Localizado en el cerro Canfali de Benidorm, el Balcón del Mediterráneo es uno de los espacios de referencia de la ciudad. Es un punto de encuentro que brinda unas vistas espectaculares sobre la bahía, la inmensidad del mar Mediterráneo y el “skyline” urbano de esta localidad alicantina. Se trata de una península rocosa situada en el corazón de Benidorm que separa la playa de Poniente, con sus palmeras, el pequeño puerto y su paseo, de la de Levante, con casi dos kilómetros de longitud. 

Estamos ante una singular construcción, rematada con una balaustrada de piedra blanca, que se ha convertido en un destino de atracción turístico inevitable, tanto de día como de noche. Al caer el sol, Benidorm se muestra desde este punto como un verdadero espectáculo iluminado. Su explanada más alta tiene bancos y zonas de descanso, y la más baja está más cerca del agua. Ambas están conectadas por unas escalinatas con unas singulares barandillas blancas. 

  1. Balcón del Mediterráneo o mirador del Castillo
  2. Paseo por el centro histórico de Benidorm
  3. Una isla desierta frente al mirador de Benidorm
  4. Todo un icono de Benidorm
  5. Qué más puedes ver en Benidorm

Balcón del Mediterráneo o mirador del Castillo 

También es conocido con el nombre de mirador del Castillo porque durante varios siglos, del XIV al XVII exactamente, aquí estuvo una espectacular fortaleza desde donde la ciudad se defendía de los continuos ataques de piratas argelinos y berberiscos. En el siglo XIX, concretamente en 1812, los franceses asaltaron el castillo de Benidorm porque desde aquí podían vigilar los barcos que llegaban tanto por Levante como por Poniente. Pero, después, la flota inglesa acabó derrumbando prácticamente sus instalaciones con los cañones de sus barcos. Cuando acabó la contienda, el castillo fue abandonado y hoy sólo quedan algunos vestigios de sus murallas sepultados sobre las rocas de este mirador y varias piezas de cerámica de distintas épocas.  

 

 

La zona acabó llamándose finalmente el Balcón del Mediterráneo (o el mirador de Benidorm). Aquí se encuentra la plaça del Castell, o plaza del Castillo, y un pequeño monumento central con cuatro cañones que recuerdan que en algún momento éste fue un punto estratégico en una vieja guerra. Otra curiosidad de la zona es que en 1986 se colocó frente al mirador, en la vecina playa del Mal Pas, el primer géiser artificial de España. La altura del agua llegaba a 100 metros de altura y se divisaba perfectamente desde el Balcón del Mediterráneo, pero por problemas técnicos este icónico géiser quedó definitivamente relegado al olvido. 

Paseo por el centro histórico de Benidorm

balcón del mediterráneo
Balcón del Mediterráneo

Para acceder hasta el Balcón del Mediterráneo, hay que subir primero por el casco antiguo de Benidorm, un paseo que tiene un especial encanto, ya que permite vislumbrar los orígenes de la ciudad como un pequeño barrio de pescadores. Hoy sigue conservando su aroma antiguo entre sus calles estrechas y empedradas que en la actualidad están jalonadas de tiendas curiosas, bonitas terrazas y apetecibles restaurantes, conformando una de las zonas más genuinas de Benidorm. En el centro histórico el visitante se va encontrando con edificios singulares e históricos, como la iglesia de San Jaime, construida en el siglo XVIII en honor al patrón de la ciudad, o el paseo de la Alameda.

Al final de la plaza de Castelar, justo frente a la iglesia de Santa Ana, se halla el Balcón del Mediterráneo, desde el que se puede disfrutar de una estampa fantástica y vislumbrar, rompiendo el manto marino, la enigmática isla de Benidorm, de aproximadamente 65.000 metros cuadrados, a la que se puede llegar en barco desde el puerto. Este islote, que goza de un gran valor medioambiental y también tiene un restaurante, cuenta con su propia leyenda, que ha ido pasando de generación en generación. 

Una isla desierta frente al mirador de Benidorm 

La isla de Benidorm, hoy despoblada, se encuentra a unas dos millas náuticas del puerto deportivo y en el pasado sirvió de refugio contra las epidemias de cólera que hubo tanto en Benidorm como en la vecina Villajoyosa. También se conoce como Isla de los Periodistas, debido a un acuerdo de amadrinamiento que firmaron en 1970 el entonces alcalde Jaime Barceló y la Federación de Asociaciones de la Prensa.

Para acceder al Balcón del Mediterráneo, hay que descender por unas bonitas escalinatas, con barandillas de color blanco, que son la antesala de un paisaje de verdadero ensueño. Hasta aquí llegan cientos de turistas para inmortalizar la estampa y muchas parejas se suman a la romántica práctica de depositar un candado en el pozo que hay justo en el centro de la plaza del Castillo.  

Balcón del Mediterráneo
Balcón del Mediterráneo con Benidorm al fondo

Todo un icono de Benidorm 

El Balcón del Mediterráneo, todo un icono de Benidorm y la Costa Blanca, es una península con forma de pentágono que tiene un diseño muy peculiar y, en el centro, una espectacular farola de cinco luces. Son muy pocos los que se resisten a fotografiarse en este privilegiado escenario sobre el Mediterráneo. Una maravilla que se multiplica aún más si las fotografías se toman al amanecer o al atardecer. 

Hay que recordar que Benidorm, considerada la meca del turismo de sol y playa, recibe cada año la visita de más de cuatro millones de viajeros de las nacionalidades más diversas. No sorprende, por tanto, que los alrededores del Balcón del Mediterráneo sean aprovechados por los músicos callejeros y los vendedores ambulantes de objetos de artesanía y recuerdos para brindar sus servicios. Y es que este mirador es uno de los sitios imprescindibles en una escapada de turismo a Benidorm. 

Qué más puedes ver en Benidorm

Después de visitar el Balcón del Mediterráneo, puedes entrar en la iglesia de San Jaime y Santa Ana para conocer el templo más antiguo de la ciudad y pasear por las agradables callecitas del casco antiguo.

Balcón del Mediterráneo
Suelo ajedrezado en el Balcón del Mediterráneo

Si lo que te pide el cuerpo es darte un chapuzón, tienes a un paso las extensas playas urbanas de Levante y Poniente (de 3 y 2 kilómetros de longitud respectivamente). Si lo prefieres, también puedes alejarte un poco del centro y poner rumbo a las calas de Tío Ximo y de la Almadrava, ideales para la práctica del snorkel.

¿Viajas a Benidorm con niños? En ese caso podrás descubrir las grandes civilizaciones en el parque de atracciones Terra Mítica o pasártelo en grande en familia en Aqualandia, uno de los parques acuáticos más grandes de Europa.

Otra posibilidad es ascender al mirador de la Cruz de Benidorm. Emplazado a 217 m, en el punto más elevado del Parque Natural de la Serra Gelada, desde allí obtendrás unas panorámicas espectaculares de la población, especialmente durante la puesta de sol.

Para cuando toque reponer fuerzas, aquí te dejamos varias sugerencias:

  • La Falúa, con originales propuestas de gastronomía creativa levantina;
  • Bar Mal Pas, sus calamares son todo un reclamo;
  • La Mejillonera, célebre por sus variadas formas de preparar dichos moluscos, pero también por sus deliciosas paellas;
  • Restaurante Turia, perfecto para los que buscan un establecimiento de los de “toda la vida”.

Si aún tienes ganas de más, Altea, Calpe, Villajoyosa o Guadalest son algunos de los preciosos pueblos que salpican el entorno de Benidorm, todos ellos a menos de media hora en coche.