Jarandilla de la Vera es una de esas pequeñas localidades que, en su modestia, encierran más historia que muchas de las grandes capitales del país. En este caso, baste decir que aquí residió nada menos que Carlos V. También su hijo bastardo, Jeromín. Es decir, el que a la muerte del emperador pasó a llamarse Don Juan de Austria y que sería el artífice de algunos de los más grandes éxitos militares del imperio más extenso de la época (siglo XVI). Por ejemplo, la célebre batalla de Lepanto contra los otomanos.

Respecto al emperador, vivió en Jarandilla de la Vera durante casi un año, el tiempo necesario para la construcción del palacio de Yuste, adosado al monasterio del mismo nombre, adonde se retiró tras su esforzada vida oficial. En Jarandilla se alojó en la residencia de los condes de Oropesa, hoy reconvertida en parte como alojamiento y, sin duda, el monumento más destacado de la localidad.

Jarandilla, una excursión recomendable desde Cáceres

Cuando se visita Jarandilla de la Vera parece algo excesivo el tamaño y la suntuosidad del castillo-palacio de los Condes de Oropesa. Pero se entiende el por qué al conocer la relevancia de esa estirpe nobiliaria durante el siglo XV (periodo en que se levantó este conjunto palaciego) y su enriquecimiento progresivo en fechas posteriores.

 

 

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Puente del Parral

Con ser importante este capítulo de la Historia, lo que marca la fisonomía de Jarandilla es el agua y la relación del hombre con ella. Así, esta localidad está enmarcada por dos cursos fluviales que nacen en la siempre imponente Sierra de Gredos: Jaranda y Jarandilleja.

Ambos cauces riegan impresionantes parajes naturales y también las muchas huertas y campos de cultivo que rodean Jarandilla, donde se producen, por ejemplo, los pimientos con los que luego se elabora el delicioso pimentón de la Vera.

Esta vocación agrícola explica que Jarandilla de la Vera sea también uno de los lugares más gastronómicos de la comarca. De hecho, son muchos los que cada fin de semana vienen hasta aquí para degustar las deliciosas propuestas de sus restaurantes.

Qué ver en Jarandilla de la Vera

Con ser importante el castillo-palacio de los Condes de Oropesa, en Jarandilla hay mucho más que ver en su entorno relativamente más cercano. Estos son algunos ejemplos:

  • Iglesia de Santa María de la Torre: construida sobre una peña entre los siglos XII-XIII, se modificó totalmente entre los siglos XIV-XV. Destaca su capilla Mayor, de estilo renacentista (siglo XVI), con planta pentagonal y cubierta con una llamativa bóveda de crucería en cuatro partes.
  • Templo de San Agustín: es lo que queda en pie de un antiguo convento de agustinos del siglo XVI. Llama la atención por su altura y por su perfecta planta de cruz latina.
  • Cementerio Alemán: situado a unos 5 kilómetros de Jarandilla y junto a la localidad de Cuacos de Yuste, aquí se encuentran los restos de 180 soldados alemanes caídos en territorio español, o frente a las costas del país, durante la I y la II Guerra Mundial. Un lugar de gran armonía y belleza, con la Sierra de Grados como telón de fondo.
  • Cuacos de Yuste: este pequeño pueblo, a unos 9 kilómetros de Jarandilla, preserva uno de los cascos históricos mejor conservados de la comarca de La Vera. Destaca su Plaza Mayor, además de la llamada casa de la Inquisición y la que fue casa de Juan de Austria (Jeromín), hoy sede de la Mancomunidad de La Vera.
  • Monasterio de Yuste: en medio de un exuberante paraje, completamente rodeado de naturaleza y con extraordinarias vistas al valle del Tiétar, fue la última residencia del emperador Carlos V y el lugar donde falleció, en el año 1558. Tanto el propio monasterio como la residencia palaciega construida para el monarca contienen destacables muestras de arte gótico y renacentista.

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    Castillo-palacio de los Condes de Oropesa

No te pierdas el puente del Parral

Ya hemos hablado de la especial relación entre Jarandilla de la Vera y el agua. Pues bien, uno de sus cursos, la garganta del Jaranda, lo salva una magnífica construcción medieval: el puente del Parral.

Está en la ruta que comunica Jarandilla con la localidad de Aldeanueva de la Vera. Se construyó con una sola bóveda de medio punto, a la que se añadió un aliviadero, con el fin de dar salida a las frecuentes crecidas del río Jaranda (sobre todo durante la primavera).

En la construcción se utilizó el sistema de sillería de granito. Y fue una buena elección, porque esta construcción ha sobrevivido bastante bien al paso de los siglos, con la ayuda también de alguna que otra restauración.

Se sabe que fue por este puente por el que Carlos V pasó, en el año 1557, hacia el monasterio de Yuste, poniendo fin a su vida pública.

En verano, su entorno se convierte en una de las zonas de baño más refrescantes de la comarca de La Vera.

Mejores restaurantes donde comer en Jarandilla de la Vera

Hay bastantes restaurantes en Jarandilla y resultan muy recomendables. Estos son sólo algunos de los que más nos han gustado:

  • El Labrador (avenida Soledad Vega Ortiz, 133): con bonitas vistas a la Sierra de Gredos, su plato estrella es el arroz con bogavante, aunque en la carta hay otros buenos ejemplos de la mejor cocina tradicional española. Tanto en la barra como en el comedor, la experiencia merece la pena.
  • Puerta del Emperador (avenida de Extremadura, 86): cocina tradicional, es cierto, pero con presentaciones muy atractivas y algún que otro guiño a la modernidad. Las raciones son bastante contundentes.
  • Patio de la Posada (Pizarro, 1): este lugar fue, efectivamente, una posada histórica, con varios elementos decorativos que lo recuerdan. Se trata de uno de los mejores lugares de la comarca donde probar la cocina típica de Extremadura.