Está situado a las faldas del monte Benacantil, junto al castillo de Santa Bárbara, y es uno de los enclaves más genuinos y tradicionales de Alicante. El barrio de Santa Cruz es un territorio de calles animadas y pintorescas, con hermosas casitas blancas, algunas ribeteadas de azulejos y cenefas de colores llamativos, todas ellas diversas y cuidadas. Si te fijas, muchas de las viviendas tienen escrito en sus muros el nombre de las familias que las habitan. Durante todo el año, las fachadas y balcones están decorados con bonitas macetas de plantas y flores que le otorgan un encanto especial.  

El barrio de Santa Cruz ocupa el corazón del casco antiguo de Alicante y ofrece varios miradores desde los que se puede disfrutar de excelentes panorámicas de la bahía, el puerto y la ciudad de Alicante. Y es que es un entorno que mira hacia las alturas, por lo que conviene recorrer el barrio con calzado cómodo, ya que abundan las calles empinadas y las escaleras. 

  1. Qué ver en el barrio de Santa Cruz
  2. Semana Santa en el barrio de Santa Cruz
  3. Cómo se ha desarrollado el barrio de Santa Cruz
  4. Ocio, gastronomía y vida nocturna
  5. Restaurantes en el barrio de Santa Cruz

Qué ver en el barrio de Santa Cruz 

El barrio de Santa Cruz, que tiene cierto aire morisco, ofrece numerosos atractivos para el viajero: el castillo de Santa Bárbara, la ermita de Santa Cruz, el mirador de Santa Cruz, etc. Sin embargo, es en Semana Santa cuando ofrece su rostro más festivo y se engalana especialmente para la ocasión. Es uno de los grandes acontecimientos del año y los vecinos se vuelcan en el mismo.

 

 

Cada Miércoles Santo, una buena parte del barrio se congrega junto a la ermita de la Santa Cruz para ver salir los pasos religiosos que tienen que descender y deambular por las estrechas y difíciles calles del barrio, salvando grandes desniveles y obstáculos. Así que si no coincides en esta festividad, es conveniente que visites la ermita de Santa Cruz para imaginar este acontecimiento social y religioso en el que numerosos locales y visitantes desean ver a los costaleros, nazarenos y damas de mantilla bajar los pasos por las estrechas calles de la barriada.  

Barrio Santa Cruz Alicante
Coloridos balcones en el Barrio de Santa Cruz

Semana Santa en el barrio de Santa Cruz 

cruces de mayo barrio santa cruz
Decoración en la Fiesta de las Cruces de Mayo

La Hermandad de la Santa Cruz, que cuenta en la actualidad con más de 1.500 “hermanos”, es la protagonista de la Semana Santa en el barrio de Santa Cruz. Es la que organiza la procesión de penitencia del Miércoles Santo, que cuenta con cuatro tronos: el del Cristo de Medinaceli, al que llaman “el Cautivo”, la Dolorosa, el Descendimiento de la Cruz y el Cristo de la Fe, también apodado “El Gitano”.  

Debido al pequeño tamaño de la puerta de la ermita de Santa Cruz, el paso del Descendimiento tiene que ser sacado por los costaleros a ras de suelo y quitando la parte superior de la Cruz, que después tiene que colocarse de nuevo. Otra nota curiosa es que, antiguamente, los costaleros eran fundamentalmente los pescadores y trabajadores portuarios de Alicante. ¿La razón? Su porte fornido, que podía soportar el difícil recorrido y el peso de las esculturas. 

Cómo se ha desarrollado el barrio de Santa Cruz 

La ermita de la Santa Cruz data del siglo XVIII y fue construida sobre la denominada torre de la Ampolla, que es uno de los pocos vestigios que quedan de las antiguas murallas medievales de Alicante. Durante un tiempo, los frailes carmelitas tuvieron aquí una escuela de primeras letras. 

Además del Miércoles Santo, otra de las fechas señaladas en la vida del barrio de Santa Cruz es la festividad de las Cruces de Mayo en Alicante, que se celebra intensamente durante cuatro días. Los vecinos engalanan las calles y las viviendas con numerosas cruces de claveles. 

Uno de los rincones del Barrio de Santa Cruz
Uno de los rincones del Barrio de Santa Cruz

El barrio de Santa Cruz ocupa el mismo espacio que en su día tuvo el primer núcleo de población que se conoce y que habitaron los árabes: Al-Laqant. Ésta es una de las razones que explica su intrincado urbanismo, pensado seguramente para huir de las altas temperaturas del verano. En cualquier caso, es el barrio más antiguo de la ciudad, cuyo territorio tiene como frontera la Rambla de Méndez Núñez, una de las vías principales de Alicante.  

Así que, si visitas el castillo de Santa Bárbara, no dejes de darte un paseo por el vecino barrio de Santa Cruz, porque no te defraudará. Y si te gusta la fotografía, no podrás parar de inmortalizar los pequeños rincones, los bonitos detalles, los gatos, los portones y las deliciosas estampas con los que te irás encontrando a lo largo de este delicioso recorrido. Y es que este barrio es muy fotogénico y ofrece su mejor cara al que se anima a visitarlo.  

Ocio, gastronomía y vida nocturna

Además, son muchos los bares y restaurantes que salpican las calles del barrio de Santa Cruz, por lo que, entre tanto subir y bajar, podrás hacer una parada técnica para disfrutar de un buen vino y alguna tapa típica de la cocina alicantina, antes de continuar sorteando desniveles. 

También por la noche, el barrio de Santa Cruz tiene un atractivo especial, porque hay muchos locales de vida nocturna y animada en los que se ofrece música en directo, copas y diversión en un ambiente muy agradable.

Restaurantes en el barrio de Santa Cruz

Entre las diversas posibilidades culinarias que ofrece Alicante, en Santa Cruz se pueden encontrar opciones para todos los gustos y presupuestos. Desde lo más tradicional hasta los sabores del mundo, el casco antiguo de la ciudad es el lugar perfecto para disfrutar de un buen bocado. Para muestra, un botón:

De tapas…

  • La Taberna del Gourmet (c/ San Fernando, 10).- Tapas de la mejor calidad en una auténtica barra alicantina; un referente gastronómico de la ciudad.
  • Bar-Cerveceria Gravina 4 (c/ Gravina, 4).- 30 años de tradición respaldan a este clásico del barrio de Santa Cruz.
  • La Barrita de Santa María (Plaza de Sta. María, 2).- Tapas bien trabajadas justo frente a la portada de la Basílica de Santa María.
  • La Taberna Ibérica (c/ Pedro Sebastià, 7).- Una gran variedad de tapas, entre las que destacan embutidos, quesos curados… y también arroces y carnes.

La buena mesa…

  • San Telmo Gastrobar (c/ San Nicolás, 14).- Cocina mediterránea, sabores de la tierra y una variada carta de vinos. A espaldas de la Concatedral.
  • Sotaterra by TheLoft (c/ Lonja de los Caballeros, 10).- Cocina alicantina, española, vinos y productos artesanos; tradicional pero no convencional.
  • La Tasca del Barrio (c/ Labradores, 22).- Cocina mediterránea, tapas y arroces en un ambiente acogedor. Los postres y el servicio también son su fuerte.
  • Las Brasas de San Miguel (c/ San José, 5).- Chuletón, secreto de cerdo, churrasco… carne a la brasa y sabores típicos alicantinos acompañados de cerveza de barril.

Sabores del mundo…

  • Miku Izakaya (c/ Argensola, 7).- Sushi y sabores fusión de la cocina asiática, sin carta, para sorprender a cualquier paladar.
  • Suan Thai (c/ Miguel Soler, 6).- Del típico Pad Thai al famoso pato crujiente, auténtica cocina tailandesa de calidad.
  • Charlie’s American Diner (c/ San José, 8).- Las clásicas hamburguesas americanas en un divertido local decorado estilo años 50.
  • In Bocca Al Lupo (c/ Muñoz, 5).- Productos fresco, pasta artesanal, pizzas al horno de leña, postres… cocina italiana como debe ser.