En la costa del Mar Negro, Burgas emerge como una ciudad —la cuarta más poblada de Bulgaria—  moldeada por el mar, los lagos que la rodean y su vibrante puerto. Conocida por sus vastos humedales salinos —hogar de flamencos y pelícanos durante las migraciones— y su atmósfera marítima, esta localidad ofrece mucho más que una conexión con las playas de Bulgaria. Sus amplios bulevares frente al mar, como el icónico Jardín del Mar, se entrelazan con un casco urbano lleno de mercados de pescado fresco, talleres de arte y locales donde se respiran las tradiciones culinarias de la región. En Burgas, la historia y la naturaleza se han entrelazado de manera única en lugares como las cercanas ruinas romanas de Deultum o los paisajes salinos donde se recolecta sal desde tiempos ancestrales.

  1. Historia de la localidad: Burgas, una ciudad que se lo debe todo a sus humedales salinos
  2. Qué ver en tu visita: descubriendo la esencia de Burgas
  3. Dónde comer: tsatsa, ensalada shopska, vino Mavrud y otras delicias de Burgas
  4. Excursiones cercanas

Historia de la localidad: Burgas, una ciudad que se lo debe todo a sus humedales salinos

La historia de Burgas comienza mucho antes de que esta ciudad portuaria adquiriera su nombre moderno. En la antigüedad, los tracios poblaron la región, aprovechando los lagos que rodean la zona como fuente de recursos y rutas comerciales. Más tarde, en el siglo I d.C., los romanos fundaron la colonia de Deultum, un importante asentamiento para los veteranos de la Legio VIII Augusta. Las ruinas de este enclave, que incluyen termas y vestigios de murallas, aún pueden visitarse a pocos kilómetros de la ciudad y son un testimonio de la importancia estratégica que tuvo la región.

Durante la Edad Media, la zona fue objeto de disputas entre búlgaros y bizantinos, y el puerto, conocido como Pirgos, sirvió como punto clave para el comercio marítimo. Bajo el dominio otomano, Burgas se transformó en un centro de exportación de productos como sal, pescado y cereales, gracias a los vastos salares que aún rodean la ciudad. Estos salares no solo fueron cruciales para la economía local, sino que también moldearon el paisaje y atrajeron aves migratorias, consolidando la región como un punto de referencia para los naturalistas.

Con la liberación de Bulgaria en 1878 y la posterior declaración de Burgas como ciudad, el puerto experimentó un auge que lo convirtió en uno de los más importantes del país. Este desarrollo trajo consigo una modernización acelerada, con la construcción de líneas de ferrocarril y la expansión urbana. Hoy, Burgas conserva vestigios de todas estas épocas, combinando su legado romano, medieval y otomano con una identidad moderna centrada en la conservación de sus recursos naturales y la promoción de su animada vida cultural.

Qué ver en tu visita: descubriendo la esencia de Burgas

El Jardín del Mar (Morska Gradina, en búlgaro) es el corazón verde de la ciudad y un lugar imprescindible para cualquier visitante. Este extenso parque se extiende a lo largo de la costa, ofreciendo vistas panorámicas al Mar Negro. Pasear por sus senderos sombreados, decorados con esculturas y flores, es una experiencia relajante. Entre sus atracciones más destacadas se encuentra el Casino Cultural, un edificio histórico que acoge exposiciones, eventos culturales y vistas espectaculares desde su terraza, así como un pequeño anfiteatro donde se celebran conciertos y representaciones al aire libre durante el verano.

En el corazón urbano de Burgas, la Plaza Troykata se erige como el epicentro de la ciudad. Este amplio espacio combina pasado y presente, rodeado de edificios históricos y modernos que reflejan la evolución de la ciudad. Aquí destaca el Monumento a los Soldados de la Liberación, un tributo solemne a los héroes de la guerra ruso-turca. Muy cerca, la imponente Catedral de San Cirilo y San Metodio llama la atención con sus cúpulas doradas y sus frescos minuciosamente trabajados en el interior, un ejemplo sobresaliente de la arquitectura religiosa búlgara.

Burgas
Vista aérea de la catedral de Burgas San Cirilo y la catedral de Metodio, Burgas (Bulgaria) durante la puesta de so

Para los amantes de la historia, el Museo Arqueológico de Burgas es una parada obligatoria. Sus exposiciones ofrecen un recorrido fascinante por el pasado de la región, desde los objetos tracios más antiguos hasta reliquias griegas y romanas que ilustran la importancia de la zona como encrucijada cultural y comercial.

Finalmente, el puerto de Burgas combina su carácter industrial con un ambiente acogedor y lleno de vida. Sus bares y restaurantes, ubicados en el área peatonal del puerto, son el lugar perfecto para disfrutar de mariscos frescos mientras contemplas el constante ir y venir de los barcos, desde pequeños pesqueros hasta grandes cargueros internacionales.

Dónde comer: tsatsa, ensalada shopska, vino Mavrud y otras delicias de Burgas

La cocina de Burgas se basa en la riqueza del Mar Negro y en los productos frescos de la región. Uno de los mejores lugares para probar esta mezcla es el restaurante Neptune, ubicado cerca del Sea Garden. Aquí, los mariscos son protagonistas: prueba los mejillones frescos al vapor o el tsatsa, un pescado frito típico de la zona.

Para quienes buscan una experiencia más tradicional, las tabernas locales como Zornitsa ofrecen platos búlgaros clásicos como el kavarma, un guiso de carne y verduras cocinado lentamente en una olla de barro, o la emblemática ensalada shopska, hecha con tomates, pepinos, pimientos y queso sirene.

Burgas
Kavarma búlgaro

En el puerto, restaurantes modernos como 8 Mama’s combinan técnicas contemporáneas con ingredientes locales, creando platos únicos que celebran los sabores de Burgas. Puedes acompañar tu comida con un vaso de rakia o una copa de vino búlgaro, especialmente el Mavrud, un tinto autóctono con carácter.

Excursiones cercanas

Naturaleza: lagos, baños de barro y observación de aves

Burgas está rodeada por tres grandes lagos: Atanasovsko, Mandrensko y Burgasko, que forman parte de un ecosistema único. Estas áreas son un paraíso para los observadores de aves, ya que albergan especies como flamencos, pelícanos y garzas. El Lago Atanasovsko es especialmente famoso por sus salinas y los tratamientos de baños de barro, conocidos por sus propiedades terapéuticas.

Burgas
Aves en la Reserva Natural de Poda, costa del Mar Negro

Otra excursión natural interesante es el Centro de Protección de la Naturaleza Poda, una reserva protegida donde puedes caminar por senderos señalizados y observar aves en su hábitat natural.

Playas: un chapuzón en el Mar Negro

Aunque Burgas no es un típico destino de sol y playa, cuenta con varias opciones excelentes para disfrutar del Mar Negro. La Playa Central de Burgas, situada junto al Sea Garden, es una opción cómoda y bien equipada, ideal para familias.

Burgas
Vista aérea de Sozopol, Burgas en Bulgaria en el Mar Negro

Si buscas algo más tranquilo, la cercana Playa de Sarafovo ofrece un ambiente más relajado y aguas poco profundas, perfectas para nadar. Por otro lado, la Playa de Kraimorie, a unos 10 kilómetros de la ciudad, es ideal para quienes desean escapar del bullicio y disfrutar de la naturaleza en un entorno más rústico.