A la localidad costera de Altea, perteneciente a la provincia de Alicante, se la conoce popularmente como la cúpula del Mediterráneo. La razón de ser de dicho sobrenombre procede de las dos hermosas cúpulas de cerámica azul, pertenecientes a la iglesia del Consuelo, que presiden el pueblo antiguo desde lo alto de un cerro. Todo lo demás es un cúmulo de casitas encaladas encaramadas a una ladera que cae, sin prisa pero sin pausa, hasta las profundidades del mar Mediterráneo. El turista, experto en detectar lugares de bellezas genuinas, hace ya mucho tiempo que encontró en Altea un lugar especial donde ir no una, sino muchas veces. Tal vez por esto, a día de hoy, de los 25.000 habitantes que pueblan Altea, el 40 por ciento son extranjeros. Por si fuera poco, Altea se encuentra flanqueada por otras joyas inestimables de la Costa Blanca, como Calpe o Benissa, ambas dotadas también de un rico patrimonio histórico. Si te preguntas qué cosas hacer o qué lugares visitar en Altea, a continuación, te los contamos.

  1. Visitando el casco antiguo de Altea
  2. Iglesia del Consuelo, símbolo principal de Altea
  3. El mirador más importante de Altea
  4. Un vistazo al mercadillo de Altea
  5. Paseo Marítimo de Altea
  6. Playa de la Olla en Altea
  7. Otros lugares que visitar cerca de Altea

Visitando el casco antiguo de Altea 

El bonito casco antiguo de Altea, conocido en valenciano como El Fornet, ha sido capaz de conservar su fisonomía tradicional, a pesar de la incesante actividad turística desarrollada en la Costa Blanca desde hace décadas. Asomado al mar Mediterráneo, el pueblo antiguo de Altea, un laberinto blanco de callejuelas empedradas y escalinatas serpenteantes, se despliega de manera orgánica sobre la ladera de un cerro. En su interior abundan los pequeños detalles, que hacen grande a este rincón de auténtica esencia mediterránea: mosaicos inesperados, puertas ornamentadas, y flores de colores por doquier. Nuestro consejo: perdeos por sus calles y dejaos sorprender por todo lo que Altea tiene para ofrecer.  

 

 

Casco antiguo de Altea
Casco antiguo de Altea

Iglesia del Consuelo, símbolo principal de Altea

En lo alto del cerro, enclavada en la plaza de la Iglesia, se encuentra la iglesia parroquial de Nuestra Señora del Consuelo, el templo católico más importante de Altea. Su conjunto formado por dos grandes cúpulas de cerámica azul, símbolo indisoluble de la ciudad, resulta visible desde cualquier punto, incluido el paseo marítimo y sus playas. Su precedente arquitectónico es un templo austero de principios del siglo XVII, cuyas trazas fueron aprovechadas en 1901 durante la construcción del actual edificio. 

Iglesia de Nuestra Señora del Consuelo
Iglesia de Nuestra Señora del Consuelo asomando entre las calles

Hasta este punto de la ciudad se puede ascender a través de dos vías principales: la llamada Costera del Mestre de la Música, una escalinata que remonta la pendiente entre casas encaladas; o la calle Pont de Moncau, la cual discurre por otras plazas con encanto, como la plaza del Agua o la plaza de la Cruz. Os aseguramos que cualquiera de estos dos itinerarios a la iglesia del Consuelo, os descubrirá multitud de bares, pubs y restaurantes alojados en cada esquina.

El mirador más importante de Altea 

Si queremos aprovechar nuestra visita a la iglesia de Nuestra Señora del Consuelo, debemos saber que a escasos metros de esta se encuentra el que es considerado el mejor mirador de Altea. Conocido como el mirador de los Cronistas ―o mirador de la Muralla―, su vista panorámica nos permite contemplar no sólo la ciudad y su puerto, sino también los lejanos acantilados de Sierra Helada, y en días de buen tiempo, el Peñón de Ifach de Benidorm. A propósito, cabe mencionar que, junto al mirador de Benidorm, el de Altea ha sido recientemente incluido en la lista de los miradores más bonitos de España. Y es que, dada la disposición en fuerte pendiente del pueblo, al visitante no le costará mucho esfuerzo descubrir otros tantos miradores con encanto en la zona. 

Mirador de Altea
Mirador de Altea

Un vistazo al mercadillo de Altea 

Otro de los pilares que sustenta la esencia alteana es, sin lugar a dudas, su mercadillo y el aire bohemio que este confiere a la ciudad. Cada martes ―no festivos― se celebra el llamado mercado semanal, un conjunto de cerca de 300 puestos, cuya actividad empieza a las 08:00 de la mañana y termina a las 14:00 horas. A grandes rasgos, su ubicación ha de buscarse en dos calles principales. En el Carrer de la Filarmónica encontraremos aquellos puestos cuyo género abarca la fruta y la verdura de la huerta levantina. Asimismo, en el Camí del l´Algar y la plaza del Ayuntamiento hallaremos la vertiente más textil, con puesto especializados en la venta de zapatos, bolsos, monederos, sombreros e incluso algún vestido de sevillana. A fin de cuentas, incluso si no queremos comprar nada, el mercadillo de Altea se presenta como un evento social que nadie se debería perder. 

Paseo Marítimo de Altea 

Gran parte del frente marítimo de Altea se encuentra flanqueado por el paseo marítimo, un agradable bulevar que parte del puerto y que discurre, en paralelo a sus playas, durante cerca de 1 kilómetro. Aquí encontraremos no sólo una cantidad ingente de restaurantes y bares, especializados sobre todo en arroces y mariscos, sino también numerosos campos de voleibol y columpios infantiles situados en la arena. La playa de la Roda, con 1.400 metros de longitud, es la principal zona de baño del centro urbano. Su bandera azul nos recuerda la excelente calidad de sus aguas y servicios. Es, además, un polo de atracción para aficionados al deporte acuático ―windsurf, kayak, submarinismo, etc.―. Por otro lado, más adelante en dirección norte, encontramos la playa de l´Espigo, una suerte de laguna artificial creada al abrigo de la desembocadura del río Algar en 2016. Puesto que sus aguas siempre están tranquilas, esta será, con toda probabilidad, nuestra mejor opción si tenemos niños. 

Paseo maritimo Altea
Paseo maritimo Altea

Playa de la Olla en Altea 

Y si continuamos un poco más en dirección norte, entonces llegaremos a la playa de la Olla, cuya orilla de arena, grava y piedras suma cerca de un kilómetro de extensión. En esta zona de las afueras, en donde abundan los chalets y las huertas, podremos alquilar pequeños botes y tablas de surf. También nos resultará sencillo alcanzar a nado las dos isletas que sobresalen del mar unos metros más adentro ―Isleta de l’Olla―. Asimismo, si bien la playa resulta tranquila durante todo el año, nos conviene saber que el 10 de agosto, durante la festividad de San Lorenzo, la misma se llena de gente como consecuencia del lanzamiento de unos fuegos artificiales conocidos como “El Castell de l´Olla”. Si os pilla en Altea, no podéis perdéroslo bajo ningún concepto.

Playa de la Olla

Otros lugares que visitar cerca de Altea 

Y si queréis visitar lugares más allá de Altea, os recomendamos que toméis nota: 

  • Templo del Arcángel Miguel: de camino a Calpe, cerca de la urbanización Altea Hills, podemos visitar la primera iglesia ortodoxa rusa construida en España. Debido a su curiosísima arquitectura, inspirada en las iglesias del siglo XVII y realizada exclusivamente con materiales procedentes de Los Urales, la veremos fácilmente desde la carretera N-332.  
  • Playa del Albir: esta playa de piedras, localizada fuera de los márgenes de Altea (pero muy próxima a ella), resulta especialmente recomendable para la práctica del esnórquel, debido a la rica fauna y flora ―praderas de posidonia, principalmente― que aloja en su fondo marino. Así lo avalan tanto la bandera azul que ondea en sus arenas, como el emplazamiento algo aislado de la misma.