El 26 de abril de 1937 cayó en lunes, día de mercado en Gernika. La plaza estaba menos concurrida que otras veces, ya que el evento semanal se había cancelado a mediodía por la cercanía del frente, cuando alrededor de las cuatro de la tarde sonaron las alarmas. Un bombardeo conjunto de las fuerzas áreas alemanas e italianas, que combatían junto a Franco en la Guerra Civil, destruiría el 90% de la localidad, bastión de la resistencia republicana y centro de la cultura vasca. Cientos de personas murieron. Aquello pareció un punto final, pero la vida se abrió paso: hoy, aquel alegre mercado sigue celebrándose cada lunes en Gernika, que ya no es símbolo de muerte sino de vida y esperanza.
- Guernika: cuna del pueblo vasco, símbolo universal de la paz gracias a Picasso
- Guernica, símbolo de la paz gracias a Picasso
- Qué visitar en Guernica
- Siguiendo las huellas de Euskal Herria…
- Los mejores lugares para comer en Guernica
- Qué ver cerca de Guernica
Guernika: cuna del pueblo vasco, símbolo universal de la paz gracias a Picasso
El 26 de abril de 1937 cayó en lunes, día de mercado en Guernika. La plaza estaba menos concurrida que otras veces, ya que el evento semanal se había cancelado a mediodía por la cercanía del frente, cuando sonaron las alarmas alrededor de las cuatro de la tarde… Un bombardeo conjunto de las fuerzas áreas alemanas e italianas, que combatían junto a Franco en la Guerra Civil, destruiría el noventa por ciento de la localidad, bastión de la resistencia republicana y centro de la cultura vasca. Cientos de personas murieron. Aquello pareció un punto final, pero la vida se abrió paso: hoy, aquel alegre mercado sigue celebrándose cada lunes en Guernika, que ya no es símbolo de muerte sino de vida y esperanza.
Guernika, símbolo de la paz gracias a Picasso
Aquel pueblo –oficialmente Gernika-Lumo–, que entonces tenía 5.000 habitantes y hoy supera los 16.000, emergió de sus cenizas. Tuvo que reconstruirse de cero. Merece la pena pasear por la ciudad para recordar su pasado, y también para observar cómo logró sobrevivir y convertirse en la población que hoy día se puede admirar.
Qué visitar en Guernica
Casa de Juntas
Entre los escasos edificios que sobrevivieron al bombardeo se encuentra el más emblemático: la Casa de Juntas, centro de la historia y las libertades políticas del pueblo vasco, bellamente retratadas en el techo de la Sala de la Vidriera. Este edificio, construido en 1826, es la actual sede de las sesiones de las Juntas Generales de Vizcaya.
Árbol de Guernica
Junto a la Casa de Juntas se encuentra el famoso Árbol de Guernica, bajo cuyas ramas los señores de Vizcaya constituyeron en el siglo XIV los “fueros” que han dotado al País Vasco de una amplia autonomía hasta el día de hoy. Aunque el actual Árbol de Guernica fue plantado en 2015, en los jardines de la Casa de Juntas aún podemos ver a un “antecesor” plantado en 1742, que también sobrevivió al bombardeo.
Mural del Guernica de Picasso
En la calle Pedro de Elejalde, frente al ambulatorio de la ciudad, podemos admirar una réplica a tamaño real en cerámica del Guernica, el universalmente famoso cuadro de Pablo Picasso (el original está expuesto en el Museo Reina Sofía de Madrid), quien se inspiró en el dramático bombardeo para crear este icono del siglo XX contra la barbarie de las guerras.
Museo de la Paz
Si el cuadro y el mural del Guernica es un recordatorio de tiempos oscuros, que no deberían volver, cualquier visitante saldrá convencido de su anti belicismo tras visitar el Museo de la Paz, situado en la plaza de los Fueros, junto al Ayuntamiento. Inaugurado como tal en 2003 e ideado como museo interactivo, ofrece un recorrido fotográfico y audiovisual por aquel trágico suceso a través del testimonio de los supervivientes del ataque.
Refugio de Astra
Quienes quieran seguir profundizando en la Historia, pueden acercarse también al refugio antiaéreo de Astra. Es uno de los que dio cobijo a decenas de vecinos durante el bombardeo –muchos otros se refugiaron en los montes cercanos– y ha sido recuperado para visitas turísticas.
Iglesia de Santa María
Esta bonita iglesia, ubicada en el entorno de la Casa de Juntas, exactamente en el número 1 de la calle Goienkalea, data del siglo XV y en su estructura se mezclan elementos del Gótico y el Renacimiento. La iglesia de Santa María tiene tres naves rematadas por cubiertas con bóvedas de crucería góticas y, en su interior, destaca un excelente órgano del año 1883. Cuenta con un espectacular campanario firmado por Manuel Capelastegui y la sacristía está decorada con una intersante colección de lienzos barrocos con escenas de la Pasión.
Paseos por el centro urbano de Guernika
Ya os hemos hablado de herencia histórica y del animado Mercado de Guernika, ahora solo faltaría dar un paseo por el casco urbano para descubrir el día a día de sus vecinos y su buen gusto gastronómico. Las barras se llenan de pintxos en cualquiera, de los muchos, bares de la ciudad. Entre los platos más valorados de la población están los pimientos locales fritos, las alubias pintas y el bacalao a la vizcaína, al ajo arriero o al pil pil. Un apartado especial merecen productos como el queso Idiazabal y el txacoli, que se elaboran en Guernika.
Por último, los aficionados al deporte vasco de la ‘cesta punta’ tienen una visita ineludible: el frontón Jai Alai, uno de los más grandes del mundo.
Siguiendo las huellas de Euskal Herria…
Esta escapada a Guernika continúa descubriendo las raíces del pueblo vasco en el Museo de Euskal Herria y el Parque de los Pueblos de Europa.
Museo de Euskal Herria
El Palacio Alegría, un bello edificio barroco que también sobrevivió a las bombas, acoge desde 1991 el Museo de Euskal Herria, un centro etnográfico que repasa la historia, cultura y folklore del País Vasco. En sus cuatro pisos hace un recorrido que parte de cómo la geografía de Euskadi ha determinado el modo de vida vasco para después repasar los principales acontecimientos históricos que han dado identidad a esta comunidad milenaria, que habla la lengua viva más antigua de Europa. Las dos últimas plantas del museo están dedicadas al folklore vasco, acercándonos a sus deportes, música, bailes, creencias y mitología.
Parque de los Pueblos de Europa
En la parte trasera del museo y la Casa de Juntas encontramos el Parque de los Pueblos de Europa, un verde remanso de paz perfecto para hacer una última reflexión sobre esta ciudad tan simbólica para el continente. Presidido por un hermoso estanque y habitado por hayas, robles y encinas, el recinto acoge dos famosas esculturas: Large figure in a shelter (Figura grande en un refugio), del británico Henry Moore, y, sobre todo, Gure Aitaren Etxea, del gran artista donostiarra Eduardo Chillida. Este símbolo de paz, cuyo significado es “la casa de nuestro padre”, fue encargado por el Gobierno vasco para conmemorar el 50º aniversario del bombardeo y establece un diálogo silencioso con el Árbol de Guernica, situado a unos 200 metros. Un enorme hueco que se abre en sus gruesos muros de hormigón funciona como una ventana desde la que se puede ver el mítico árbol, símbolo del pasado y futuro de Euskal Herria.
Los mejores lugares para comer en Guernica
La gastronomía vasca está considerada como una de las mejores del mundo y, por eso, te invitamos a disfrutar de la rica tradición culinaria de Guernica en tu escapada a esta interesante población vizcaína. Todos los restaurantes cuidan con mimo sus fogones, pero aquí te vamos a recomendar algunos de los locales más renombrados del municipio:
- Boliña El Viejo. Se trata de un restaurante tradicional que ofrece raciones abundantes y que elabora sus recetas con materias primas de los caseríos cercanos. Tiene capacidad para 95 personas y sus platos de toda la vida son los más demandados. El local está dividido en dos espacios diferentes: el bar y el comedor. El trato es muy entrañable y tiene menú del día con cinco opciones para elegir. Si puedes, disfruta de las alubias de Guernica y de la merluza, sus especialidades. Adolfo Urioste Kalea, 1.
- Bengo Etxe. Es un restaurante de cocina tradicional casera en el que podrás probar, por ejemplo, una excelente menestra de verduras, una alubias rojas con sus sacramentos, unos calamares en su tinta, merluza a la romana o tacos de bonito a la plancha. Los postres también están elaborados de forma artesanal. Juan Kaltzada Kalea, 71.
- 1000 Kolorau. Es uno de los locales más célebres de Guernica y ofrece las opciones de comer a base de pintxos, raciones y carta. Todo está delicioso y, además, a la calidad de las propuestas se suma su cuidada presentación. De la carta, recomendamos el tartar de atún y el revuelto de bacalao. Y los postres son de escándalo de ricos que están. También tiene un interesante menú. San Juan Ibarra Plaza.
- Sasoie. Heredero del viejo restaurante Arrien, el Sasoie tiene una excelente barra para disfrutar de sabrosos pintxos y raciones, que van desde la clásica tortilla de patata hasta los más vanguardistas sabores. En el comedor, tienen menú del día y una amplia carta en la que caben ensaladas de ventresca de bacalao, txistorra a la brasa, chipirones a la parrilla, merluza del Cantábrico y chuletones deshuesados a la piedra. Muy recomendable. Calle Eriabarrena, 2.
Qué ver cerca de Guernica
Una excursión a Guernica se puede combinar con las visitas a otras poblaciones o lugares de interés turístico, ya que por su tamaño no se requiere de mucho tiempo para verlos.
Bermeo
Esta coqueta población con uno de los principales puertos pesqueros de la costa vizcaína es uno de los destinos que mejor resume la belleza de la costa vasca. Además de pasear por su bonito casco urbano y por su muelle, es muy recomendable prestar atención a la isla de Izaro, el cabo de Matxitxako y a la famosa San Juan de Gaztelugatxe. Esta pequeña península, muy visitada tras su aparición en la serie ‘Juego de tronos’, es objeto de leyendas y escenario de aquelarres.
Bosque Pintado de Oma
Si hay una visita que gusta a los niños es la del Bosque Pintado de Oma. Pocas cosas pueden activar tanto la fantasía como un denso bosque cuyos árboles están impregnados de enigmáticas pinturas. Este curioso “museo al aire libre” se encuentra en plena Reserva de la Biosfera de Urdaibai (link interno), en el municipio de Kortezubi. El artista que ha logrado tal maravilla, en la que los juegos visuales están presentes, es Agustín Ibarrola.
Cueva de Santimamiñe
En esta gruta de Santimamiñe, incluida por la Unesco en la lista de Patrimonio de la Humanidad, se encuentra el yacimiento prehistórico más importante de Vizcaya. En su interior se han descubierto pinturas rupestres del Paleolítico Superior. Entre las figuras que se pueden apreciar en sus paredes se han identificado: treinta y dos bisontes, seis caballos, un ciervo, un oso y siete cápridos. Los recorridos guiados suelen durar en torno a una hora y media.
Mundaka
La población de Mundaca –o Mundaka, en euskera– se ha ganado un lugar de honor entre los surfistas de todo el mundo por su famosa ola izquierda. Si bien, aunque no se practique este deporte, es un destino que debe ser recorrido con calma y disfrutando de edificios nobles, parroquias, ermitas, y también de la Reserva de la Biosfera de Urdaibai.
Por si no lo sabías, su carnaval es uno de los más antiguos del País Vasco.
Lekeitio
El precioso pueblo de Lequeitio –Lekeitio, en euskera– brinda al visitante un casco histórico con un interesante patrimonio, en el que no hay que dejar de ver la basílica de la Asunción de Santa María con un bello retablo dorado. Su actividad pesquera queda de manifiesto al pasear por su puerto, siempre lleno de vida. Una curiosidad del municipio es su isla de San Nicolás, a la que se puede llegar a pie cuando la marea está baja.
*Imágenes del Museo de Euskal Herria y Cueva de Santimamiñe facilitadas por la Diputación Foral de Bizkaia
