La visita al Mercado Central de Cádiz es una placentera obligación para todo gastrónomo que se precie de serlo. También para todo aquel que quiera conocer una parte importante de la vida cotidiana en el núcleo histórico de Cádiz.
Es tanta la calidad de los pescados, carnes, frutas y verduras que se venden que, mientras se contemplan sus más de 100 puestos de comida, es fácil que pase desapercibida la bonita arquitectura del edificio del Mercado Central gaditano.
Tan llamativos como los productos frescos a la venta en ese entorno monumental es el ambiente que reina entre los comerciantes del mercado y sus clientes. Aquí las relaciones entre vendedores y compradores son tan distendidas que suponen otro atractivo más que justifica la visita a este lugar.
- De la plaza al mercado de Abastos de Cádiz
- Mercado de Cádiz: su estructura
- Un auténtico mercado gastronómico
Además, desde la última reforma, en 2009, el Mercado Central de Cádiz cuenta con el llamado Rincón Gastronómico. Ese espacio ocupa una de las alas a cielo abierto y en sus diferentes puestos se puede degustar lo mejor de la gastronomía típica gaditana, como productos llegados de ultramar y propuestas muy originales.
De la plaza al mercado de Abastos de Cádiz
Antes de la existencia del Mercado Central de Cádiz ya existía en este espacio una plaza de abastos. Este fue un proyecto de los años 30 del siglo XIX firmado por el arquitecto Torcuato Benjumeda, autor también del Ayuntamiento de la ciudad y de la iglesia de San José, entre otras obras.
Aquella plaza se concibió como un cuadrado al aire libe enmarcado por columnas de estilo clásico (dóricas). Para ello, se utilizó el espacio liberado por el desamortizado convento de los Descalzos.
En tiempos del alcalde Ramón de Carranza (1928) se decidió reformar ese espacio. Y así nació el Mercado Central de Cádiz. Para ello, se techó buena parte de la estructura original. Es lo que hoy ocupa el pabellón central del mercado.
Con el tiempo y, para cubrir la creciente demanda de productos, se añadieron dos alas más, a ambos lados del edificio central. La particularidad de estos espacios es que están al aire libre y que se unen al resto de la estructura del Mercado Central de Cádiz a través de un perímetro de soportales.
Tal y como hemos comentado, durante los primeros años del siglo actual el Mercado Central de Cádiz estuvo cerrado al público. Ese cierre se aprovechó para acometer una ambiciosa remodelación, encaminada a recuperar parte de los espacios, que estaban bastante deteriorados.
También a dotar de servicios al mercado, acondicionar los accesos de acuerdo a la normativa vigente y mejorar la higiene y forma de exposición de los productos a la venta.
Mercado de Cádiz: su estructura
La reforma de principios del siglo XXI dejó bastante delimitadas las diferentes zonas de venta de alimentos y otros productos. Estas son las zonas del Mercado Central de Cádiz:
- Pescados: 54 puestos.
- Frutas y verduras: 57 puestos dedicados a estos productos.
- Carnes: 44 puestos.
- Ultramarinos: 7 puestos.
- Pan y pastelería: 4 puestos.
- Otros: que incluyen un puesto de encurtidos, otro de bolsas de papel y otro más de artículos de pesca.
La mayor parte de esos puestos están situados en el pabellón central del mercado. Y, de entre todos ellos, destaca la vistosidad de los pescados, con soberbios ejemplares de atún rojo, cazón (pequeño tiburón habitual en las aguas gaditanas), gambas y langostinos de Sanlúcar, y todo tipo de mariscos, tanto locales como nacionales.
En cuanto a los laterales, uno de ellos, el situado a la izquierda de la entrada principal, es el que ocupan los puestos de degustación de comida (el Rincón Gastronómico). Mientras que la zona derecha la ocupan diversos puestos especializados en carne y productos menos habituales.
Un auténtico mercado gastronómico
Uno de los alicientes de la visita al Mercado Central de Cádiz es, sin duda, su Rincón Gastronómico. Este espacio es la alternativa gaditana a la moda que ha transformado buena parte de los mercados de abastos del país (y de muchos otros países) en centros culinarios.
Pero, aunque cada vez van surgiendo nuevos negocios de degustación de cocina elaborada, chacinas, quesos y demás, lo cierto es que en el Mercado Central de Cádiz siguen siendo mayoría los puestos de productos frescos. Algo muy de agradecer, pues el mercado sigue mostrando su función como mercado de abastos, con su característico ambiente popular, al tiempo que ofrece sus propuestas a los más gastrónomos.
Entre los puestos para degustación de productos del Rincón Gastronómico se pueden destacar los siguientes:
- El Colmado: el puesto está dividido en dos partes. La primera es una vinoteca, con referencias locales, nacionales e internacionales. La segunda está dedicada a las chacinas ibéricas, con magníficos jamones de Jabugo, Salamanca y Guijuelo.
- La Tapería de Lula: productos de la provincia de Córdoba en forma de tapa. Salmorejo y preparaciones a base de aceite oliva virgen extra son las estrellas, pero también triunfan los montaditos de tortilla con pimientos y los serranitos (a base de lomo de cerdo, jamón y pimientos).
- Gadisushi: los mejores atunes y resto de pescados de los mares de Cádiz se presentan en forma de sushi, rollos de arroz y algas, y sashimis. Se elaboran en el momento y también se pueden llevar a casa.
- Gadesbeer: las cervezas del mundo tienen también su espacio en este puesto del Rincón Gastronómico que, por cierto, es uno de los más frecuentados. Este es un buen lugar para probar la cerveza local: la Maier.
- La Sartén: aquí los protagonistas de la carta son los huevos. Casi siempre en forma de tortilla, pero también en otras preparaciones. También se pueden degustar sus patatas fritas con salsas.
- Queso 360°: las estrellas de los quesos que se venden en este espacio son, cómo no, los elaborados con leche de cabras payoyas de la zona de la sierra de Grazalema. Pero aquí también se pueden encontrar otras variedades nacionales y europeas, con piezas llegadas de Francia, Suiza, Italia…