Aguas Belas es de esos lugares que sólo se intuyen desde la costa hasta que se van atravesando con la barca y uno va tomando conciencia de la magia que puede crear la naturaleza. Entre acantilados de basaltos, de origen volcánico, estas cuevas marinas han formado lagunas en las que el color del mar oscila entre el verde y el azul intenso, según los caprichos que se tome la luz del sol.

  1. Entorno Natural
  2. Consejos para visitar Ribeira da Barca y Aguas Belas
  3. Qué podrás ver y hacer en tu visita
  4. Visitas en los alrededores

Entorno Natural

Los alrededores de Aguas Belas, en Cabo Verde, son los acantilados de basalto y otras formaciones volcánicas que han ido modelando un paisaje mágico. De hecho, uno de los puntos más famosos es el Pilón de Achada Leite, que justamente está conformado por tiras hexagonales de este mineral muy parecidas a las que hay en Islandia o en Irlanda del Norte, en la conocida como Calzada del Gigante.

Esta parte de la costa de Santiago se fue formando por las distintas erupciones y por el lento enfriamiento que hizo que el basalto tomara esa increíble forma en hexágono, entre otras formas caprichosas.

Ahora los altos acantilados están llenos de palmeras y plataneras e incluso no es difícil ver en algunos puntos animales de las casas de campo cercanas pastando tranquilamente.

La mayoría de estas playas rocosas acogen formaciones de coral y numerosos peces que entran y salen de las cuevas marinas que han surgido por la erosión del agua y el viento.

La más famosa de Aguas Belas es una gruta llamada la Laguna, donde el mar adquiere unos tonos de verdes y azules casi imposibles y donde se puede dar un baño, hacer snorkel o sentarse a disfrutar de la fuerza de la naturaleza. 

Consejos para visitar Ribeira da Barca y Aguas Belas

La excursión hasta Aguas Belas se puede hacer de dos formas: o contratas una visita con todo incluido o cuando llegas a Ribeira da Barca consigues que algún pescador te lleve de ruta por todas estas grutas marinas. No es difícil puesto que muchos tienen dispuestos sus cayucos de colores y conocen muy bien cualquier roca que sale del mar y los secretos más profundos de esas cuevas. 

Lo mejor para disfrutar de esta increíble vista es llevar escarpines para las rocas y para lanzarnos a un baño en la Laguna, pero también gafas de snorkel, algo de agua y toalla.

Podemos acordar con el pescador que nos prepare pescado asado en una de las playas donde hacen paradas las barcas para que la gente disfrute de un lugar casi virgen o volver a Ribeira a comer.

Tampoco podemos olvidar la crema solar porque el simple reflejo del agua en la roca volcánica ya quema la piel y, si nos mareamos, alguna pastilla para el barco.

Qué podrás ver y hacer en tu visita

Lo primero que hay hacer es disfrutar de la impresión que causan los altos acantilados negros cuando viajas en la barca camino de Aguas Belas. La sensación de sentirse muy pequeño se completa con el silencio del lugar, sólo roto por el sonido del mar, y el contraste de colores entre el agua azul intensa y la roca oscura. 

Se trata de una excursión de una hora y media y se suele navegar muy cerca de la orilla por lo que es fácil sentir esa inmensidad. 

Además, es sólo el preludio ante una imagen mágica como es la del Pilón de Achada Leite, que emerge desde la superficie del océano con una fuerza casi sobrenatural. Lo normal es que la barca aquí se detenga un poco para poder verlo desde distintas ópticas y con tiempo para hacer fotos. 

La siguiente parada suele ser la mayor cueva marina de la zona, que es la Laguna, donde se abre un espacio de baño increíble, en colores brillantes según la luz del sol que entre. Es un buen lugar para probar el mar que hemos ido surcando y también para hacer algo de snorkel y disfrutar de las maravillas que guardan esas aguas. 

Lo normal es detenerse en una playa de arena negra donde se puede almorzar en la orilla o simplemente darse un baño en un lugar casi salvaje. 

Visitas en los alrededores

Después de disfrutar de Aguas Belas podemos recorrer los pueblos cercanos, como Ribera da Barca o la Assomada, y disfrutar de algunas de sus playas que también merecen la pena.

Si lo que nos apetece es caminar, muy cerca de aquí hay varias rutas de senderismo por la Serra Malagueta, que son increíbles, y también algunas caminatas que nos llevarán a pequeños miradores sobre esta costa como la que sale de la Praça da Assomada y te lleva directamente a las grutas de Aguas Belas pero por todo el acantilado.