La villa de Luneburgo es una de las ciudades más bonitas de Alemania. Su pasado hanseático sobrevivió a la Segunda Guerra Mundial, librándose como pocas urbes germanas de los bombardeos, y llegando a nuestros días en un hermoso estado de plenitud. Si estás de viaje por Hamburgo o el norte de Alemania, debes plantearte visitar Luneburgo.
En este artículo vamos a repasar los principales hitos de interés y monumentos para ver en Luneburgo, una ciudad que te sorprenderá por todo su pasado histórico, su belleza y el excelente estado de conservación que atesora.
Como el resto de ciudades del norte de Alemania, Polonia y demás países del norte de Europa, Luneburgo formó parte de la Liga Hanseática, la poderosa alianza comercial de ciudades bálticas que fue se convirtió en todo un motor económico en la Edad Media. Luneburgo se había especializado en el comercio de sal, que exportaba al resto de ciudades de la Liga.
La riqueza y la prosperidad de estas ciudades se percibe hoy en día en el estilo de su arquitectura, con grandes casas, mansiones, palacios, castillos o infraestructuras portuarias con el ladrillo rojo como máximo exponente de estas construcciones. Si a esto le unimos que Luneburgo se salvó de la destrucción en la Segunda Guerra Mundial, cosa poco común en Alemania, nos encontramos con una auténtica joya de ciudad para visitar en un día de excursión desde Hamburgo.
Así que… ¡prepara tu libreta que nos vamos!
- Casco histórico
- Stintmarkt
- Ayuntamiento de Luneburgo
- Iglesias de San Juan y de San Miguel
- Dónde comer en Luneburgo
- Dónde dormir cerca de Luneburgo
Casco histórico
Con un breve paseo desde la estación de tren llegaremos cómodamente al casco histórico de Luneburgo, verdadero corazón de la ciudad. Enseguida percibimos la estética hanseática a medida que damos pasos hacia el centro, tras cruzar el río Ilmenau.
El casco histórico de Luneburgo no es muy extenso por lo que se recorre a la perfección en escasas horas. Como decimos, esta ciudad se salvó de guerras e incendios a lo largo de la historia por lo que casi todas las casas son originales.
El yacimiento de sal sobre el que se eleva la ciudad ha hecho que el suelo se haya hundido con el paso de los años, haciendo que muchas casas del casco histórico tengan sus sótanos inutilizados.
El paso del río Ilmenau por el borde del casco viejo es uno de los lugares imprescindibles de la ciudad. Allí se ubicaba el puerto desde el que se enviaba la sal y otras mercancías rumbo al cercano río Elba, al norte. Por cierto, puedes conocer más acerca de este ‘oro blanco’ en el Museo Alemán de la Sal, ubicado en las afueras de Luneburgo.
La grúa portuaria (réplica del año 1797) que se eleva en la ribera es testimonio de aquellos ajetreados tiempos del comercio, rodeada de una estética armoniosa y bella. Esta zona es, sin duda, una de las más espectaculares de la ciudad.
Stintmarkt
Frente a la grúa se ubica el Stintmarkt, los mercados y almacenes del antiguo puerto desde donde se cargaba la sal y la pesca en los barcos. Estamos en el corazón histórico de la ciudad, allí donde obtuvo todo el prestigio y prosperidad durante varios siglos.
Hoy, el Stintmarkt es una de las zonas más animadas de la ciudad por la concentración de bares y restaurantes. El encanto de las calles da a la zona el ingrediente perfecto para pasar una tarde de primavera o de verano aquí.
Ayuntamiento de Luneburgo
Otro hito de Luneburgo es su ayuntamiento, en la plaza del Mercado o Am Markt, una de las más grandes de la ciudad. El magnífico edificio consistorial es uno de los más destacados de Alemania, un conglomerado de estilos arquitectónicos debido a su largo proceso constructivo de 700 años.
El interior del ayuntamiento es de una belleza excepcional. Cuenta con 259 habitaciones, algunas de ellas salones y cámaras más propias de un palacio real. El gótico y el barroco se entremezclan con pinturas, maderas o vidrieras, dando un cariz de museo a esta casa municipal.
Aunque siga funcionando como sede administrativa de la ciudad, el ayuntamiento de Luneburgo se puede visitar.
Iglesias de San Juan y de San Miguel
Otros dos monumentos sorprendentes en Luneburgo son las iglesias de San Juan y de San Miguel, de inconfundible ladrillo rojo.
La iglesia de San Juan destaca por su altura de su torre, de 108 metros, y la inclinación de la misma respecto a su eje. Se sitúa en la hermosa plaza de Am Sande, la más antigua de la ciudad. Sorprende la altura de la nave de la iglesia, de unos 22 metros. En lo alto, el impresionante órgano de 4.500 tubos.
La iglesia de San Miguel tiene su origen en un antiguo monasterio benedictino del siglo XIV. La sobriedad del ladrillo te invadirá al poner un pie dentro de este templo en donde se graduó el histórico músico Johann Sebastian Bach, estudiante aquí.
Dónde comer en Luneburgo
Luneburgo es, después de Madrid, la segunda ciudad europea con mayor número de bares por habitante. Se contabilizan más de 300, entre bares, pubs y restaurantes, en una ciudad de 75.000 habitantes. Y es su ambiente uno de los principales atractivos.
Ante tal elenco de locales de hostelería se nos hace difícil elegir, pero aquí van algunas recomendaciones:
- Altes Brauhaus: una cervecería existente aquí desde 1505 donde poder degustar platos regionales de carne o pescado, además de la cerveza de la casa.
- Krone Bier: platos alemanes y cervecería se unen en este amplio restaurante, ideal para probar la gastronomía local.
- Elrado-House: uno de los mejores restaurantes de Luneburgo, en el que degustar buenos platos de carne.
Dónde dormir cerca de Luneburgo
La cercanía de Luneburgo a Hamburgo hace que la visita a esta pequeña ciudad se pueda hacer durante el día sin necesidad de tener que pernoctar allí. De esta manera, podemos mantener Hamburgo como centro de operaciones de nuestro viaje por esta zona de Alemania.
Por ello, un excelente alojamiento para ese viaje es el Barceló Hamburg, un hotel de cuatro estrellas de estilo contemporáneo y toque español con una privilegiada situación a dos pasos de la estación de tren de Hamburgo.