Chiclana se sitúa en el oeste de la provincia de Cádiz, en plena costa atlántica andaluza. Está en uno de los extremos del Parque Natural de la Bahía de Cádiz, un entorno privilegiado y único donde se pueden hacer múltiples actividades deportivas, náuticas y culturales. En este post descubrirás qué ver en Chiclana, sus arenales y la rica historia que atesora
Chiclana es un destino perfecto para un fin de semana de playa o como centro de operaciones para unas vacaciones de verano en Cádiz, ya que la capital provincial se encuentra a unos 25 kilómetros de distancia.
Las playas de Chiclana
Chiclana es sinónimo de playa. Aunque cuenta con solo tres, son de las más conocidas del litoral español. Al estar seguidas, en suma miden más de ocho kilómetros de longitud, por lo que podrás disfrutar de tranquilidad y comodidad en tus días de playa terminando la jornada con mágicos atardeceres.
Playa de la Barrosa
La playa de la Barrosa es el verdadero símbolo de Chiclana de la Frontera. Sus más de cinco kilómetros de arena fina, la calidad de sus aguas, su valor ecológico y el entorno que la rodea, la convierten en una playa espectacular siempre presente en los rankings de mejores playas de España. En 2019 ha renovado la ‘Bandera azul’ que acredita la calidad de sus servicios.
La Barrosa es una playa semiurbana, lo que permite que tenga diferentes partes para todos los públicos, combinando zonas de entorno natural casi virgen con otras más urbanizadas.
Además, La Barrosa es una playa cinematográfica. Cada verano se celebra aquí el ciclo Una playa de cine, donde se puede disfrutar de las mejores películas al aire libre en un escenario único. ¿O es que no has soñado alguna vez con ver una película desde tu hamaca en la playa?7
Playa de Sancti Petri
Siguiendo La Barrosa hacia el norte nos encontramos con la playa de Sancti Petri. Un pequeño acantilado sirve de separación entre ambos arenales. La playa de Sancti Petri, también con ‘Bandera azul’, es un arenal que conduce a la desembocadura del caño de Sancti-Petri, el canal que une los ricos humedales chiclaneros con el océano Atlántico.
Islote y castillo de Sancti Petri
Sancti Petri es un lugar histórico. Frente a la playa, varado en un islote se alza el castillo de Sancti Petri (siglo XV), donde supuestamente se situaba, en la antigüedad, un templo que albergaba los restos de Hércules. Por aquí también pasaron personajes como Aníbal o Julio César.
El castillo es visitable y sirve de escenario a eventos públicos y privados, que van desde conciertos al anochecer y sesiones de astronomía a bodas. Para llegar no tienes más que dirigirte al puerto deportivo de Sancti Petri y subir a alguno de los barcos y kayaks que realizan excursiones hasta la isla.
Playa del Puerco
La Barrosa tiene su continuidad hacia el sur por la playa del Puerco, muy cerca de los campos de golf de la urbanización de Novo Sancti Petri. Sus casi tres kilómetros de largo constituyen otro gran arenal atlántico protegido, en buena parte, por una frondosa franja vegetal que da carácter a la playa.
La torre del Puerco, vigía costera del siglo XVI que da nombre al arenal, se erige sobre un pequeño promontorio, atestiguando la histórica importancia del litoral gaditano.
Qué hacer en Chiclana
Pero Chiclana es mucho más que playa. La localidad está situada en una posición beneficiada por el tráfico de mercancías procedente de América, que junto a la pesca del atún y la industria salinera de la bahía, impulsaron la actividad económica en los siglos XVII y XVIII.
El centro urbano de Chiclana está declarado Bien de Interés Cultural. Su valiosa arquitectura civil y religiosa bien merecen una tranquila visita ya que conforman todo un emblema de Andalucía. La Plaza Mayor nos sirve de punto de partida para descubrir el centro de Chiclana. En el corazón de la villa se concentra un buen número de monumentos indispensables para el viajero:
- Iglesia de San Juan Bautista. Es el símbolo de Chiclana. Una bella iglesia de finales del XVIII situada en plena Plaza Mayor que también es Bien de Interés Cultural.
- Torre del Reloj. Otro de los emblemas chiclaneros con su característico arco de piedra y antigua puerta de la ciudad, apodado el ‘arquillo del Reloj’.
- Iglesia convento de Jesús Nazareno. Una bella iglesia barroca del siglo XVII con un magnífico frontispicio de mármol de Carrara, situada al fondo de la calle Larga.
- Museo de Chiclana. Está ubicado en la Casa Briones, en una de las salidas de la Plaza Mayor. Es un magnífico museo con varias piezas prehistóricas donde conocer más sobre la historia de la localidad.
Pero no solo el entorno de la Plaza Mayor de Chiclana nos ofrece lugares de interés. La curiosa ermita de Santa Ana, de planta circular y erigida sobre un pequeño cerro, y la capilla del Santo Cristo de la Veracruz, la más antigua de la ciudad (siglo XVI), son dos bellos ejemplos de arquitectura religiosa andaluza.
El desarrollo económico de Chiclana dejó tras de sí numerosos palacios y casas nobles que podemos descubrir en un paseo por la ciudad. Como la casa-palacio del Conde de Torres o la casa-palacio del Conde del Pinar, ambas de estilo barroco y del siglo XVIII.
Salinas y bodegas de Chiclana
En Chiclana, la historia y la economía han transcurrido de forma paralela. Fruto de ello son las salinas de Chiclana que, con su centro de interpretación, nos recuerdan la vinculación de esta antiquísima actividad con la localidad.
O las bodegas de Chiclana, parte fundamental de la denominación de origen Marco de Jerez. Una cultura vinícola presente en la localidad desde antaño y que ensalzó el mismísimo Rafael Alberti. Son varias las bodegas que podemos visitar en el centro de la ciudad. Una genial manera de probar el fino, el moscatel y el oloroso, los vinos que se producen en la zona.
Decíamos al inicio que Chiclana es un estupendo punto desde donde explorar la provincia de Cádiz . Playas y cultura a los pies de una joya medioambiental como es el Parque Natural de la Bahía de Cádiz. Un lugar plagado de historia que incluso llegó a ser campo de batalla en la Guerra de la Independencia. ¿Todavía te lo vas a pensar?
Dónde comer en Chiclana
Sin duda, entre las propuestas de restauración que hay en esta localidad, los dos restaurantes del Hotel Royal Hideaway Sancti Petri son de lo más recomendable. En el primero de ellos, Atunante, se rinde culto al ingrediente estrella de la cocina gaditana: el atún rojo. Así, este restaurante invita a disfrutar de un auténtico viaje gastronómico alrededor de esa deliciosa especie.
Por su parte, el Café Saigón Sancti Petri ha trasladado el ambiente y filosofía del mítico Saigón de Madrid hasta la playa de La Barrosa. Las mesas de este restaurante se enmarcan en los más de 35.000 metros cuadrados de jardines del hotel. En cuanto a la propuesta gastronómica, es de inspiración asiática, desenfadada y algo rupturista.