuando este islote de unos 60 kilómetros cuadrados se convirtió en protagonista de la tensión política provocada en la Crisis de Suez y más tarde durante la Guerra Fría.
De hecho, fue ocupada por Israel en la Guerra de los Seis días, pues está ubicada en la única salida de este país al Mar Rojo, pero Egipto la recuperó años después y los únicos habitantes que tiene ahora mismo este islote son los militares que mantienen su vigilancia en esta frontera marítima.
Cómo puedes llegar
La manera más habitual de llegar a Isla Tirán es con una de las excursiones organizadas que parten del puerto de Sharm El Sheikh o de poblaciones cercanas y que en muchos casos incluyen tiempo para hacer snorkel y buceo y también para comer o bañarse en una de las playas del islote.
Otra opción es contratar una excursión privada que haga un recorrido más personalizado e incluso que incluya igualmente la realización de actividades deportivas más allá del submarinismo, como pesca, kayak o kitesurf.
Restricciones
Isla Tirán forma parte del Parque Nacional Ras Mohammed. Pero esta no es un área protegida simplemente por su valor natural, sino que también es importante su situación estratégica y militar, que hay que tener en cuenta a la hora de planificar la visita.
Lo normal es que tengamos que tramitar permiso para la realización de actividades acuáticas como submarinismo o snorkel. En este caso, son las agencias de turismo que organizan las excursiones las que normalmente se encargan de estos papeles.
Dentro de Tirán hay instalaciones militares a las que no podemos acercarnos y algunas partes donde no están permitidas las visitas de civiles, pero los guías turísticos ya saben perfectamente dónde pueden entrar y dónde no.
Buceo y actividades acuáticas
Además de la impresionante vida en los arrecifes de coral que rodean la isla, donde se pueden ver desde tortugas marinas a delfines o peces tropicales, en los alrededores de Tirán hay muchos túneles submarinos que forman un paraíso para los aficionados al buceo.
Una de las zonas más famosas para esta actividad es Straits of Tiran, donde se pueden disfrutar de los mejores paisajes bajo el agua de esta parte del Mar Rojo.
Las recomendaciones para los aficionados submarinistas que vayan a Tirán es que organicen el viaje con una compañía que ofrezca todos los permisos y todas las facilidades y también chequear antes de salir las condiciones meteorológicas porque dependiendo de la estación del año en la que estemos, la experiencia puede ser buena o increíble.
Pero no sólo se puede practicar snorkel o buceo en Tirán, también está preparada la isla para otras actividades acuáticas como el kitesurf, ya que las condiciones de vientos son buenas para este deporte, o una vuelta en paddleboard, tan de moda últimamente, o en kayak.
Muchos barcos ofrecen un paseo por las islas parando en algunas calas o bahías que hay en Tirán, con la posibilidad de realizar pesca deportiva en determinadas zonas o incluso buscar el avistamiento de delfines que, en ocasiones, se ponen a danzar por los alrededores del islote.
