Desde siempre, la cocina ha sido el alma de la casa… y los mercados el corazón de la ciudad. Y sí, el Fischmarkt, el mercado de pescado de Hamburgo, bien se puede considerar el palpitante corazón de la segunda ciudad más poblada de Alemania…, por lo menos, cada domingo por la mañana.
Excéntrico, divertido, bullicioso, auténtico… Cada domingo, hasta unos 70.000 visitantes se adentran en este singular y efímero laberinto ubicado en plena ribera del Elba, en el barrio de Altona-Altstadt, para comprar frutas, verduras, especias… y, por supuesto, pescado. Pero este lugar también es un curioso punto de encuentro, con actuaciones de música en directo, para quienes, por ejemplo, han pasado una noche de fiesta en la famosa, y cercana, Reeperbahn. Noctámbulos y madrugadores se cruzan para compartir un rico bocado y un momento siempre alegre.
En cualquier caso, el Fischmarkt de Altona es uno de los lugares que no te puedes perder en tu próxima visita a Hamburgo.
- Historia del Fischmarkt, más de 300 años de comercio
- La Lonja, del arenque al jazz
- Qué comprar en el Fischmarkt
- El Puerto de Hamburgo, la «Puerta de entrada al mundo»
- Dónde comer en Hamburgo
- Dónde dormir en Hamburgo
Historia del Fischmarkt, más de 300 años de comercio
El mercado de pescado de Hamburgo es toda una leyenda y, desde luego, uno de los principales atractivos de la ciudad. Desde que se instaló por primera vez en 1703, sus puestos han visto ir y venir todo tipo de mercancías, desde tazones de porcelana hasta plátanos provenientes de lejanos destinos tropicales. Después de todo, el mercado es, prácticamente, el colofón, el destino final, de las innumerables mercancías que entran por el impresionante puerto de Hamburgo, el segundo más grande de Europa (solo después del puerto de la ciudad holandesa de Rotterdam).
Una curiosidad relacionada con el origen de este mercado tiene que ver, precisamente, con su propia celebración. Puesto que en el siglo XVIII la iglesia prohibía cualquier acto el día del servicio dominical, a los pescadores solo se les permitió ofrecer sus productos frescos hasta las 8:30 de la mañana, y así todos podrían estar a tiempo en misa. Hoy, 300 años después, el horario y el espíritu del Fischmarkt siguen siendo prácticamente los mismos.
La Lonja, del arenque al jazz
El corazón “oficial” del mercado es la vieja lonja, que con su siglo largo de historia, su techo abovedado, muros de ladrillo rojo, estructuras de hierro y originales vidrieras, ha cambiado las subastas de pescado que abarrotaban sus largas naves por un suculento brunch y distintas actuaciones en directo de todo tipo de grupos, desde el jazz y el skiffle hasta el country y el pop, cada mañana de domingo.
Fundado en 1894 e inaugurado solemnemente por el Káiser Guillermo II en 1896, el edificio fue un punto clave en el comercio ribereño de la entonces ciudad independiente de Altona. Casi medio siglo después, las bombas arrojadas por la aviación aliada se encargaron de hacerlo desaparecer casi por completo, y tras una reconstrucción parcial, que no fue capaz de frenar la decadencia del lugar, a principios de la década de los años 80 la ciudad vio resurgir, finalmente, este icónico edificio, totalmente restaurado y convertido en un lugar utilizado para todo tipo de eventos, incluyendo, por supuesto, el mercado de cada domingo.
Qué comprar en el Fischmarkt
Fruta, flores, verduras, carne, ropa, suvenires… y pescado fresco, por supuesto; en el mercado de pescado de Hamburgo se puede encontrar casi cualquier cosa. Además, recorrer los pasillos entre los distintos puestos no solo supone ir descubriendo mil y un maravillas, también implica dejarse cautivar, o no, por las acaloradas voces de los tenderos, que intentan captar la atención de los clientes anunciando, a todo pulmón, la calidad de sus productos y los atractivos descuentos que ofrecen.
Y mientras algunos van al mercado a por las provisiones de la semana, otros simplemente se acercan a comprar un típico sándwich de pescado y un café caliente; nada como una charla entre amigos mientras se disfruta del desayuno y se contemplan las espectaculares vistas del puerto. Más de uno terminará por entrar a la Lonja para disfrutar de la música, la comida –desde gofres hasta salchichas– y, quizás, tomarse la primera cerveza del día… o la última de la noche.
Durante los meses de verano (del 1 de abril al 31 de octubre), el Fischmarkt abre sus puertas todos los domingos de 5 a 9:30 horas. Dos horas más tarde (de 7:00 a 9:30 horas), comienza el ajetreo y el bullicio en la temporada de invierno (1 de noviembre al 31 de marzo). El popular brunch de la Lonja se lleva a cabo todos los domingos hasta las 12:00.
El Puerto de Hamburgo, la «Puerta de entrada al mundo»
El río Elba se funde con el Mar del Norte, pero unos 100 kilómetros antes de la desembocadura miles de barcos, desde enormes cargueros hasta pequeños pesqueros, pasando por espectaculares cruceros, faenan todos los días en innumerables muelles y dársenas vigiladas por los brazos oscilantes de las grúas. No es casualidad que el Puerto de Hamburgo (enlace interno a Puerto de Hambrugo) se conocido como la «Puerta de entrada al mundo».
En este sentido, además del trajín cotidiano y el dominical Fischmarkt, el puerto también es un gran escenario en el que se puede descubrir y disfrutar de todo lo que hace de la ciudad un destino único, desde su rico patrimonio histórico hasta las nuevas propuestas que la proyectan hacia el futuro. Así, entre sus muelles descansan interesantes barcos históricos que se pueden visitar, y junto a ellos museos y equipamientos culturales de clase mundial, como Miniatur Wunderland, la maqueta ferroviaria en miniatura más grande del mundo, y la espectacular Elbphilharmonie, entre muchos otros. Los sitios de interés históricos no son pocos: el viejo Alter Elbtunnel que conecta ambas riberas del río y la Speicherstadt, el conjunto de almacenes portuarios más grande del mundo, declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO, son solo dos buenos ejemplos.
Además, el Puerto de Hamburgo es también sede habitual de todo tipo de propuestas artísticas y culturales, desde festivales de música hasta encuentros literarios. En definitiva, un lugar en el que se respira la rica cultural marinera de este rincón de Alemania y, al mismo tiempo, convergen manifestaciones culturales muy diversas, dando lugar, en conjunto, a un panorama absolutamente seductor para cualquier viajero que visite la ciudad.
En el mismo sentido, todo tipo de paseos en barco, desde románticas travesías al atardecer hasta recorridos con paradas libres (hop-on hop-off), y visitas guiadas por la zona permiten descubrir el puerto en toda su extensión y disfrutar de una vistas únicas a la ciudad.
Dónde comer en Hamburgo
Además de disfrutar de un delicioso desayuno los domingos en el Fischmarkt, Hamburgo es un auténtico paraíso foodie. Desde los restaurantes de pescado en la zona del puerto hasta las propuestas más eclécticas de barrios como Sternschanze, Karolinenviertel y San Pauli, pasando por los “clásicos” de la Deichstraße y la ribera del lago Alster, o las nuevas propuestas de alta cocina de HafenCity y Rotherbaum, la ciudad ofrece opciones para todos los gustos y presupuestos.
¿Un bocado más “ligero”? Siempre vale la pena disfrutar de un picnic en Planten un Blomen, buscar un divertido food truck, visitar un pintoresco kebab, un local de falafel o un típco currywurst. Después de todo, los sabores del mundo siempre han llegado a Hamburgo a través de su enorme puerto.
Dónde dormir en Hamburgo
Un 4 estrellas urbano y vanguardista, ubicado en pleno centro histórico y muy cerca de los principales atractivos de la ciudad; así es el hotel Barceló Hamburg, la opción perfecta para disfrutar de una estancia inolvidable en Hamburgo.
Las 193 habitaciones totalmente equipadas de este hotel del Grupo Barceló ofrecen todo lo necesario para viajeros de placer y de negocios, para parejas, para familias y grupos de amigos, desde Wi-Fi gratis en todo el edificio hasta amenidades de todo tipo. Además, el Barceló Hamburg ofrece una sorprendente propuesta gastronómica de cocina fusión en su Restaurante & Vinoteca 1700.
