Es de sobra conocido que Cáceres, popularmente conocida como la ciudad feliz, alberga uno de los complejos urbanos de época medieval mejor conservados del mundo. Tal es así que su famosa ciudad vieja fue reconocida como Patrimonio de la Humanidad por la Unesco en 1986. Ahora bien, antes de sumergirse en este entramado de callecitas empedradas y edificios de color ocre, el visitante ha de pasar obligatoriamente por su puerta de entrada, esto es, la Plaza Mayor de Cáceres.

Con una historia de cinco siglos a sus espaldas, este espacio público reúne no sólo una importantísima muestra del patrimonio cultural de la ciudad, sino también de su vida social y comercial. Así, los edificios históricos de la torre de Bujaco, la torre de los Púlpitos o el foro de los Balbos, conviven cada día con la actividad frenética de bares y restaurantes asentados en la plaza. Si quieres saber más acerca de esta plaza mítica, a continuación, repasamos su pasado y su presente.

Orígenes de la Plaza Mayor de Cáceres

La plaza que hoy conocemos comenzó a gestarse en el siglo XIII, cuando los judíos de la ciudad fueron obligados a vivir extra muros por las autoridades. Fueron a parar a un pequeño terraplén situado a las puertas de la muralla, donde venía siendo habitual la celebración de una feria una vez al año. Allí comenzaron a construirse nuevas casas y negocios, cuyo poder de atracción terminó por convertir la plaza primitiva en el verdadero centro social y comercial de Cáceres. Esta situación tan céntrica hizo que la plaza experimentase, con el paso de los siglos, innumerables usos (y, por ende, distintas denominaciones).

 

 

plaza mayor caceres
Ayuntamiento de Cáceres

Antes de ser conocida como Plaza Mayor, esta explanada rectangular también tomó el nombre de plaza de la Feria, plaza de la Constitución, plaza de la Villa o plaza del General Mola. Asimismo, a lo largo de los siglos la plaza ha acogido numerosos eventos sociales, tales como mercados, lidias de toros, ejecuciones públicas, desfiles militares, procesiones de Semana Santa o, más recientemente, conciertos de música como los del Festival WOMAD de Cáceres.

Un recorrido circular por la gran plaza de Cáceres

La actual Plaza Mayor, amplia y rectangular, esconde un secreto prácticamente en cada esquina. Por eso, os queremos proponer un recorrido ordenado por su perímetro, tomando como punto de partida la Oficina de Turismo, ubicada en el lado este. La misma se encuentra flanqueada por numerosos edificios históricos, los cuales permanecen anexionados a la muralla desde hace siglos. Es el caso, por ejemplo, de la torre de la Yerba, una torre albarrana de origen árabe, cuya construcción en el siglo XII tenía por objetivo repeler los ataques cristianos durante la Reconquista. O de su vecina torre de los Púlpitos, en este caso de origen netamente cristiano.

Otro de esos edificios que permanecen incorporados a la antigua muralla es la torre de Bujaco, con total seguridad, la construcción más emblemática de la plaza —y uno de los símbolos indisolubles de Cáceres—. Construida por los invasores árabes en torno al siglo XII, su edificación se asienta sobre unos antiguos cimientos romanos. En la actualidad, su interior acoge un centro de interpretación para turistas; mientras que su torre almenada, de 25 metros de altura, nos ofrece vistas insuperables de la ciudad vieja.

En el mismo lado de la plaza, también podemos visitar el arco de la Estrella, la principal puerta de acceso al conjunto monumental. Su nombre se lo debe a la imagen de Nuestra Señora de la Estrella que corona su arco interior.

casco antiguo
Plaza mayor de Cáceres

Asimismo, en el lado sur de la Plaza Mayor también podemos visitar el foro de los Balbos, un espacio abierto, con ornamentaciones variadas, que históricamente acogía la celebración de las primitivas asambleas consistoriales. Hoy en día, el mismo acoge el Foro de la Música y sus conciertos de cámara. Y a su lado, encontramos el Ayuntamiento de Cáceres, construido a finales del siglo XIX.

Restaurantes en la Plaza Mayor de Cáceres

Lo cierto es que Cáceres, en cuestión de turismo culinario, no falla, si tenemos en cuenta que en el año 2015 fue elegida como Capital Española de la Gastronomía por la Federación Española de Hostelería. Su sencilla y sabrosa cocina popular, esparcida por los establecimientos de la ciudad, es una recompensa más que justa al esfuerzo realizado durante nuestra ruta.

En el caso de la Plaza Mayor, aquí encontramos una de las mayores concentraciones de bares y restaurantes de Cáceres. La mayoría se encuentran ubicados en el lado oeste de la plaza, justo en el lado opuesto al frontal histórico que componen la muralla y los edificios antes mencionados. Es más, los establecimientos actuales ocupan los soportales que en otra época daban cobijo a los distintos gremios de Cáceres, tales como el portal del Pan, el portal de los Escribanos, el portal de los Boticarios, o el portal de los Relojeros. De ahí que la visita a estos restaurantes sume un atractivo adicional.

La primera recomendación nos lleva a La Minerva (Plaza Mayor, 26), un sitio elegante, situado frente a la torre de Bujaco, que conjuga sutilmente el concepto de restaurante con el de tapería. Aquí podremos tanto tomar unas tapas sentados en la terraza, como comer o cenar de “mesa y mantel”. Para que os hagáis una idea, su menú degustación nos permite probar desde raviolis de foie y merluza asada en su jugo, hasta una carrillera ibérica y una sopa de piña.

Por su parte, el bar de tapas Tal Cual (Plaza Mayor, 16) nos ofrece una propuesta muy diferente, pero igualmente recomendable. En un ambiente mucho más distendido, su cocina casera nos permite probar raciones marineras tan sabrosas como el pulpo frito, o carnívoras tan suculentas como el solomillo en su jugo.