Veliko Tarnovo, conocida como la «Ciudad de los Zares», es un viaje al corazón del pasado de Bulgaria. Situada estratégicamente en un anfiteatro natural formado por las colinas de Tsarevets, Trapezitsa y Sveta Gora, esta antigua capital del Segundo Imperio Búlgaro ofrece un escenario de lo más pintoresco. Sus casas colgantes sobre el río Yantra, las calles empedradas y los restos de fortalezas milenarias evocan los días de gloria en los que Veliko Tarnovo fue el epicentro del poder y la cultura de los Balcanes. 

  1. Historia de la ciudad: Veliko Tarnovo, la cuna del Segundo Imperio Búlgaro
  2. Qué ver en tu visita: fortalezas, iglesias y calles llenas de encanto medieval
  3. Actividades culturales: un viaje a las raíces búlgaras
  4. Gastronomía y dónde comer: sabores auténticos en un entorno único
  5. Visitas cercanas: explorando los alrededores de Veliko Tarnovo

Historia de la ciudad: Veliko Tarnovo, la cuna del Segundo Imperio Búlgaro

La historia de Veliko Tarnovo se remonta a más de cinco milenios, cuando las primeras comunidades tracias se asentaron en sus colinas. Sin embargo, fue en el siglo XII cuando la ciudad alcanzó su máximo esplendor al convertirse en la capital del Segundo Imperio Búlgaro. Fundada estratégicamente en las colinas Tsarevets, Trapezitsa y Sveta Gora, Veliko Tarnovo prosperó como un centro político, económico y cultural que rivalizaba con Constantinopla en influencia.

Veliko Tarnovo
Veliko Tarnovo, Bulgaria. Tsarevets casco antiguo en la ciudad histórica.

Durante los siglos XIII y XIV, la ciudad vivió su época dorada bajo el reinado de grandes zares como Kaloyan e Iván Asen II. Su posición estratégica a orillas del río Yantra la convirtió en una fortaleza casi impenetrable, defendida por imponentes murallas y bastiones. Fue aquí donde se construyó la majestuosa Fortaleza de Tsarevets, que simboliza el poder y la grandeza de la época. En su interior, los palacios reales y la Catedral Patriarcal fueron testigos de coronaciones y eventos históricos decisivos.

Con la conquista otomana en 1393, la ciudad perdió su estatus de capital, pero no su importancia cultural. A lo largo de los siglos, Veliko Tarnovo se convirtió en un bastión del renacimiento nacional búlgaro, jugando un papel crucial en el movimiento independentista. Hoy en día, la ciudad conserva su carácter histórico, atrayendo a visitantes de todo el mundo que desean explorar su pasado glorioso.

Qué ver en tu visita: fortalezas, iglesias y calles llenas de encanto medieval

El recorrido por Veliko Tarnovo comienza, sin lugar a dudas, en la Fortaleza de Tsarevets, el corazón histórico de la ciudad y uno de los símbolos más reconocibles de Bulgaria. Este imponente complejo medieval, situado estratégicamente en la cima de la colina Tsarevets, te permite recorrer sus extensas murallas, adentrarte en torres de vigilancia y explorar los restos del Palacio Real, que una vez fue la sede del poder del Segundo Imperio Búlgaro. 

La Catedral Patriarcal de la Ascensión, restaurada en los años 80, destaca por sus murales contemporáneos, que contrastan de forma impactante con las ruinas circundantes. Desde las alturas de la fortaleza, las vistas panorámicas del río Yantra y las colinas vecinas son una experiencia inolvidable. Y no te pierdas el show nocturno de luz y sonido que narra los episodios más destacados de la historia búlgara con luces proyectadas sobre las murallas y música épica. Es un momento que transforma la fortaleza en un escenario vibrante.

Veliko Tarnovo
Fortaleza

El siguiente punto imprescindible es Samovodska Charshiya, el antiguo barrio de los artesanos, donde la esencia de la tradición búlgara se mantiene viva. Las calles adoquinadas, bordeadas de casas de madera del Renacimiento Nacional Búlgaro, están llenas de talleres donde se fabrican productos tradicionales. Puedes observar a los artesanos trabajando el cuero, la cerámica o el vidrio, e incluso participar en demostraciones para aprender las técnicas antiguas. Este barrio también alberga encantadoras cafeterías y tabernas que ofrecen un descanso perfecto entre visitas.

Entre las iglesias más destacadas se encuentra la Iglesia de los Cuarenta Mártires, construida en 1230 para conmemorar una gran victoria militar del zar Iván Asen II. Sus muros guardan inscripciones que documentan momentos clave de la historia búlgara, como la declaración de independencia de 1185. Otro lugar relevante es la Iglesia de San Pedro y San Pablo, cuya arquitectura sobria contrasta con sus interiores decorados con frescos que datan del siglo XIV. Aunque menos conocida, ofrece un viaje al esplendor artístico del medievo.

Para los amantes de las caminatas con encanto, las calles serpenteantes del casco antiguo son un destino por sí mismas. Casas tradicionales que parecen colgar del precipicio, pequeñas galerías de arte y miradores escondidos convierten el paseo en una experiencia llena de sorpresas. Y si buscas un rincón más tranquilo, la colina Trapezitsa, con sus restos arqueológicos y su funicular, te permitirá explorar otra cara de la Veliko Tarnovo medieval.

Actividades culturales: un viaje a las raíces búlgaras

Veliko Tarnovo no solo ofrece monumentos históricos, sino también una vibrante escena cultural que conecta el pasado con el presente. Si visitas la ciudad en primavera, el Festival Internacional de Cultura Medieval te permitirá sumergirte en la vida de la época: desde recreaciones de batallas hasta talleres de artesanía medieval.

El Museo de Historia Regional es perfecto para entender la evolución de la ciudad a través de los siglos. Este espacio reúne desde vestigios tracios hasta piezas del Renacimiento búlgaro. Para los amantes del arte contemporáneo, la Galería de Arte Boris Denev, ubicada junto al río Yantra, ofrece una colección de obras de artistas búlgaros modernos.

Tampoco te pierdas el teatro al aire libre en la Fortaleza de Tsarevets, donde se celebran conciertos y óperas durante el verano. Estas representaciones, con la fortaleza iluminada de fondo, son una experiencia inolvidable.

Gastronomía y dónde comer: sabores auténticos en un entorno único

La cocina de Veliko Tarnovo destaca por su mezcla de influencias búlgaras y otomanas, ofreciendo platos que combinan ingredientes locales con recetas tradicionales. Entre las especialidades más recomendadas están los guisos como el kavarma, elaborado con carne, cebolla y especias, y el banitsa, un pastel de hojaldre relleno de queso o espinacas.

Veliko Tarnovo
Bulgarian banitsa

Uno de los restaurantes más emblemáticos es Shtastliveca, ubicado en el centro histórico. Su ambiente acogedor y su menú que mezcla platos tradicionales con opciones internacionales lo convierten en una parada obligada. Si buscas una experiencia más local, Hadji Nikoli Inn, un edificio histórico convertido en restaurante, ofrece una selección de vinos búlgaros junto a platos típicos. Para los amantes del dulce, los postres como el baklava o los helados artesanales son imprescindibles.

Visitas cercanas: explorando los alrededores de Veliko Tarnovo

Arbanasi: un pueblo histórico con encanto y vistas

A solo 4 kilómetros de Veliko Tarnovo, el pueblo de Arbanasi es conocido por su arquitectura única y su ambiente tranquilo. Aquí puedes visitar la Iglesia de la Natividad, famosa por sus frescos que cubren cada rincón de sus muros, y disfrutar de vistas panorámicas de Veliko Tarnovo desde sus colinas.

Veliko Tarnovo
Iglesia medieval de la Natividad en Arbanasi, región de Veliko Tarnovo, Bulgaria

Dryanovo: cuevas y arquitectura cristiana ortodoxa

A unos 20 kilómetros de la ciudad, el Monasterio de Dryanovo es un lugar perfecto para quienes buscan paz y naturaleza. Este monasterio, rodeado de un impresionante desfiladero, es un ejemplo de la arquitectura ortodoxa búlgara y un punto de partida ideal para explorar las cuevas cercanas, como la Cueva de Bacho Kiro.

Veliko Tarnovo
Vista aérea sobre un hermoso monasterio en las montañas en verano. Monasterio de Dryanovo en Bulgaria.

Gabrovo: un Museo Etnográfico al aire libre

A unos 45 minutos en coche, la ciudad de Gabrovo alberga el Complejo Etnográfico Etar, un museo al aire libre donde puedes experimentar la vida tradicional búlgara. Desde molinos de agua hasta talleres de artesanía, este lugar ofrece una visión auténtica de las tradiciones de la región.